Ravenna renueva su apuesta en Santa Fe

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Los Dres. Daniel Fontana, gerente general de la sede Santa Fe; José Luis Álvarez, gerente general de la sede Buenos Aires; Máximo Ravenna, director médico del Centro Terapéutico que lleva su nombre; y Rubén Farías, director médico de la sede Santa Fe.

Con la presencia de su director médico, el Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna inauguró una reestructuración de su sede en nuestra ciudad. El profesional recordó cuáles son los fundamentos de su método para adelgazar, que lleva más de 27 años vigente.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.

El 26 de septiembre pasado se dejó inaugurada la reestructuración de la sede local del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna, actividad que contó con la presencia del Dr. Máximo Ravenna, su director médico y creador del método para adelgazar que propone la institución.

La sede funciona en Urquiza 2950 de nuestra ciudad y cuenta con un gimnasio, centro de reuniones para el grupo terapéutico, bar donde los pacientes pueden acceder a una alimentación saludable, además de consultorios y la tecnología necesarios para llevar adelante el método para adelgazar.

Un grupo interdisciplinario de profesionales tiene a su cargo a los 400 pacientes que se encuentran bajo tratamiento (grupal e intensivo, según la gravedad de cada caso), aunque el Centro Terapéutico cuenta con más de 3.000 pacientes históricos, desde junio de 2009.

En su mayoría son mujeres, de entre 40 y 60 años en promedio, a pesar de que no es cierto que las mujeres engordan más que los hombres. Sin embargo, algunos hombres también concurren al centro cuando presentan algún problema físico o sus mujeres les dicen que adelgacen, y algunos otros por cuestiones estéticas. Sin embargo, también hay mucha gente joven con trastornos compulsivos, incluso niños.

Nutricionistas, profesores de actividad física, psicólogos, coachs, terapeutas, obesos recuperados, médicos clínicos y especialistas (como traumatólogos, dermatólogos, entre otros) trabajan con estos pacientes.

El profesional explicó que “hicimos una reestructuración de la franquicia, ya que no se cerró sino que se hizo un by-pass, para encontrar la sintonía fina y reactivar el trabajo y las nuevas ideas que van confluyendo, comprometiendo una mayor presencia de nuestro equipo acá y un intercambio con la gente de Santa Fe en Buenos Aires”.

Se trata -continuó- de una cuestión de aggiornamiento que hay que hacer continuamente, recreando energías, reafirmando ideas, puntos de vista y método, que se actualiza porque no puede quedar enquistado en una técnica valiosa porque es mucho más que eso. Nuestro método es una técnica que puede usar cualquier persona pero, si no recibe un refre-shing continuo ni se profundiza, a la larga se diluye.

TRATAR UNA ADICCIÓN

El método para adelgazar ideado por el Dr. Máximo Ravenna está vigente desde hace más de 27 años y, según opinó, “el boca a boca de la gente” contribuyó con este logro. Por eso el Centro Terapéutico ya cuenta con cerca de 58.000 pacientes en todas sus sedes: varias franquicias en Argentina (Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe, Salta, General Roca, Córdoba, Bahía Blanca, entre otras localidades); Brasil (Salvador, San Pablo y Brasilia); España (Madrid); Uruguay (Montevideo) y Paraguay (Asunción).

“Quería tener éxito en mi coherencia, que lo que pensaba lo hiciera. Tenía una mirada al escuchar a muchos gordos trabajando en otro lado. Me hacían acordar a lo que dicen las personas que fuman, o las que están en la droga. Mi experiencia como psicoterapeuta también me hizo conocer qué piensa un adicto, que siempre se escuda en que está deprimido, que la madre le pegaba de chico, etc.. Siempre uno se llena de explicaciones teóricas que cierran perfecto para seguir usando lo que a uno le viene bien y le da placer inmediato, como es la comida”, planteó.

En este sentido, advirtió que su trabajo “se fue acercando cada vez más al que se logra hacer en las adicciones. Allí, uno tiene que ser muy firme, severo, desdramatizar pero -al mismo tiempo- profundizar, y darle continuidad, que es la clave del trabajo en el largo plazo”.

En tanto, remarcó que “el comer es un cable a tierra frente al estrés de la vida cotidiana y es uno de los placeres básicos de la vida. Pero cuando entra en una característica de voracidad ya no es placer sino una falta de límites, un exceso. Me tiene que llamar la atención y preguntarme: ‘Después de que comí y gocé, ¿qué más estoy haciendo con la comida?’. Antes se decía que estabas metiendo todas tus otras frustraciones pero -por otro lado- te dicen que no estás haciendo otra cosa que ser receptor pasivo, de que la comida ahora te come a vos”.

ATRAPADO EN LA COMIDA

Por otra parte, Ravenna recordó que “el método no es una dieta sino una manera muy buena de ver la estructura interna de una persona, ayudada por una nueva manera de comer que no es pedante. Comer sano o light es, principalmente, comer con una medida adecuada las normales cuatro comidas y, sobre todo, empezando a detectar cuáles son los alimentos que son gatillos disparadores del descontrol”.

Y aclaró que “no es uno solo el que está loco sino que es el alimento el que enloquece como cualquier droga. El que se despegó del alcohol, del tabaco, del juego, de la cocaína o lo que fuera sabe del enajenamiento que padecía cuando estaba atrapado y no quería escuchar a nadie sino seguir nada más que con el vínculo enfermizo y la necesidad creada. Cuando uno deja de lado las empanadas o el chocolate por un tiempo se da cuenta de la libertad que tiene y cuando incrementa la manzana, la berenjena, el tomate o la carne magra se da cuenta que mantiene la libertad. No es una cuestión de morirse de hambre sino de no estimularlo con los alimentos que lo consiguen, ni estimular el cerebro ni el paladar con una excitación innecesaria”.

Por último, agregó que “se tiene que hacer un tratamiento continuo, compacto, contiguo, con trabajo grupal, con actividad física moderada, pero con un trabajo intenso a nivel de pensamientos, reflexiones, sensaciones, emociones, todas que cosas que -muchas veces- la comida se lleva puestas. Es todo una sanación que estamos proponiendo en todos los lugares donde podamos estar, que la gente lo toma con mucho placer, le vaya como le vaya. Le va a ir bien si cumple. Todas las dietas rebotan, al igual que todos los métodos con pastillas o los quirúrgicos. Cuando se empieza a comer de más se sabe que vuelve al lugar cómodo que conoce el cerebro y el cuerpo reclama más gordura”.