Facundo Sava dijo que “peor no se puede jugar”

“Morir con la suya es algo que en mí no funciona”

Con esta frase, el técnico tatengue dejó entrever que habrá modificaciones individuales y colectivas. La realidad es que no le encuentra la vuelta y se juega cada vez peor, aunque aclaró que “no soy de ponerme plazos”.

“Morir con la suya es algo que en mí no funciona”

Una pesadilla en todos los sectores. Martín Gómez encara con pelota dominada y quedan detrás a sus costados Matías Soto Torres y Mauro Maidana. La imagen es una postal de lo que sucedió en el segundo tiempo, cuando Independiente Rivadavia marcó una clara superioridad con respecto a Unión, y el delantero fue clave en ese aspecto. Foto: Télam

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Mendoza)

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Demoraron la salida más de lo previsto. Varios de los jugadores prefirieron no hablar y lo hicieron pidiendo disculpas a la prensa. Salieron del estadio en fila india para subirse al micro que los esperaba en la parte trasera, con la vianda preparada para partir directamente con destino a Santa Fe sin perder más tiempo. Uno de los pocos que aceptó el diálogo con la prensa fue Luciano Vella, y minutos más tarde salió Facundo Sava, el entrenador.

“Asumo que estamos en un momento de crisis futbolística y que lo de anoche fue lo peor que hicimos en lo que va del torneo. No recuerdo un partido tan malo como éste. El primer tiempo fue parejo, pero no anduvimos bien. En el segundo tiempo nos hicieron el primer gol, parecía que nos recuperábamos y llegó el segundo que pareció un mazazo”, dijo Sava en el comienzo de la charla, admitiendo que se había jugado el peor partido del torneo, en declaraciones similares a las que efectuó hace unos 10 días atrás en Mar del Plata.

Sobre lo que se debe hacer para salir de esta situación, el técnico dijo que “no queda otra que trabajar para salir adelante, no hay muchos misterios, y dejar de cometer los errores que nos perjudican”.

En cuanto a la cadena de responsabilidades, Sava dijo que “no hay uno, sino que somos todos. Los técnicos somos los que armamos los planteles, entrenamos y formamos el equipo. Pero los que entran a la cancha y deciden son los jugadores. Entre todos tenemos que corregir lo que no estamos haciendo bien. Y hay que salir a jugar con todo el partido con Huracán”.

Respecto de las modificaciones que necesita darle al funcionamiento y a la estructura del equipo, Sava dijo que “cuando algo no funciona bien, hay que ver y analizar lo que pasa. Morir en la mía, para mí, no funciona. No soy de los que se empecinan y mueren en la suya. Hay que repensar todo, tanto lo individual como también lo colectivo”, en un concepto que encierra una autocrítica por parte del entrenador.

Después, Sava ahondó en este último criterio y señaló que “salir a jugar los partidos a ver qué pasa es algo que no quiero, no me gusta y no es lo que entrenamos y predicamos. Hay que salir a buscar los partidos como ya lo hemos hecho en otras ocasiones”.

Volviendo al bajón, el técnico admitió que “el trajín, la seguidilla de partidos, nos impidieron trabajar más en lo táctico y estratégico. Además, hemos tenido algunas lesiones que no nos dejaron mantener un equipo. Luego llegaron los malos resultados y nos pasó lo que le ocurre a todos, en el sentido de que eso nos hizo perder la confianza. Pero tengo fe porque siempre se sale. A mí me tocó, como jugador, salir de situaciones peores a esta. Y si analizamos este torneo, miren lo que le ocurrió a Banfield, que tuvo un bajón pero luego se pudo recuperar”.

El técnico tatengue tuvo un desliz cuando dijo que las de anoche habían sido las primeras expulsiones (lleva cinco su equipo en este torneo) y tiró una frase que hay que tomarla como una especie de advertencia: “El partido ante Huracán es demasiado importante para nosotros”.

Luego de esto y ante las preguntas lógicas de rigor, Sava expresó que “hay que revertir sí o sí la situación. No soy de ponerme plazos, pero si veo que la cosa no funciona tomo decisiones. De todos modos, soy de los que no se da por vencido y estoy seguro de que saldremos adelante. Como jugador, tuve rachas de partidos en los que no podía meter un gol y eso me angustiaba mucho, pero iba para adelante y no paraba hasta que se me diera. Acá hay que hacer lo mismo, entrenando cada día con más ganas y poniéndonos en la cabeza que hay que salir de esta situación”.

Mientras tanto, Luciano Vella habló de un “buen primer tiempo” y de la “gran tristeza” con la que el plantel se fue del Bautista Gargantini.

El defensor también expresó que “tenemos que mejorar por nosotros, por el técnico y por la gente. Estamos mal y la realidad es que no jugamos como el técnico quiere, lo cual nos da mucha impotencia. Si supiéramos el por qué, haríamos lo necesario para que la realidad cambie. Sabemos que hay cosas futbolísticas y también anímicas que debemos mejorar urgentemente”.

Por último, el defensor tatengue dijo que “tenemos muchos jugadores amonestados y eso no es bueno. De todos modos, me pareció que Beligoy se apresuró con la expulsión de Gerlo. Podría haberlo arreglado con una amarilla. Fue una roja al pedo. La otra, la de Pablo Magnín, fue justa”.

