Juventud, divino tesoro
La semana exhibió ejemplos de juventudes dispares, que buscan insertarse en la realidad nacional a través de distintos caminos. El compromiso social, entendido de diversas maneras.
Federico Aguer
El caso Cabandié, me hizo acordar al affaire de Herminio Iglesias quemando el cajón pintado con los colores de la UCR en las elecciones de 1983. En aquel entonces, la foto fue un golpe durísimo para el justicialismo en las presidenciales que finalmente llevaron a Raúl Alfonsín al poder. En esta oportunidad, el tiempo dirá hasta dónde una sociedad está harta de la soberbia, la impunidad del poder y la falta de ética de los funcionarios. Cabandié debería renunciar por propia vergüenza u hombría de bien, aunque el ejemplo del multiprocesado presidente en funciones ayuda poco a marcarle el camino.
El fin de semana pasado se llevó a cabo un nuevo Congreso de Jóvenes de CRA que tuvo como eslogan “Iniciando un mañana con valores, libertad y producción sustentable”. Esta vez, el evento fue convocado y organizado por el Ateneo de la Sociedad Rural de Chajarí, entidad que forma parte de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER), integrante de Confederaciones Rurales Argentinas. El movimiento ateneísta de CRA es uno de los más fuertes espacios juveniles del sector agropecuario y ya trabaja con una sólida mesa coordinadora a nivel nacional que crece en gente e ideas.
Simultáneamente, más de 900 estudiantes universitarios se juntaron en Rafaela para capacitarse y conocerse, detrás de la quimera productiva de la lechería, con un fogón y guitarreada de por medio.
Ejemplos sobran, en una u otra dirección. Es de esperar que una sociedad que se ha “dormido” mientras la corrupción y la impunidad corroen el futuro, les dé paso a nuevas generaciones que apliquen el compromiso social de manera honesta y mirando el largo plazo.
En el campo, los pueblos y las ciudades de todo el país, miles de jóvenes se esfuerzan por aprender, superarse e insertarse en le mercado laboral de la mejor manera. Algunos optaron por la militancia rentada como sustento, otros siguen apostando a dar.
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