El megaoperativo antidrogas en Funes

Un laboratorio, un narco y una larga historia detrás

  • Delfín David Zacarías, de 48 años, era uno de los mayores productores de cocaína en la región. La cocina que allanaron en Funes tenía capacidad para fabricar 100 kilos de droga por día. Este hombre fue investigado por la Subsecretaría de Delitos Económicos, luego de empezar a edificar una mansión de cuatro pisos frente al río en San Lorenzo.
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El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, encabezó ayer el operativo.
Foto: Télam

 

Germán de los Santos

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El chalet está ubicado en Las Achiras 2528, a la altura de la garita 16 bis de Funes, donde se encuentra el histórico arco del country de esa localidad. A las seis de la mañana, cuando arribaron una docena de efectivos de la Policía Federal provenientes de Buenos Aires a la casa pintada de celeste pastel, estilo inglés, estaba Delfín David Zacarías, de 48 años, con parte de su familia, compuesta por su mujer, Sandra, su hijo Joel y su hija Flavia, que según la acusación de la Justicia federal, también participaban de la banda. En el extenso patio de unos 30 metros, con alambrado perimetral, que posee una pileta y una casa de madera para chicos, había dos vehículos, una camioneta Asia Chery Tiggo y un VW Fox color negro.

En ese barrio de calles de tierra, arbolado, repleto de casas de fin de semana, donde muchos buscan tranquilidad y escapar del ruido de Rosario, funcionaba un laboratorio de cocaína, que el propio secretario de Seguridad, Sergio Berni, que arribó al lugar en un helicóptero poco después de las 14, catalogó como “el más grande del país”. La “cocina” tenía capacidad para producir 100 kilos de cocaína por día.

Operación “Flipper”

Al mediodía, los efectivos de la Federal que participaron en el operativo empezaron a pegar carteles en lugares visibles del garaje de la casa con la leyenda “operación Flipper”.

El nombre del famoso cetáceo que fue protagonista en varias películas infantiles de los ‘80 daba algunos indicios, que luego confirmó el jefe de Drogas de la Policía Federal, Néstor Roncaglia. El narco detenido dentro del chalet era Delfín David Zacarías, un hombre de 48 años, que purgó una condena en Coronda en 2005, pero que a partir de 2009 se hizo demasiado visible en San Lorenzo, donde residía. Allí empezó a construir una mansión de cuatro pisos frente al río y un megagimnasio, que despertó sospechas entre los vecinos. Como esas construcciones infringían el código urbano de esa ciudad, el Concejo Deliberante le dio una excepción para que pudiera edificar. A cambio, Zacarías prometió “apadrinar” la construcción y mantenimiento de una plaza y financiar el alumbrado público de nueve cuadras. Prometió además que iba a hacer las gestiones para que en el predio se instalara un local de McDonalds y una cadena de cines. A los vecinos les gustó la idea.

Antecedentes

Como publicó El Litoral hace dos semanas, Zacarías empezó a ser investigado por la Subsecretaría de Delitos Económicos, a cargo de Margarita Zabalza, a partir de una denuncia que presentó en octubre pasado un ex funcionario de la Municipalidad de San Lorenzo. Este hombre radicó su imputación en la Unidad Regional de la zona y en el Ministerio de Seguridad, que inició una pesquisa sobre el entramado económico que poseía la familia Zacarías. Delfín que figuraba con el 10 por ciento de una SRL, a nombre de su mujer, la remisería Frecuencia Urbana había adquirido 40 inmuebles, 36 de los cuales los había comprado en menos de un año. Y también tenía una importante flota de 11 vehículos, entre ellos cuatro importados de alta gama.

Al finalizar el informe, que fue uno de los primeros que realizaron tras la creación de ese organismo luego de la detención del ex jefe de la Policía Hugo Tognoli, la cartera que dirige Raúl Lamberto giró el documento a la Fiscalía Nº 3, a cargo de Mario Gambacorta, quien remitió esa documentación al fiscal subrogante Juan Patricio Murray.

Después de todas las implicancias políticas que tuvieron las investigaciones por narcotráfico en Santa Fe, que arrancaron el año pasado con la detención de Tognoli, el arribo de la Policía Federal y del propio Berni despertó algún tipo de resquemor en el gobierno provincial. Y se gestó cierta competencia por quién había investigado primero al narco detenido en Funes.