Sin juego asociado en ofensiva

Mientras trataba de solucionar las graves falencias defensivas, Unión sacaba los partidos adelante gracias a un poderío en ataque envidiable, con muchas alternativas y goleadores. Sin embargo, en los últimos partidos los rivales aprendieron y tomaron sus recaudos, y el tatengue no supo crear variantes, por lo que el desorden y la pelota por el aire se apoderó de la ofensiva del equipo. Foto: Gentileza Diario Los Andes

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"Es el mejor momento de Independiente como equipo. El objetivo era sacar 28 puntos para salir de los puestos de abajo y ya llegamos a 30. El año que viene veremos para qué estamos”.

Roberto Trotta

DT de Independiente Rivadavia

apostillas

El dato

Otro debut

  • Tal como aconteció con otros jugadores durante el presente 2013, se produjo ayer un nuevo debut en Unión. Se trata del volante Juan Capurro, quien ingresó a los 34 minutos del segundo tiempo. Oriundo de Gualeguay, jugó en Belgrano de Paraná y estuvo a punto de jugar en Racing, pero finalmente terminó fichando para Unión. Había viajado con la delegación a Resistencia en ocasión del partido ante Gimnasia de Concepción del Uruguay por la Copa Argentina pero se quedó afuera del banco y luego fue suplente pero no entró ante Racing, en el último partido que jugó Unión en Primera.

Vuelve

Emanuel Brítez está en condiciones de volver después de haber cumplido con la fecha de suspensión que le otorgó el Tribunal. La expulsión de Gerlo seguramente acelerará su retorno, más allá del hecho policial en el que intervino el jueves pasado.

Con Huracán

Los dirigentes presentes en el estadio Bautista Gargantini (Marcelo Piazza, Diego Sales, Patricio Más y Andrés Monsalvo) habían mostrado su fastidio por el horario del partido con Huracán. “Que lo pongan el día y a la hora que quieran”, señalaron, teniendo en cuenta, por ejemplo, que el cotejo con Atlético Tucumán se movió en 24 horas por razones de seguridad y esto le quitó tiempo de preparación y descanso para este viaje a Mendoza. Ahora, el partido con Huracán, que se iba a jugar el sábado a la tarde, se programó, en principio, para el lunes a la noche en el 15 de Abril.

Soto Torres

Hacía muchísimo tiempo que Soto Torres no arrancaba entre los 11 titulares en Unión. El último partido en que lo hizo fue ante Chacarita, por la Copa Argentina en cancha de Lanús, hace dos años.

Con molestias

Visiblemente molesto en el aductor de su pierna derecha se retiró de la cancha el delantero Sebastián Palacios, cuando fue reemplazado por Salinas. Mientras tanto, Capurro iba a ingresar por Soto Torres cuando, a último momento y cuando se estaba mostrando el cartel del “11”, Sava lo cambió y el juvenil debutante tatengue lo hizo por Bertocchi.

Eficacia

Independiente Rivadavia había perdido un invicto de 14 partidos cuando cayó la semana pasada ante Talleres de Córdoba, pero el equipo de Roberto Trotta ha logrado algo que le está costando mucho a los equipos en nuestro país: hacerse fuerte como local. Anoche consumó su partido número 12 sin perder en el Bautista Gargantini, que presentó un buen marco de público.

Atrapado en su laberinto

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Mendoza)

Remóntese, amigo lector, a aquella tarde calurosa de fines de febrero o principios de marzo, cuando Unión jugaba con Quilmes en la avenida y perdía 3 a 0. Esa tarde, Sava dijo basta. Pateó el tablero, hizo cambios sustanciales y fue a la Bombonera a ganar el primer partido de la temporada. Sabedor de que las chances de salvar al equipo del descenso eran mínimas, casi milagrosas, decidió jugársela y planteó partidos abiertos. No le fue del todo mal. Sacó algunos resultados y eso le permitió activar y modelar una idea para el futuro.

Ya en la B Nacional, la intención de ir al frente se mantuvo. El equipo se armó sobre la base de una gran presión e intensidad a la hora de salir a atacar, que no estuvo exenta de esos problemas defensivos tan proclives en esa clase de equipos.

Sava armó una estructura en la que hasta los marcadores de punta se convertían en puntas de lanza a la hora de molestar al rival. ¡Si hasta trabajó en los entrenamientos con Correa de “9”! Fiel expresión de lo que se deseaba como equipo.

El principal problema pareció ser la defensa. Daba la impresión de que si Sava lograba acomodar un poco ese sector —para que le conviertan menos goles— podía llegar a armarse una estructura colectiva agresiva y ambiciosa. Pero de a poco se empezó a derrumbar todo.

A Unión le fueron encontrando la vuelta, los rivales se dieron cuenta de la necesidad de tapar la salida por los laterales y de apretar a Palacios, uno de los pocos capaces de desequilibrar en el mano a mano. Se fueron apagando Bertocchi y Alemán, Zapata empezó a tener los lógicos problemas de un jugador de casi 35 años y esa ambición ofensiva se desmoronó casi por completo en estos últimos tres partidos, jugando mal y marcando apenas un gol.

Sava cayó en su propio laberinto y le está costando salir. Le encontraron la vuelta y él, como responsable táctico, no supo darle respuestas a esa coyuntura. Unión es, hoy, un equipo previsible al que se puede frenar y luego complicar. Debe salir urgente de esa situación. Y lo conseguirá, posiblemente, pateando el tablero. Como ya le pasó antes de Boca.