Vóley de exportación

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Jazmín Molli

La líbero santafesina, surgida en las canteras del Club Banco Provincial, juega en Gimnasia y Esgrima de La Plata, en la Liga Nacional, y es integrante del seleccionado nacional. Sueña con jugar en Europa e integrar el equipo argentino en los Juegos Olímpicos.

TEXTOS. LUIS GUDIÑO.

 

PRIMEROS PASOS. “Inicié vóley muy chica, cuando estaba en la escuela primaria, recuerdo que siempre mis compañeritos se juntaban a merendar después de clases y yo nunca podía porque entrenaba. Obviamente, jugaba en el minivóley de Banco Provincial al que iba con mi prima. Los primeros torneos fueron al aire libre, con pelota de goma, y con cuatro jugadoras. A medida que fui creciendo participé de un montón de torneos locales, provinciales y nacionales, tanto con el club como con las selecciones santafesinas”.

BANCO PROVINCIAL. “Es mi club, mi casa, mis amigas. No puedo explicar lo que significa Banco para mí, viví tantas cosas en ese lugar que no hay palabra que lo describa. No sólo viví momentos buenos deportivamente, sino que también pasé mi infancia entera allí adentro. Veranos enteros desde las 12 del mediodía hasta las 10 de la noche. En la pileta, jugando al tenis, al beach vóley cuando estaba la cancha, así como también pretemporadas, torneos, campeonatos. En fin, Banco es todo para mí y eternamente lo voy a querer, y no sólo eso, sino que también ahí adentro conocí a mis mejores amigas de hoy, mis hermanas que también lo son todo”.

DE SELECCIÓN. “De los seleccionados santafesinos, recuerdo que mi primera convocatoria fue cuando yo tenía 13 años, el seleccionado era de Sub 14, por lo cual no quedé en el equipo. Desde ese momento me propuse no quedar afuera en ninguno más al que fuera seleccionada, por suerte y con mucho esfuerzo después de ese año logré quedar en todos los de mi categoría y un par de veces en categorías más grandes hasta llegar a ser Sub 21 que es el máximo. Conseguimos con Santa Fe 3 de 4 campeonatos y un subcampeonato. Sin dudas, jugar con la camiseta santafesina es uno de mis orgullos más grandes”.

CELESTE Y BLANCA. “Sobre la camiseta argentina, creo que no hay mucho que decir, es lo mejor que le puede pasar a un deportista, es lo máximo a lo que puede aspirar un jugador. Llegar no fue fácil y mantenerse mucho menos, obviamente haber quedado y participado en torneos internacionales con esa camiseta es lo más hermoso que me pasó como deportista. En el momento que estás cantando el Himno te das cuenta de que todas las cosas que dejaste de hacer como salir con tus amigos o irte de vacaciones o resignar tu viaje de egresados no se compara con lo que estás viviendo. Te das cuenta de que estás representando a un montón de gente que daría lo que sea por estar en tu lugar te llena de orgullo y de energía para seguir y dar lo mejor”.

LO MÁS Y LO MENOS. “Mi mejor partido...la verdad que no sé cuál fue, como dice mi mamá: siempre juego horrible o no tan bien a mi criterio...y eso es porque soy muy autoexigente y nunca me conformo. El peor, coincide con la anécdota más graciosa que viví en el vóley. Nunca voy a olvidar ese día, en el 2010 si no me equivoco, con la Selección jugando la Liga en Corral de Bustos. Yo me sentía un poco mal (no es excusa) y, para que me sintiera bien, los médicos me dieron de todo durante el partido para que no me descompusiera. No sé bien si fue eso o qué que me empecé a sentir un poco rara y bueno mi rendimiento no fue el mejor, de hecho el peor de toda mi vida...No podía enganchar una, ¡parecía que nunca había tocado la pelota! Seguido a eso, se vino el reto del entrenador lo que generó en mí un ataque de nervios e hizo que renunciara esa noche a los gritos y a llanto desesperado...Lo más gracioso... es que a la media hora estaba pidiendo disculpas por haber enloquecido y haber gritado que quería irme. Al día siguiente estaba entrenando como si nada hubiera pasado”.

SU FUTURO. “Me gustaría conocer muchos lugares, gente. Sueño poder tener la chance de jugar en Europa y allá lejano... mi sueño es llegar a disputar con la camiseta argentino los Juegos Olímpicos”.

Edad:

19 años.

Familia:

“Mamá Graciela y mi hermana Rocío; mis primos Flor, Jime y Franco; y mi abuela Ñata”.

Hobbies:

“Hacer mi propia ropa y leer poemas de amor”.

Viaje soñado:

“Ir a la Polinesia o cualquier playa con agua transparente (sin tiburones)”.

así soy yo