Lengua Viva
¿Por qué todavía es noticia el analfabetismo funcional?
Evangelina Simón de Poggia
¿Por qué es todavía noticia el analfabetismo funcional al que está sometido un gran porcentaje de alumnos universitarios? ¿Por qué todavía nos sorprendemos de que haya alumnos ingresantes a la universidad que no pueden comprender un texto científico?¿Que no pueden manejar abstracciones, ni expresar con coherencia lo que leen, porque no lo entendieron? Este es un proceso que venimos anunciando, hace mucho tiempo, desde esta columna, en cursos de capacitación a docentes de todos los niveles, por los medios de comunicación radial, etc, etc.
A pesar de todo, pareciera que nadie quiso interactuar, ni contactarse, que es una realidad que nadie quiere ver, de la que nadie desea hablar, pues la impotencia nos invade y nos llena de zozobra. La pregunta es ¿por qué pasa esto? La respuesta es tan clara, que casi es una obviedad: todos somos responsables, la sociedad completa: ministerios que permiten que un alumno pase a otra instancia superior sin saber, la docencia que no sabe qué hacer ante la situación de exigencia ministerial, pues atenta a su profesionalismo y ética, y, además, como agregado teme a la violencia de padres y alumnos, perdiendo el timón vocacional y viendo que su labor es un sinsentido. Dijimos que todos tenemos responsabilidades en el hecho: los políticos, los padres que no ponen límites a sus hijos por temor a las consecuencias, que les hablan mal de la docente, que nunca ven la culpabilidad de sus hijos, porque, en realidad, no lo son : son las víctimas de esta historia de yuxtaposición de incapacidades. Las presiones son muchas hacia todos los agentes sociales responsables directa o indirectamente de la educación de nuestros niños y jóvenes, adultos del mañana. Se trata de educar y de enseñar , del desarrollo de capacidades y destrezas, de hacerles ver a los alumnos el valor que tiene el conocimiento para su evolución personal, intelectual y espiritual.
Estamos poniendo demasiado énfasis en la idealización de la tecnología, desconociendo que no hay máquina más perfecta que la mente humana, que, en última instancia, es la que debe funcionar, pensando, razonando, operando con la lengua y el conocimiento y, después, será importante el aprovechamiento de todo lo que nos ofrezca la tecnología de punta, que, bien aprovechada, puede ser maravillosa para el desarrollo de ciertas capacidades y destrezas.
La deserción universitaria es un problema que preocupa a nivel mundial y constituye uno de los procesos de selección que se opera en la enseñanza y una medida del rendimiento académico del alumnado y de la eficacia del sistema educativo en general.
Está claro que el problema planteado no constituye un hecho aislado, sino que se relaciona no solamente con la cadena del sistema educativo en sus distintos niveles, sino también con la estructura sociocultural, política y económica de nuestro país.
Por lo expuesto, es que se impone la incursión en el nivel medio como un antecedente en la formación de las competencias de nuestro interés.
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