Definiciones sin precedentes

Francisco pidió compasión para las ovejas descarriadas

  • En una entrevista concedida a una revista de la Compañía de Jesús, el Papa habló largamente sobre el divorcio, el aborto y los homosexuales. “Dios acompaña a las personas y nosotros debemos acompañarlas a partir de su condición”, afirmó. Dijo también que nunca fue de “derecha”, pero admitió que su autoritarismo alguna vez le trajo problemas.
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Cuando las definiciones del Pontífice se conocían en Roma, Francisco recibía en su despacho a Mauricio Macri, su esposa y su pequeña hija.

 

Agencias Télam, EFE y DPA

El Papa Francisco afirmó que es necesario “acompañar con misericordia” a divorciados, homosexuales y mujeres que hayan abortado, y señaló que evita hablar sobre estos temas porque exigen hacerlo “en un contexto” y no al modo de “doctrinas a imponer con insistencia”.

Jorge Bergoglio lo afirmó en una extensa entrevista de 29 páginas que le realizó el padre Antonio Spadaro para la publicación jesuita Civiltà Cattolica que fue dada a conocer ayer en Roma.

“Es necesario siempre considerar a la persona. Aquí entramos en el misterio del hombre. En la vida, Dios acompaña a las personas y nosotros debemos acompañarlas a partir de su condición. Es necesario acompañar con misericordia”, dijo el Papa, al ser consultado sobre esos temas espinosos.

“No podemos insistir sólo sobre las cuestiones vinculadas con el aborto, el matrimonio homosexual y el uso de métodos anticonceptivos. Esto no es posible”, dijo el Papa y agregó: “No hablo mucho de esas cosas, y por ello he sido cuestionado. Pero cuando se habla, se necesita hacerlo en un contexto”.

“Tenemos que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de naipes, de perder la frescura y el perfume del Evangelio”, afirmó Francisco.

“Una vez un persona, para provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta “Dime, Dios cuando mira a una persona homosexual ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena?”, cuenta como anécdota.

De la entrevista también se desprende la importancia que el Pontífice da al tema de las mujeres. En su opinión, “es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia, temo la solución del machismo con faldas porque la mujer tiene una estructura diferente al varón, pero los discursos que oigo sobre la mujer a menudo se inspiran en una ideología machista.La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que ésta desempeña. La mujer es indispensable para la Iglesia”.

En el mismo sentido, pidió “misericordia” para la mujer que haya abortado y la situación “le pesa enormemente” y “está sinceramente arrepentida”.

Ante otra consulta, Francisco dijo que desconfía siempre de su primera decisión, por lo que admitió que le lleva tiempo decidir, aun en materia de “reformas” dentro de la Iglesia católica.

“Desconfío de las decisiones tomadas de forma improvisada. Desconfío siempre de la primera decisión, es decir de lo primero que me viene a la mente para hacer cuando debo tomar una decisión”, sostuvo.

“La Iglesia es la totalidad del pueblo de Dios y con la que debemos sentir que es la casa de todos. No se trata de una pequeña capilla que contiene a un grupito de personas seleccionadas”, afirmó

Inclinaciones

En otro tramo de la larga entrevista, el Papa Francisco sostuvo que “nunca” fue de “derecha”, pero admitió que su forma de actuar “autoritaria y rápida de tomar decisiones” como superior de la Compañía de Jesús en Argentina le creó problemas.

“En mi experiencia de Superior de la Compañía, si soy sincero, no siempre me he comportado así, haciendo las consultas necesarias. Me encontré ya Provincial cuando todavía era muy joven. Tenía 36 años: una locura. Había que afrontar situaciones difíciles, y yo tomaba mis decisiones de forma brusca y personalista”, relató. En ese contexto, recordó que “corrían tiempos difíciles para la Compañía: había desaparecido una generación entera de jesuitas”.

En cuanto a su forma de actuar dentro de la Compañía, Bergoglio reconoció que su “forma autoritaria y rápida de tomar decisiones” lo llevó a tener “serios problemas y a que me acusaran de ser ultraconservador”.

“Viví un tiempo de gran crisis interior cuando estaba en Córdoba. Eso, no he sido como la Beata Imelda, pero nunca he sido de derechas. Fue mi manera autoritaria de tomar decisiones lo que creó problemas”, insistió.

En cuanto a la Compañía de Jesús, Francisco destacó tres cosas: “Su carácter misionero, la comunidad y la disciplina. Curioso esto, porque yo soy un indisciplinado nato, nato, nato. Pero su disciplina, la forma de ordenar el tiempo, me sorprendió mucho”.

“No cambia la actitud de la Iglesia”

Respecto de las declaraciones del Papa Francisco a la revista jesuita Civiltà Cattolica, esta mañana Mons. José María Arancedo destacó que “su actitud es de una cercanía que lleva a la Iglesia no sólo a salir sino a mirar con ojos de amor a todos los hombres, más allá de la circunstancia en que se encuentran”.

El arzobispo de Santa Fe insistió en que la postura del Papa en los temas centrales de la vida moral como el aborto o el matrimonio “sigue siendo igual. Lo que cambia es una actitud frente a las personas. No es un cambio en lo doctrinal”. En este sentido, agregó que “la actitud de apertura, de misericordia, de cercanía con la gente” del Sumo Pontífice “viene del Evangelio: no cambia la actitud de la Iglesia. Lo que piensa sobre el aborto es lo que piensa la Iglesia, incluso que el aborto es algo malo en forma intrínseca”.

En concreto, respecto del aborto, “la Iglesia es muy clara, incluso Francisco ha sido muy claro”. En cuanto a la homosexualidad, “lo que dijo es lo que establece el Catecismo de la Iglesia Católica: Dios crea al hombre varón y mujer, y esa distinción es algo que pertenece al designio divino, una diversidad llamada a complementarse y no a oponerse. La actitud frente a una persona que quiere tener una relación homosexual será de respeto a la persona pero no a desandar la doctrina de la Iglesia”.

Desde allí, manifestó que la postura de Francisco en lo doctrinal “sigue siendo la misma de la Iglesia”; y frente a personas que difieren con ésta “propone una actitud de cercanía, de acompañamiento, de respeto. En este contexto creo que hay que entenderlo a Francisco. No está cambiando un Evangelio que lleva dos mil años en la Iglesia; tiene un gesto de cercanía, de presencia y de amor. Pero, insisto, no desdice lo que la vida, el aborto, el matrimonio y el amor significan para la Iglesia”.

A modo de conclusión, monseñor Arancedo coincidió con Francisco en “no estar obsesionados por temas puntuales de la vida matrimonial o moral, del aborto. No olvidemos que la misión de la Iglesia es predicar a Jesucristo; no hagamos que la agenda de la Iglesia sean sólo esos temas. La Iglesia predica positivamente el tema de la vida, el matrimonio, predica a Jesucristo, no sólo en su defensa sino también en una actitud positiva. No debemos obsesionarnos con estos temas, no debemos olvidarnos positivamente de la vida, del matrimonio ni de Jesucristo, quien da sentido a la vida del cristiano”.