Inflación, default, crisis

El Estado grande y sin financiamiento

“En términos fiscales, luego de 30 años de democracia se puede apreciar que hubo una acumulación de prácticas fiscales que nos depositan de cara al futuro en una economía en la cual la presencia del Estado es mucho mayor, y en la cual los ciudadanos debieran tener claro que para ello es necesario un financiamiento elevado, que no provendrá más que de ellos mismos”.

Repasa el documento que “distintas alternativas de fondeo público fueron probadas en las últimas tres décadas, y su exceso coadyuvó a las principales crisis económicas vividas en el período: financiamiento del BCRA vía emisión y adelantos al Tesoro (desembocó eventualmente en la hiperinflación), endeudamiento público con diferentes acreedores (su profusión llevó al default y crisis de comienzo del corriente siglo), mayor presión impositiva.

“La clave pasa por reconocer que la experiencia económica desde el retorno de la democracia muestra que los déficit fiscales elevados y recurrentes traen consecuencias negativas a la economía. Si este aprendizaje es asimilado, el foco debiera ponerse en el cumplimiento eficiente del rol que se decida asignarle al Estado, sincerando la antipática pero ineludible existencia de una restricción presupuestaria”, concluye el Iaraf.