Las causas de tanto desequilibrio...

El técnico es un kamikaze

Enrique Cruz (h)

Menos mal que Facundo Sava se está dando cuenta de los problemas que tiene su equipo para defender. Y sería bueno también que incluya, en su análisis-balance-autocrítica, que él mismo es uno de los principales responsables de ese desequilibrio. Y no lo digo por la idea ofensiva de juego, que es algo elogiable y reconocible hacia el entrenador. Pero un viejo ex dirigente tatengue, vinculado al fútbol en la década del 60 y de un pasado reciente como directivo en la institución, me decía: “¿Cómo entendés que Sava saque al 5 titular cuando no puede contar con los dos marcadores centrales titulares?”. Y buena dosis de razón tenía, porque a un triángulo defensivo clave —el que integran los dos centrales y el 5— lo terminó armando con futbolistas que no juegan habitualmente en esos puestos. Para ser claros, ¿por qué sacar a Bruna si ya la zaga no tenía al Coto Correa, el principal defensor que tiene este plantel de Unión?

El partido se abrió demasiado, se desequilibró, el paso por la mitad de la cancha fue sin ningún tipo de aduana, Bertocchi jugó absolutamente perdido y la salida de Zapata le dio una “pequeña mano” porque debió incluir a Bruna obligatoriamente para darle un poco de equilibrio al mediocampo.

Sava tiene que solucionar muchas cosas. Es cierto que no toda la culpa es del esquema táctica o de la idea estratégica. Hay errores individuales que pesan. Ayer, todos los defensores de Unión marcaron mal. Pero delante suyo no hubo nada de colaboración ni de compromiso para achicar espacios, para cortar el juego y para impedir que los correntinos pasaran con tanta facilidad, con dos jugadores muy desequilibrantes como el veterano Estévez y el Cortito Israilevich.

Que a Unión lo ataquen a espaldas de los marcadores de punta es un defecto reiterado y preocupante. Basta con ver cómo llegaron los tres goles con Brown y cómo se sucedieron las jugadas de ataque de Boca Unidos. Vella y Evangelista —dos muy buenos jugadores sin ningún tipo de dudas— cuentan con la libertad que les viene desde el banco y les permite que se proyecten al ataque todas las veces que desean. Pero ese adelantamiento, que a veces los obliga a pararse cerquita de la mitad de la cancha para tomar al volante rival cuando se cierran los volantes laterales y no bajan los de arriba, hace que sus espaldas sean una permanente invitación a atacarlos por allí.

Un equipo protagonista es aquél que sabe atacar, que es contundente o eficaz arriba. Un equipo protagonista es aquél que sale a ser protagonista a través de la tenencia de la pelota. Pero un equipo protagonista es también aquél que sabe defender y que reduce al mínimo las posibilidades de que le marquen goles.

Si nos quedamos con la famosa manta corta de Tim (si te tapás la cabeza se te destapan los pies), se podrá encontrar una justificación. Pero la realidad indica que si a un equipo le convierten 21 goles en 16 partidos es porque algo no anda. Tiene más goles en contra que Huracán, que está antepenúltimo en la tabla...

La “mordedura” de Martínez Gullota a Jara. El video de la acción se puede ver en ellitoral.com Foto: Captura de imagen de TV