Ayer se cumplió un nuevo aniversario de la Copa América 1993

20 años sí es mucho tiempo

  • En oposición a lo que afirma el tango “Volver”, dos décadas sin títulos para la Selección mayor de nuestro país es demasiado. El recuerdo es para el equipo de Basile que, en Ecuador, logró con un juego poco vistoso, pero apoyado en las manos de Goycochea en los penales y los goles de Batistuta en la final, quedarse con el trofeo, el último hasta hoy para las vitrinas de AFA.

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La última alegría. El festejo de los jugadores en el podio continental en Ecuador 1993. Nadie se hubiera imaginado aquella vez que iban a pasar más de 20 años (y la cuenta continúa...) sin otra vuelta olímpica.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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Télam

La conquista de la Copa América Ecuador 1993, último título del Seleccionado Argentino mayor, cumplió 20 años con el recuerdo vigente de un equipo, dirigido por Alfio Basile, que defendía la corona lograda en Chile 1991 y llevaba casi dos años invicto.

El entrenador ya no podía contar con Claudio Caniggia, suspendido por doping en la Roma de Italia, y aprovechó para probar algunos futbolistas de cara a las Eliminatorias para la Copa del Mundo en Estados Unidos al año siguiente.

Argentina compartió el Grupo C con Colombia, México y Bolivia. El debut fue precisamente ante el combinado boliviano, al que venció 1 a 0 con un gol de Gabriel Omar Batistuta. Pero el saldo de aquel debut no fue del todo positivo, no solamente porque el equipo jugó mal, sino que porque Darío Franco, uno de los estandartes del ciclo de Basile hasta allí, sufrió una grave lesión tras chocar con Marco Sandy. Ése fue el final de Franco en el Seleccionado nacional, ya que nunca logró recuperar su nivel y se perdió la Copa del Mundo, a pesar de que viajó con el plantel y fue el “jugador número 23” de la delegación.

Argentina se despidió de la primera fase con otro empate, con igual marcador ante los colombianos. Ambos rivales se convertirían, con el transcurrir del torneo, en protagonistas del camino argentino hacia el bicampeonato.

Segundo del grupo, en cuartos de final debió enfrentarse con Brasil. Aquella tarde, el dominio fue absoluto a favor de los brasileños, a tal punto que se puso en ventaja y tuvo varias chances de aumentar la ventaja y sellar su pase a semifinales. Sin embargo, un cabezazo de Leonardo Rodríguez a veinte minutos del final, le dio a la Selección la chance de ir a los penales. Allí, Sergio Goycochea, como en Italia 1990, se vistió de héroe al detenerle el remate a Boiadeiro.

Argentina logró así su pasaje a las semifinales, donde debió volver a verse las caras con Colombia, verdugo meses después en las Eliminatorias al quitarle el invicto de 33 partidos en Barranquilla y golearla en Buenos Aires, mandándola al repechaje contra Australia. Esta vez, fue 0 a 0 y los de Basile debían dirimir un lugar en la final con los de Francisco Maturana desde los doce pasos. La historia tendría sonrisas albicelestes con un mismo héroe, ya que el ex arquero de River le atajó el sexto penal a Víctor Aristizábal y luego, como contra Brasil, Jorge Borelli convirtió el remate decisivo.

A la defensa del título le quedaba un último obstáculo. Argentina se mostraba carente de juego y contundencia, pero con la personalidad suficiente para seguir avanzando. Ni Leo Rodríguez ni Néstor Gorosito se adueñaron de la creación del juego argentino, mientras que Batistuta, hasta la final, venía con la pólvora mojada, y no lograron tanto Alberto Acosta como Claudio García convertirse en los acompañantes ideales del goleador histórico del equipo nacional.

