Por falta de consenso con los industriales

Impuesto verde: el gobierno mandó el proyecto al freezer

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La aplicación del impuesto “ecológico” se pensaba en función y de manera proporcional al uso que realizan las industrias del medio ambiente.

Foto: Archivo El Litoral

  • Pondrá en marcha, igualmente, la Agencia de Ciencia y Tecnología, pero la iniciativa para instrumentar el gravamen quedará en stand by. La decisión de avanzar con el nuevo tributo había sido anunciada por el gobernador, el 1º de mayo, ante la Asamblea Legislativa.
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Ivana Fux

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El gobierno provincial decidió congelar, al menos por ahora, la propuesta para crear un nuevo impuesto que grave la actividad industrial. Se trata del denominado “impuesto verde” o “ecológico”, que plantea cobrar una suma anual de dinero a las industrias, en proporción con el uso -y eventual contaminación- que realicen del medio ambiente. La intención era financiar con esos recursos la creación de una nueva repartición -la Agencia de Ciencia, Tecnología e Innovación-, y el desarrollo de proyectos de investigación.

La idea comenzó a trabajarse en el Ministerio de Economía después de que fracasara la reforma tributaria tal como la había previsto el gobierno originalmente (ver aparte). Y el último 1º de mayo, en su discurso frente a la Asamblea Legislativa, Antonio Bonfatti anunció que el proyecto “estaba terminado” y que su envío a las cámaras era inminente. Pero ese momento nunca llegó, porque cuando se abrió la discusión para intentar buscar consensos, los industriales plantearon su resistencia a tener que pagar un nuevo impuesto.

Finalmente, el gobierno decidió frenar la iniciativa, aunque creará la Agencia con fondos propios. “Estamos viendo alternativas porque no queremos crear algo que no sea consensuado con quienes tienen que pagarlo -reconoció Bonfatti consultado por El Litoral-. Así que vamos a esperar; de cualquier manera, vamos a crear igual esa agencia con fondos del Presupuesto”.

También en diálogo con este diario, el ministro de la Producción, Carlos Fascendini, dio precisiones sobre la nueva Agencia. “Es un organismo básicamente integrado por el sector público y privado, y que va a definir líneas de investigación para aplicar directamente al desarrollo de innovación tecnológica en las empresas de la provincia”, mencionó.

— ¿Por qué dieron marcha atrás con el proyecto de impuesto verde?

- Bueno, porque se ha trabajado junto con Fisfe (Federación de Industriales de Santa Fe) y se ha considerado que no era oportuna la aplicación de este gravamen. Además, estamos pasando un momento nuevamente crítico en el sector industrial; si bien no hay pérdida de puestos de empleo, tampoco es un momento de crecimiento acelerado y se están manejando otras alternativas que sean más simples de aplicar. No se desecha la posibilidad de obtener un recurso genuino para reforzar los recursos de la nueva Agencia, pero probablemente no sería a través de este impuesto. Por ahora, tendrá presupuesto propio porque el gobernador va a asignar fondos para que comience a trabajar; después se incorporarán estos recursos. El proyecto, como se sabe, necesita sanción legislativa, por lo tanto, va a demorar. Y como el gobernador quiere que la Agencia se ponga rápidamente en marcha, se incorporará al área de Ciencia y Técnica y se le asignarán recursos a través del presupuesto. Mientras tanto, se sigue el trabajando en el desarrollo del proyecto.

—¿A qué apuntaba el nuevo impuesto?

—Todas las empresas tienen obligación de respetar el medio ambiente y hoy por hoy, tienen que cumplir con esa normativa. Era un impuesto que se aplicaba en función de quienes tenían mayor uso del medio ambiente y de esta manera se establecía una escala del gravamen. La verdad que después de estudiar y discutir, se le encontraron problemas que podía causar la aplicación de la ley, además de la complejidad que manifestaron los industriales para su liquidación. Estamos buscando otra alternativa que sea mucho más simple.


En cifras

100

millones

de pesos anuales es lo que el gobierno estimaba recaudar poniendo en vigencia el nuevo impuesto.

El origen de la idea

Cuando el gobierno provincial vio naufragar en 2012 su proyecto original de reforma tributaria, que apuntaba a cobrarle Ingresos Brutos a la industria, los funcionarios del Ministerio de Economía empezaron a pensar qué hacer para compensar esos recursos que se habían quedado en el camino. Y fue así que surgió la idea de cobrar en Santa Fe el impuesto verde. El proyecto es inédito en cuanto a su aplicación en jurisdicciones provinciales, aunque encuentra algunos antecedentes en municipios como Puerto General San Martín, San Lorenzo y Salta.

Según comentaba oportunamente el subsecretario de Ingresos Públicos, Sergio Beccari, se planteaba avanzar con este impuesto sobre diferentes unidades productivas de distintos tamaño y escala en la provincia, teniendo en cuenta criterios como la emisión de gases contaminantes, vertido de aguas a ríos y arroyos, y gestión de residuos peligrosos o tóxicos. El tema era trabajado de manera conjunta con el área de Medio Ambiente.