al mArgen de la crónica

La llama

Tras generaciones de hegemonía del perro y el burro como guardianes de los rebaños de ovejas en los Alpes de Suiza, los pastores locales han encontrado en la llama, el camélido oriundo de los Andes, un nuevo aliado contra los ataques de lobos y linces.

El carácter atento y curioso de estos camélidos andinos, y su comportamiento en el terreno son algunas de sus ventajas, según los ganaderos.

Bajo esta perspectiva, la Asociación Suiza para el Desarrollo de la Agricultura y del Espacio Rural (Agridea) ha decidido utilizarlos en una fase de prueba y empezado con veinte ejemplares que protegen actualmente algunos rebaños.

“Hemos decidido experimentar con las llamas en pastos pequeños donde la presión del lobo, aunque existe, es menor. Además, son animales con gastos de mantenimiento muy pequeños”, declaró Daniel Mettler, responsable de los dos proyectos pilotos con llamas que Agridea lleva a cabo en Suiza.

El propio presidente de la Federación Suiza de Ganado Ovino, German Schmutz, decidió experimentar con una llama, a la que decidió llamar “Lusko” y a la que se le encargó proteger a más de 250 ovejas que unos 30 pastores pasearon por los pastos del valle de Petit-Mont en Gruyére.

“Al principio fue bastante difícil porque se mostraba muy agresiva, pero ahora todo va mucho mejor y se ha vuelto más calmada”, comentó el pastor Schmutz, quien consideró que una ventaja de la llama es que, contrariamente a lo ocurre con los perros, no ladran cada vez que pasa alguien por su lado.

Por otra parte, el pastor Hubert Tinguely, señaló que alimentar a la llama es más simple porque come hierba como las ovejas, mientras que a los perros hay que darles otro tipo de comida. Además la llama, que es pariente del camello, necesita poca agua. El futuro de las llamas dependerá entonces de la evolución del pastoreo en Suiza, ya que su uso responde a circunstancias específicas, que son la de pastos pequeños y una menor presión del lobo.