Rechazo a proyecto del Iapos

LIDIA DE AV. CAPUTTO

“Yo pregunto: ¿qué quiere el senador justicialista Pirola?

¿Destruir Iapos con su proyecto de incorporar 26 mil pensionados, que

sumados a sus familiares orillan las 100 mil personas, dado que dentro de la 5110 están las madres desamparadas con numerosa prole? Con aportes totalmente insuficientes, como lo son $ 30 mensuales, no se puede cubrir la

mínima atención médica. Piensen que estamos hablando de un peso por día, con ese dinero no se sube ni a un colectivo. Deberían considerar que la mayoría de ellos requiere gran demanda de asistencia, ya que es gente con problemas de ancianidad, invalidez, etc., y recordar que hace algún tiempo incorporaron a ex combatientes de Malvinas. A todo esto, ¿consultaron

primero si estaban de acuerdo los legítimos propietarios de Iapos, los

empleados públicos y jubilados provinciales? Porque hasta donde yo sé, Iapos no es ni de los senadores, ni de los diputados. Y ya que disponen de un modo tan arbitrario de la obra social sostenida por nuestros aportes, ¿por qué en lugar de tenernos cautivos no nos liberan como hacen otras obras sociales, permitiéndonos a cada uno elegir la que más nos convenga? Pregunto: ¿qué pasa con los actuales delegados gremiales? ¿¡Será que porque ya no está Maguid ya no hay quién defienda nuestros legítimos derechos frente a avasallamientos como éste? Si ese sector necesita una asistencia médica especial, ¿por qué no se les crea una obra social propia sostenida por Rentas Generales, en lugar de cargarlos en la nuestra, que al presente se maneja con muchas dificultades económicas, en razón de que los insumos médicos se cotizan a valor dólar? ¡Yo no quiero pensar si se aprueba este proyecto, lo que va a ser conseguir un turno de un médico, más aún una internación y los recortes que se van a hacer en las prestaciones! Según trascendidos, en Osecac, a raíz de la incorporación del personal doméstico, para una consulta con un oftalmólogo, ahora hay que esperar noventa días. ¡Es increíble que dieciocho senadores y cuarenta diputados decidan a su arbitrio sobre una obra social que tiene miles de afiliados, sin hacer la mínima consulta a los mismos, a través de asambleas. Lo que se está haciendo es totalmente injusto. Es inconcebible que con el afán de conseguir votos para las próximas elecciones, no reparen en llevar a cabo semejante daño. Ahora todo depende de la Cámara de Diputados. El doctor Bonfatti no puede hacer nada, porque en caso de vetarla, volvería a la Cámara de origen. Allí con los dos tercios, o sea con el voto de trece senadores, este desdichado proyecto se convertiría en ley”.

Gritar en el desierto

GRACIELA DEL CENTRO

“A todos los ciudadanos que amamos y respetamos los animales se nos está terminando la paciencia. Hemos pedido en todas las formas posibles y lo seguimos haciendo, que se prohíba la tracción a sangre y la pirotecnia ruidosa, absurda y contaminante. Pero las autoridades no saben, no quieren, o no pueden cortar de cuajo ambos flagelos con la fuerza de la ley. Mientras tanto, habrá otra yegua que tirando un carro muy pesado se desplome y muera pariendo en la calle, o a otros perritos que les estalle la cabeza por la maldita pirotecnia de gente que, en forma impune, defiende sus derechos”.