Dramático rescate en Estanislao López

“La beba estaba morada cuando la pude sacar de la alcantarilla”

Leonel Serrano tiene 19 años y trabaja como gasista y plomero. Imprevistamente, en horas de la siesta de ayer, se vio en medio de una situación límite y él se calzó el traje de héroe. Irina, de un año y medio, le debe su vida.

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“Me raspé todo, en la espalda, la panza y las piernas para poder entrar a la alcantarilla, pero lo que importa es que la nenita está bien”, dijo Leonel esta mañana. Foto: Mauricio Garín

 

Joaquín Fidalgo

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“La nena gritaba desde adentro de la alcantarilla. Estaba muy asustada. La gente corría desesperada alrededor, pero nadie hacía nada. Yo no lo dudé y me metí de cabeza por el agujero. No sé cómo hice para pasar, porque era muy pequeño el espacio. Me raspé entero, la espalda, el pecho, pero ni me di cuenta en el momento”, recordó esta mañana Leonel Serrano, el joven de 19 años que ayer por la siesta se vistió de héroe en el barrio Estanislao López.

Todo ocurrió en el cruce de las calles de tierra Gorriti y Quintana. Irina Fontanella, de apenas 16 meses de vida, caminaba por el lugar acompañada por una hermanita un poco más grande que ella. En ese sitio se encuentra una pesada alcantarilla de desagüe a la que le faltan dos barrotes. La beba cayó por ese pequeño espacio abierto, a un pozo de aproximadamente 7 metros de profundidad. Irina quedó sumergida en el agua, pero enganchada de algunas ramas que evitaron que la arrastre el agua que corría por la cañería a gran velocidad.

“Yo estaba en mi casa, a media cuadra, pero salí por los gritos de la gente. Me acerqué rápidamente y cuando ví lo que pasaba, me tiré. Usé unas escaleras viejas que había en el desagüe para bajar y agarrar a la chiquita. Estaba morada cuando la tuve en los brazos. Tenía mucho frío, estaba congelada y asustada. Además, había tragado mucha agua también”, relató el muchacho.

“Algunos amigos que había arriba -agregó- ayudaron para poder sacar a Irina por entre los barrotes rotos y ponerla a salvo. Después me socorrieron a mí, porque quedé atorado”.

La pequeña Irina fue asistida primero por bomberos del Cuartel de la Zona Norte. Presentaba un cuadro de severa hipotermia y además había ingerido agua servida, por lo que se le practicó lavado de boca y fosas nasales. Luego, se la cubrió con una frazada y una ambulancia la trasladó hasta el Hospital Mira y López, donde se terminó de recuperar. Esta mañana, en perfecto estado, la beba ya había vuelto a su hogar.

Reconocimiento

La actitud de Leonel Serrano le valió el reconocimiento de los bomberos, que dedican su vida a este tipo de tareas. Esta mañana, estaba previsto que el mismo jefe de la Agrupación de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional I, Juan Carlos Aguirre Quintana, le entregue al “héroe” una plaqueta. “Desafortunadamente no pude asistir. No podía faltar a mi trabajo. Hago tareas de plomería y gas”, explicó el joven.

“Si Leonel no hubiera actuado heroicamente, habría ocurrido una tragedia. No tengo dudas de eso. Por este motivo, queríamos destacar lo realizado por este joven”, manifestó Aguirre Quintana este mediodía.

"Si Leonel no hubiera actuado heroicamente, habría ocurrido una tragedia. No tengo dudas de eso.

juan carlos aguirre quintana,

Jefe de la Agrupación de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional I.