Otros allanamientos

A la par del operativo en el chalet de Funes, la Policía Federal realizó 14 allanamientos en Rosario, Buenos Aires y el conurbano que arrojaron la detención de 12 personas además del secuestro de más de 2 mil litros de precursores químicos para la elaboración de la droga, once vehículos y dinero en efectivo. En Las Achiras 2528, encontraron 69 ladrillos empaquetados de lo que se denomina pasta base, 26 bidones con precursores químicos que sumaban más de dos mil litros y que habían sido comprados en Buenos Aires un día antes. Además, 40 bolsas azules que contenían cocaína procesada y además se podían ver varias bolsas de supermercado y bolsones llenos de cocaína. También hallaron una lámpara secadora de droga de grandes dimensiones, dos prensas hidráulicas para compactar, un secarropas, una bandeja enorme de secado, balanzas de precisión y rollos de nylon para armar los paquetes. También encontraron dinero en efectivo entre pesos y moneda extranjera. “Dejamos de contar en los 12 millones de dólares, pero todavía falta”, dijo Berni ante los medios.

“Esta investigación la iniciamos en marzo pasado con el fiscal Federal, Patricio Murray, y con el personal de la superintendencia de Drogas Peligrosas, a raíz del desprendimiento de otra investigación menor por venta de droga en Rosario”, explicó el funcionario nacional, quien agregó: “Estábamos convencidos de que había que investigar porque sabíamos que acá en Rosario existía una gran producción y transformación de cocaína en pasta base para su posterior comercialización”. “Tenemos detenida a la banda completa, la que creemos, era el corazón sobre la cual giraba el problema del narcotráfico en Rosario”, sostuvo y aclaró que “no es frecuente” que una misma organización “centralice todo en un solo lugar”.

Zacarías había denunciado a la Federal por extorsión

 

De la redacción de El Litoral

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Corresponsalía Rosario

Delfín David Zacarías conocía bien a los policías de la Federal. Quizá por ese motivo el Ministerio de Seguridad de la Nación evitó que participaran efectivos de la delegación local de esa fuerza en el operativo denominado Flipper. Delfín se convirtió el año pasado en denunciante de la Policía Federal por un hecho de supuesta extorsión.

El hecho ocurrió el 24 de junio de 2012 y le costó el cargo al entonces flamante jefe de Drogas de la Federal en Rosario Gustavo Serna. Ese domingo en la empresa Frecuencia Urbana SRL, de Ganadero Baigorria, propiedad de Zacarías y su mujer, quien también fue detenida en Funes, fue escenario de un intento de extorsión por parte de agentes de la Policía Federal, que terminó con el apartamiento por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación, de Gustavo Alejandro Serna, el sargento Hernán Desimone y el cabo primero Juan Mendoza. La entonces ministra Nilda Garré se enteró por los diarios del hecho y tras la presión que ejercieron otros dirigentes políticos decidió que Serna diera un paso al costado.

El 24 de junio a las 23, los suboficiales Desimone y Mendoza fueron hasta la remisería en un utilitario Renault Express blanco con chapa ART 316, un vehículo secuestrado y afectado a la fuerza pero no identificable como móvil policial. Ambos ingresaron al comercio y le exigieron al operador telefónico de turno que llamara a los dueños de la empresa. Como el operador no pudo contactar al propietario procedieron a allanar el local sin orden judicial alguna y sin testigos. Entonces, le ordenaron al trabajador, según el texto de la denuncia, que los dueños acudieran a la brevedad con 100 mil pesos, porque de otro modo plantarían droga en la remisería.

Los policías sabían con quién trataban, que el dueño era Delfín Zacarías ya había purgado una condena en Coronda en 2006. Los choferes nocturnos de la remisería y algunos vecinos del local fueron testigos, al menos, de que algo en extremo anómalo ocurrió. Luego se hizo la denuncia y Garré apartó a Serna, quien después trascendió que poseía en su foja otros antecedentes.

Amenazas a funcionarios

El ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Raúl Lamberto, fue amenazado nuevamente de manera anónima a través de un mensaje de texto.

La amenaza tuvo como destinatarios al ministro Lamberto, el secretario de Seguridad de Seguridad Pública de Santa Fe, Matías Drivet, y el jefe policial de la provincia, Omar Odriozola.

Si bien no trascendió el contenido del mensaje de texto, pudo saberse que el teléfono desde donde se originó la amenaza habría estado registrado en Mar del Plata.

El episodio ocurrió ayer a la tarde y estaría relacionado con las investigaciones, allanamientos y detenciones que resultaron en un golpe al narcotráfico en la provincia.

La fiscal Graciela Argüelles recibió la denuncia y está cargo de las actuaciones.

No es la primera vez que el ministro Lamberto sufre una amenaza anónima. El pasado 14 de junio se recibió un llamado en un juzgado luego de que se hallara en la zona sur de la ciudad un depósito con 60 kilos de cocaína, aseguraban que se estaban preparando eventuales atentados contra la vida el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna, el ministro de Seguridad Raúl Lamberto y el personal que trabaja en los operativos destinados a perseguir a esos grupos criminales en Rosario.