El árbol: fuente de vida

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Foto: Archivo/Alejandro Villar

 

El Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Provincia de Santa Fe 1º Circunscripción, a través de su Subcomisión de Arbolado y Espacios Verdes Públicos, destacó esta semana la importancia de los árboles para la vida humana y en sociedad, a raíz de haberse celebrado el pasado jueves 29 el “Día del Árbol” en la Argentina.

Instituida en 1900, la celebración tiene a finalidad de fomentar la plantación y el cuidado de los árboles y crear conciencia acerca de su importancia. “El árbol es vida, no por el simple hecho de ser un ser vivo sino por la trascendental labor de ser dador de vida, responsable de mantener la vida de otros organismos”, explicaron desde la institución.

Son árboles son responsables del un proceso clave, por el cual lo inorgánico cobra vida: la fotosíntesis. Ellos mismos son grandes masas fotosintéticas que transforman la energía solar en energía química, captan dióxido de carbono y liberan el preciado oxígeno que utilizan los organismos superiores en la respiración para obtener la energía necesaria para la vida.

Las masas arbóreas, cumplen otras funciones en la naturaleza, además de su rol en el ciclo del carbono y el balance de oxígeno, no menos importantes. Intervienen complejamente en el ciclo del agua, regulan el régimen de lluvias haciéndolo menos errático. Mantienen la fertilidad y la estructura de los suelos, permitiendo que el agua de lluvia infiltre lentamente en el perfil y no escurra con rapidez. Un suelo que pierde su cubierta boscosa se encamina a la erosión. Además, los bosques actúan como moderadores de la temperatura y atemperan el efecto del viento.

“La vida del hombre ha estado ligada a la existencia de los árboles desde los comienzos de la humanidad, a tal punto que resulta difícil pensar en algún aspecto de su vida en que no haya obtenido beneficios de los árboles”, reflexionaron los agrónomos. Alimentos, vivienda, refugio, calor, muebles, medios de transporte, medicinas, armas, juegos, son algunos de los elementos que el hombre ha obtenido de ellos.

Sin embargo, advirtieron que “la deforestación amenaza al planeta desde el momento en que el hombre arrasó por primera vez un bosque sin temer consecuencias”. Incluso, afirmaron que “los bosques y selvas fueron diezmados y continúan perdiéndose a diario pese a la protección de las leyes y los insuficientes controles”.

En las ciudades, en tanto, el arbolado público es tan importante que “debe ser considerado un servicio público más, comparable a los servicios de alumbrado público, red de agua potable, etc”. Por ello, desde la Subcomisión remarcaron que “es responsabilidad de los gobiernos trabajar para mantener y mejorar la calidad de este servicio, difundiendo sus virtudes”. Y los vecinos, así como tienen el derecho a recibir los beneficios del arbolado también tienen el deber de no dañarlo. “Es delito podar por cuenta propia los árboles de alineación, extraerlos, afectarlos con químicos y plantar ejemplares en la vía pública sin la autorización de las autoridades municipales o comunales”, recordaron los profesionales.