Diez años del kirchnerismo
Diez años del kirchnerismo
La reinvención de la política, el relato al servicio del modelo y la coherencia del poder
La confrontación del discurso oficial con las medidas de gestión, e incluso de éstas entre sí, indica contradicciones aparentemente insalvables. Sin embargo, encuentran su lógica interna en la razón de ser del proyecto kirchnerista.
ilustraciones: lucas cejas
Emerio Agretti
Comenzó apelando a la “transversalidad” basada en coincidencias supra-partidarias, para terminar apropiándose del aparato del peronismo más tradicional, alineando por seducción o extorsión, y castigando con dureza la disidencia. Mientras vociferaba contra la “vieja política”, usó la pretendida renovación como coartada para blanquear el rancio pasado de caudillos, operadores y jerarcas del partido.
A la vez que dotaba de resonancias épicas hasta a las decisiones administrativas más pedestres, insufló ánimos a sus seguidores mediante la elección sucesiva o simultánea de una serie de enemigos -en algunos casos, ex-amigos-, contra los cuales aglutinar fuerzas y embestidas.
Así, la renovación de la Corte permitió recomponer su prestigio, aniquilado durante el menemismo, pero se terminó descalificando a sus miembros y a los del Poder que encabezan en la medida en que no respondieron a los deseos de palacio.
La condena de los delitos de lesa humanidad y los crímenes de la dictadura sirvió para juzgar y encarcelar a sus personeros, pero también para estigmatizar y calumniar a los adversarios. La gestión de consensos terminó reducida al más cerrado verticalismo, con generosidad para los arrepentidos e impiedad para los discrepantes.
La apertura del espectro comunicacional fue el argumento para desarticular grupos periodísticos no alineados, pero más que ampliar el espectro de voces se usó para amparar la creación de un descomunal aparato de propaganda, que se sumó al abuso de la cadena nacional y la costosa explotación del Fútbol para Todos.
Política
La reivindicación del rol del Estado en la vida pública asumió tintes de soberanía y “empoderamiento” popular, que tuvo como contrapartida la restricción del espacio de defensa de los ciudadanos. Y el federalismo se contrajo a la mínima expresión, a expensas no sólo de la salud institucional, sino también de las posibilidades y la libertad de quienes padecen la circunstancia de ser gobernados por un mandatario de la oposición.
La recomposición de ingresos de los más desfavorecidos se basó en el manejo discrecional de cajas millonarias y resultó fluctuante frente al nunca reconocido impacto de la inflación en la economía doméstica; y el incremento de la presión fiscal sobre las clases medias y los trabajadores fue la contracara de la inexpugnabilidad del sector financiero y las dispensas para millonarios infractores de la ley. Los estímulos al consumo y el control de variables exhibieron la misma dudosa eficacia, y el favorable contexto internacional no tuvo un impacto correlativo en el crecimiento del país, ni en su estructura productiva.
Modelo
La democratización del Poder Judicial fue el engañoso rótulo con el que se pretendió apuntar contra los inocultables vicios y privilegios del estamento más aristocrático del Estado, pero con procedimientos claramente orientados a condicionar políticamente a sus miembros. Y las invocaciones a la transparencia sufrieron una rotunda desmentida con las restricciones impuestas a la difusión de los datos de las declaraciones juradas, precisamente en momentos en que se extendía a los jueces la obligación de presentarlas, y mientras arreciaban las denuncias y revelaciones sobre el colosal incremento patrimonial de la familia gobernante y sus allegados. Negocios fabulosos sospechados de corrupción, que la sociedad decidió ignorar, dispensar o exacerbar -según el caso y el momento- y que plantean como nunca una interpelación a la vapuleada Justicia.
El favorecimiento a determinadas minorías contrastó nítidamente con el afán de aplastar o ignorar a otras, incluso -o más aún- cuando éstas coincidieron con una protesta social con una magnitud difícil de soslayar.
La manipulación de los números del Indec no permite saber en qué medida se redujo la pobreza, ni establecer si existió en alguna medida la redistribución del ingreso. La opacidad de las bóvedas, de los contratos condicionados y de las cuentas off-shore no permite atisbar cuánto de él fue a parar a las mismas manos.
Poder
La lista de contradicciones podría seguir de manera indefinida, y punteando prácticamente toda una gestión que no vacila en asumirlas con el mismo énfasis y virulencia, y en todos los casos adaptarlas a un pasado tan mítico como volátil, reescrito a voluntad y más como insumo conceptual para el presente que como testimonio del devenir histórico.
Pero, según los parámetros con que se las juzgue, puede que esas contradicciones no sean tales. El kircherismo nació por y para el poder, y sus primeros diez años en la escena nacional coinciden con su ejercicio. Y toda su vertiginosa trayectoria bien podría cifrarse en la convicción de que la única manera de mantenerlo, es incrementarlo cada vez más.
Ese hombre distinto y esa mujer distinta hoy son parte de una Argentina distinta. Una Argentina donde las mayorías populares ejercen su derecho a la alegría y a vivir la vida que desean vivir. Una Argentina que, depositada en el futuro, quiere más futuro”.
Frente para la Victoria,
en una solicitada publicada hoy en medios oficialistas.
Los pocos logros del comienzo se desvanecieron producto de políticas cortoplacistas e inconsistentes, y el rumbo de esta gestión es absolutamente preocupante. Lo único visible es la intención de perpetuarse en el poder y enriquecerse a costa del trabajo de todos los argentinos”.
Mario Barletta / presidente de la UCR
El dato
Al margen de la estadística
En enero de 2007 el indicador de inflación mensual superó el 2 %, y el gobierno decidió que eso no volviera a ocurrir. A través de una intervención, desplazó a los técnicos del Indec y alteró el procedimiento de medición. No fue un mero placebo. Desde esa fecha, no es posible contar con información fidedigna sobre la evolución de precios y costo de vida, datos de crecimiento y niveles de pobreza. Paritarias, endeudamiento, flujo de capitales y políticas públicas quedaron condicionados por esa información manipulada. Y el perjuicio -al igual que en otros campos- se extenderá más allá del ciclo kirchnerista.
Las principales medidas de la última década
Corte
DDHH
Alineamiento
Deuda
Retenciones
Estatizaciones
Medios
Asignación
Minorías
Justicia