Alimento para el futuro

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Desde primera hora, niños de todas las edades concurren en busca del vital alimento.

En Las Heras 8040 funciona la copa de leche “Pequeños gigantes”. Allí asisten niños, niñas y embarazadas de barrio Guadalupe Oeste. Cuentan con el apoyo de donantes voluntarios y del Rotary Club. Pero las necesidades se multiplican, así que toda colaboración es bienvenida.

TEXTO. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. MAURICIO GARÍN

Para quien supo de mesas largas y familias reunidas alrededor de una comida, por más sencilla que ésta sea, ese imprescindible amoblamiento remite a sabores, a una pausa, a un momento compartido, a la satisfacción de un derecho humano básico. Cuando ese espacio es inexistente y también falta todo lo que involucra, aparece la solidaridad como paliativo, mientras se intenta solucionar la situación de fondo.

Por eso, lo primero que llama la atención al ingresar a la casa de Las Heras 8040 es que hay una gran mesa donde apoyar cosas y sillas donde sentarse. Y niños y niñas de todas las edades esperando un alimento, cobijados del sol, la lluvia o el frío bajo un techo. Y algunas personas dispuestas a dejar su tiempo y esfuerzo para mitigar las carencias más urgentes hasta que se concreten mejores oportunidades.

Allí está la casa de Ramona Argañaráz, nacida en Santiago del Estero pero santafesina por adopción y desde hace cinco años a cargo de la copa de leche a la que denominó “Pequeños gigantes”. A su lado está María Elena Aquino quien colabora desde hace algunos meses en la tarea de ofrecer un vaso de leche y lo que se pueda a los chicos y chicas que más lo necesitan. Son 226 los inscriptos y comienzan a llegar desde temprano y por tandas “hasta que les llega la hora de ir a dormir”, dice Ramona mientras reconoce que “es complicado ponerles horarios”. “La idea es que finalicen la jornada con algo en el estómago”, y en medio de una realidad llena de carencias esto no es fácil, menos aún los fines de semana y los días feriados.

“Acá hay familias con 5 hijos y otras con 11 ó 14 integrantes, y muchas chicas embarazadas”, dice la dueña de casa, mientras reconoce que decidió involucrarse en esta tarea “porque no podía mirar para otro lado”.

Para el apoyo de la copa de leche llegan donaciones de gente anónima y mucha ayuda del Rotary Club: “si hay comida se les da y también mercadería como para que tengan algo para desenvolverse durante el mes”, en un barrio donde -como en otros- sobran necesidades y falta trabajo.

MÁS PROYECTOS

Ramona se entusiasma porque, después de cumplir con todos los trámites exigidos, logró formar la cooperativa “Guadalupe Oeste. Mano Solidaria”, y reconoce que “la preocupación más grande es por los chicos y jóvenes que no tienen nada que hacer y pasan sus horas en la calle”. Por eso, coincide con María Elena en que “el tema más urgente para resolver es el trabajo: el resto viene solo”.

Además de atender las necesidades urgentes, se celebran las fechas especiales: el Día del Niño, el Día de la Primavera, el Día de la Madre (que estaba previsto festejar hoy con música para las agasajadas) no pasan inadvertidos y son una ocasión para compartir una jornada distinta.

También se organizan actividades para que los chicos conozcan otros sitios de la ciudad, además del barrio.

Todo esto se cuenta y se planifica alrededor de la mesa. La que ocupa buena parte del salón de Ramona está cubierta por un mantel estampado con platos, cubiertos y copas, tal como deberían estar, con cuerpo y contenido, en las casas de todos los “pequeños gigantes”.

AGRADECIMIENTO

Cuando los pedidos de colaboración son escuchados y la respuesta es positiva, es bueno darlo a conocer. Por eso, la comunidad de la Parroquia María Auxiliadora y la capilla San Martín de Porres decidieron agradecer a todas las personas, instituciones y comercios que colaboraron de manera anónima y desinteresada para que se pueda materializar el almuerzo a beneficio que se realizó el último 15 de septiembre.

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María Elena Aquino y Ramona Argañaráz, en diálogo con Nosotros.

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CÓMO AYUDAR

Leche, azúcar, chocolate, galletitas, mercadería, pero también ropa, zapatillas y hasta colchones, mobiliario y chapas para mejorar la casa de alguna familia del barrio son bienvenidos en Las Heras 8040. Los interesados en colaborar pueden comunicarse al (0342) 155438270.