El glifosato no viaja en tren

La Comisión Nacional de Regulación del Transporte prohibió la aplicación de herbicidas en las vías férreas que atraviesan ciudades y pueblos, y obliga a las empresas a usar medios “alternativos”. La necesidad de un debate de fondo sobre el ferrocarril.

Federico Aguer

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De conformidad con lo recomendado por la Defensoría del Pueblo de la Nación, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, instruyó a las empresas concesionarias y a las unidades operativas que asumieron la operación integral del transporte ferroviario a que suspendan la aplicación de herbicidas para el control de la vegetación en la zona de vías, dentro de áreas urbanas.

Según la normativa, “la aplicación de herbicidas en los corredores vegetados que acompañan la traza de los ferrocarriles afecta la biodiversidad representada por las reservas de especies animales y vegetales que se refugian en ellas. Además, expone a los vecinos a sus posibles efectos perjudiciales, incluyendo la población de hospitales y de escuelas cercanas”.

Esta temática se repite en muchas zonas urbanas recorridas por el ferrocarril a lo largo y a lo ancho del territorio nacional. De hecho, la Defensoría del Pueblo viene recibiendo múltiples reclamos de vecinos que habitan en zonas circundantes a los Ferrocarriles San Martín, Mitre, General Roca y Belgrano Sur y Norte. Y también, las quejas provienen del interior del país, como es el caso de un grupo de vecinos de la localidad de Ituzaingó, en la provincia de Santa Fe, que denunciaron la fumigación con sustancias tóxicas desde vagones del ferrocarril pertenecientes a la empresa Nuevo Central Argentino S.A.

Por eso, la resolución insta a las empresas que operan servicios de ferrocarriles a que utilicen medios “alternativos” para controlar la vegetación en zonas urbanas, sin especificar cuáles son.

Si bien se persigue un bien mayor, como preservar la salud de las poblaciones urbanas, hasta tanto no se resuelva el tema de fondo, las vías que atraviesan las ciudades quedarán a merced de otras plagas, no menos perjudiciales, por lo que obliga a instalar, una vez más, el tema de los ferrocarriles en la agenda nacional.