“Con relación al mensaje de Josefina del día martes 13, sobre los recolectores de residuos, quiero comentar que por barrio Candioti Norte hace algunos días estos señores (recolectores) estuvieron pidiendo colaboración para la realización de un guiso. En mi caso me pidieron $ 30, pero solamente les di $ 10. El problema es que si uno no colabora, luego toman represalias. Es como el problema de los trapitos, que si no se les da plata, te rayan el auto. La Municipalidad debería controlarlos, y no dejar a los ciudadanos rehenes de estos personajes”. “A los rescatistas y bomberos voluntarios, tanto de Rosario como de las localidades vecinas, que han dado su tiempo y su tenacidad para intentar encontrar bajo los escombros de la conocida catástrofe a las personas que habitaban el edificio, es necesario hacerles un merecido reconocimiento. Nos llena de emoción, a pesar de la tristeza, saber que hay seres humanos que cumplen con su deber en una Argentina tan poco organizada por las autoridades pertinentes. Queda mucho por mejorar, pero el ejemplo de estas personas es un buen comienzo. ¡Gracias!”. “Por este medio, quería agradecer el servicio y la atención recibida por Unisem y el sanatorio San Gerónimo de Santa Fe. Mi madre tuvo un accidente doméstico importante, y la atención y rapidez de los servicios mencionados fue excelente. Gracias”. “Hay más de 9 edificios con cepo de gas, colocados por Litoral Gas, por pequeñas irregularidades. Unas torres en el barrio Las Flores II, en el Centenario y en un Pilay de calle Saavedra. Mientras tanto, yo estoy transitando los días más fríos del año con una estufita eléctrica, puesta al lado de mi hija que tiene sólo 3 semanas de vida. Como siempre en este país hay que esperar que pase una tragedia para empezar a hacer las cosas bien. ¡Gracias Litoral Gas! ¡La estamos pasando bárbaro!”. “Señor intendente, por segunda vez lo votamos y le dimos nuestro voto de confianza, pero ¿hasta cuándo tenemos que ver a los carros con caballos maltratados, en el centro, los bulevares y las avenidas? Por otro lado, me gustaría preguntarle: ¿era necesaria una muerte para empezar a tomar medidas y sacar a esos jóvenes de los semáforos? Nos vemos agredidos permanentemente por ellos, y lo denunciamos constantemente sin que nadie nos escuche. Sé que es parte de esta realidad cruel, pero algo tienen que hacer, por el bien de todos y de los pobres caballos que son castigados diariamente. Gracias por el espacio”. “Los cerca de 2.000 afiliados al Iapos, obra social de los empleados de la provincia de Santa Fe, que vivimos en Capital Federal, somos afiliados de segunda categoría. ¿Por qué digo esto? Porque no disponemos de las mismas prestaciones con que cuentan los que están radicados en Santa Fe. Por ejemplo, y me voy a referir a mi caso particular: yo debo someterme a una cirugía de implante de rodilla que va a implicar que, para salir del hospital y para las visitas de reconocimiento médico que deberé hacer en los primeros veinte días del posoperatorio, deba desplazarme en ambulancia. Pero he aquí que la delegación Buenos Aires del Iapos no tiene contratado ese servicio, por lo tanto los afiliados, en su mayoría jubilados, debemos asumir ese gasto, o no operarnos. Por supuesto que existen muchísimas otras circunstancias en que la persona enferma necesita el servicio de ambulancia; pues bien, en la Capital Federal, Iapos no cubre ese servicio. Y esto de las ambulancias, como dije antes, es sólo un ejemplo”. “Referido al fatal hecho ocurrido con un limpiavidrios en la Av. Alem quiero expresar mi molestia por el artículo del diario que lo informa. No se puede novelar eso. Se debe contar la realidad de lo que ocurrió: un limpiavidrios se trepó al camión en marcha (ilegalmente) y luego cayó y fue pisado por el vehículo, el camionero siguió viaje (ilegal). Muchas veces por semana transito por esa vía y observo la forma de trabajar de esos muchachones. Cualquiera se da cuenta de que están arriesgando sus humanidades a cada momento, se meten entre los autos aunque éstos estén en movimiento. Y teniendo en cuenta dichas circunstancias, este tipo de accidente en algún momento tenía que ocurrir. Ahí lo tienen. ¡Soluciones, autoridades!”. “A mis vecinos de barrio Siete Jefes y barrio Candioti, que en este mismo espacio se pelean por los ruidos molestos que realizan los trenes del Belgrano Cargas quiero decirles dos cosas: en primer lugar, sí, los ruidos molestan, sobre todo a la madrugada; pero también es cierto que desde siempre fue así en el barrio. De hecho hará unos diez o veinte años el movimiento en las vías era mucho más importante y el sonido de las bocinas mucho más frecuente. De todas formas, lo que me preocupa de las posturas de ambos señores, es que ninguno de los dos hace referencia a la boca de lobo que es esa zona, sector hacia el que huyen todos los ladrones que nos roban a los vecinos de ambos barrios. Eso me parece mucho más grave que los ruidos molestos y que las discusiones entre dos lectores. Bueno sería que la Municipalidad tome cartas en el asunto, ilumine bien toda esta zona, diseñe un par de calles más que unan a ambos barrios y generen un poco de movimiento en las vías. También sería bueno que la policía alguna vez allane las casas que se encuentran detrás de los vagones y recuperen todas las cosas que diariamente nos roban. Muchas gracias a El Litoral por este espacio del lector”.