El 4 de julio, en Guayaquil, ante 40 mil personas y con el arbitraje del brasileño Mario Rezende, Argentina se puso en ventaja a los 18 del segundo tiempo con la vuelta a las redes del “Batigol”, pero cuatro minutos después, de penal, Galindo igualó las acciones. Pero cuando la defensa mexicana se “durmió”, Simeone fue más rápido que todos y se apuró a hacer un lateral desde el costado derecho del ataque argentino. El “Cholo” habilitó al delantero de la Fiorentina, quien encaró hacia el área y con un remate cruzado volvió a vencer a Campos. 2 a 1, fin del partido y bicampeonato.

Luego vendrían tiempos turbulentos para aquel equipo, que, mientras tanto, le daba su último título oficial a un Seleccionado mayor argentino.

Las desilusiones que vinieron después...

  • El Seleccionado Argentino, luego de consagrarse campeón sudamericano en la Copa de Ecuador 1993, inició una extensa sequía de títulos que cumplió ayer dos décadas.

Luego de la coronación en Guayaquil, Argentina disputó la Copa del Mundo Estados Unidos 1994, donde quedó afuera en los octavos de final a manos de Rumania, tras el doping positivo de Diego Armando Maradona.

Un año después, ya bajo la dirección de Daniel Alberto Passarella, la Selección fue a Uruguay a jugar la Copa América 1995, en la que cayó en cuartos de final con Brasil, por remates desde el punto penal, con la recordada “mano de Tulio”. Dos años después, en Bolivia se jugó una nueva edición del certamen continental y el equipo del “Káiser” fue eliminado en la misma instancia ante Perú. Pero el objetivo mayor era el Mundial Francia 1998, donde, tras ganar el grupo y eliminar a Inglaterra, perdió en cuartos de final con Holanda.

A principios de 1999, asumió Marcelo Bielsa y ese mismo año afrontó su primer compromiso oficial al jugar la Copa América en Paraguay. La suerte fue la misma que en las ediciones anteriores: eliminado en cuartos de final por Brasil. La edición 2001 no contó con la participación de Argentina, ya que se decidió que el conjunto del “Loco” no se presente por falta de garantías en la seguridad, en el marco de la violencia generada por los enfrentamientos entre el gobierno colombiano y las Farc.

En 2002 se dio, tal vez, la mayor decepción de estos veinte años, cuando Argentina, que llegaba como amplia favorita, no logró superar la primera fase del Mundial Corea-Japón. Dos años más tarde, tras renovarle el contrato a Bielsa, Argentina afrontó la Copa América Perú 2004 y, luego de once años, accedió a una final. Sin embargo, fue Brasil el que se quedó con el título al ganar la definición por penales.

En el Mundial de Alemania 2006, Néstor Pekerman no pudo superar la barrera inexpugnable de los cuartos de final, donde cayó con Alemania por penales.

Tras esa Copa del Mundo, asumió, una vez más, Alfio Basile, quien tuvo como primer desafío la Copa América Venezuela 2007, en la que accedió a la final a paso firme, pero no pudo con el equipo de Dunga, que lo derrotó 3 a 0. A mitad de camino de las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010, Basile fue cesanteado de su cargo y asumió Diego Armando Maradona. En el primer campeonato mundial en tierras africanas, Argentina debió medirse otra vez en cuartos de final con Alemania, que esta vez se impuso 4 a 0.

El cargo cayó en manos de Sergio Batista tras un interinato y, en 2011, Argentina albergó el torneo continental y, una vez más, la eliminación tuvo lugar en el primer cruce eliminatorio. Fue en Santa Fe, por penales y ante Uruguay.

El Mundial 2014 será la próxima chance para terminar con semejante sequía y el conductor será Alejandro Sabella desde el banco de suplentes y Lionel Messi dentro del campo de juego.

"Teníamos un plantel fuerte, consolidado, y había 22 jugadores mentalizados con claro un objetivo. Era un grupo comprometido con la camiseta argentina, con ganas, ilusión y hasta el día de hoy que nos encontramos, recordamos ese equipo”.

Luis Islas

Fue uno de los arqueros de la selección en la Copa América 1993