Entrevista con Osvaldo Ferrero, vicepresidente de Cruz Roja Internacional

“La guerra en Malvinas sembró la semilla en mí”

  • El conflicto bélico de 1982 definió su vocación por el voluntariado. Hace pocos días, fue elegido para integrar la cúpula de la entidad internacional de primeros auxilios. En una charla con El Litoral desandó los pasos que marcó para alcanzar su máxima aspiración.
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Santa Fe querida. En la sede de la filial local de Cruz Roja, Osvaldo Ferrero recibió a El Litoral. Allí, “por herencia” comenzó su carrera como voluntario hasta lograr su máximo objetivo.

Foto: Mauricio Garín

 

Salomé Crespo

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El 13 de noviembre pasado, Osvaldo Ferrero fue electo vicepresidente del comité de la Cruz Roja Internacional, un cargo que ejercerá por los próximos cuatro años. Este santafesino, voluntario “puro”, oriundo de barrio Sur es el primer argentino que obtiene un lugar dentro del máximo órgano resolutivo de la entidad de ayuda humanitaria, con sede en Ginebra, Suiza. Cruz Roja Internacional nuclea a las federaciones de dicha entidad a nivel mundial, en la que Fererro representará al continente Americano.

Con voz serena y pausada retrocede en el tiempo. Osvaldo “Vali” Ferrero (69) sonríe emocionado. Sentado en su oficina en la sede de la filial Santa Fe de la Cruz Roja —Cruz Roja Argentina al 1900—, volvió a ese momento en que supo el resultado de la votación. “Fue un momento único. Salí del lugar asignado a Argentina y esperé junto con mi familia. Cuando vimos que era yo fue un momento íntimo, que no olvidaremos jamás. Es lo único que les voy a dejar”, afirmó como quien sabe de la valiosa herencia con la que cuenta para los suyos. La misma que él recibió de su madre, María Antonia López Pujato de Ferrero, que se desempeñó como presidente de Cruz Roja Santa Fe en las décadas del ‘70 y ‘80. “La Cruz Roja forma parte de mi niñez, del lenguaje de mi casa. Tengo la mitad de mi vida en la institución y la otra, es mi familia”, confesó.

Por estos días, ya en Santa Fe y mientras se repone del síndrome del jet lag —descompensación que causa el traslado en avión durante muchas horas—, se tomó un tiempo para agradecer. “Miles de personas fueron dejando una porción de su trabajo, compromiso, sacrificio y talento. Eso es lo que toma quien ocupa un primer lugar y así se llega, pero por los otros. Siempre supe que uno es lo que son aquellos que lo rodean”, sostuvo.

Compromiso con los principios

Durante la conferencia internacional de Cruz Roja celebrada en 2005 en la ciudad de Seúl, Corea del Sur, Ferrero fue electo para conformar la Junta de Gobierno de la comisión internacional. Una instancia que marcó el objetivo que logró el miércoles pasado. Pero antes, debió sortear un escollo. “Yo quería ser vicepresidente, pero uno de los requisitos era tener un título universitario y yo no estaba recibido. Siempre consideré que esa pauta era discriminatoria, que el respaldo debe ser la experiencia y el liderazgo”, indicó. Con esa firme convicción trabajó para modificar el estatuto de la entidad y derogar dicha condición, lo que finalmente ocurrió en la conferencia de 2009 en Nairobi, África. “Y así fui candidato, un voluntario puro”, concluyó.

—¿Cómo decidió integrarse como voluntario de Cruz Roja?

—Siempre fue un ir y venir hasta que la Guerra en las Malvinas sembró la semilla en mí, fue una gran motivación, entré como voluntario y no me fui más. Me di cuenta de que debíamos abrir la convocatoria, dirigida al trabajo propio de la entidad en una situación de conflicto. Creamos una brigada de socorro, un depósito con equipamiento para los socorristas. Nos preparamos para la guerra y, aunque no fuimos designados, enviamos al sur a Rubén Trentino, como instructor de primeros auxilios en Comodoro Rivadavia para las poblaciones del sur. Acá, dictamos una infinidad de cursos porque había una gran movilización y muchos voluntarios.

—¿Qué eventos marcaron su carrera a nivel local?

—El tornado de San Justo, la inundación del Paraná en 1983 que duró más de un año y nos tuvo a los santafesinos en vilo. Hizo que el equipo de voluntarios se fortaleciera y dejó formada la matriz de la filial local que subsiste hasta hoy. Otras crecientes como la del ‘90, ‘92, ‘98 del río Paraná y por supuesto la del río Salado en 2003. La filial se inundó, recuerdo que marcamos en el edificio el límite adonde iba a llegar el agua y le erramos por un centímetro. Fue una experiencia histórica para todos los santafesinos, la ciudad cambió desde entonces.

—¿Cuáles son las condiciones con las que debe contar un voluntario?

—Es una carrera sin escalas predeterminadas. Es adhesión, compromiso con las tareas y con los siete principios de la Cruz Roja: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad.

—¿Qué funciones cumple actualmente en la ciudad la organización?

—Está básicamente relacionada con la docencia. Se dictan cursos de enfermería profesional, de especialidades paramédicas. Actualmente, tenemos alrededor de 600 alumnos y una secuencia permanente de dictado de cursos de primeros auxilios y RCP. Muchos profesionales de acá pasaron a integrar los cuadros nacionales de equipos técnicos que concurren a brindar asistencia a situaciones de desastre en otros países americanos como en Chile, Perú, Bolivia, Salvador, Brasil. y también capacitan en sedes de la Cruz Roja de otros países.

Un santafesino para las américas

Osvaldo Ferrero fue elegido vicepresidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja, en el marco de la décimo novena asamblea general de dichas entidades celebrada en Sydney, Australia. Al encuentro asistieron los delegados de 188 sociedades nacionales de Cruz Roja: 35 de América, 52 por Europa, 53 por África y 48 por Asia. Ferrero fue elegido para el cargo con el 70% de los votos.

El comunicado de la Cruz Roja Argentina, en el que se dieron a conocer el nombre de las nuevas autoridades rezaba: “Un vicepresidente de una región a escala mundial, dentro del movimiento, tiene como misión ocuparse de cada una de las Sociedades Nacionales, de evaluar y coordinar acciones de resolución a sus distintos problemas. Es la voz del continente ante el resto del mundo e integra el equipo de máxima toma de decisiones a nivel internacional”.

Ferrero se desempeñó como presidente de Cruz Roja Argentina desde 1998. En 2005 en la asamblea de Corea, alcanzó un lugar en la Junta de Gobierno de la Federación Internacional de la entidad e integró la Comisión de Cumplimiento y Mediación durante los últimos dos años.

Cruz Roja fue fundada hace 150 años, cuenta con 167.000 filiales en todo el mundo.

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En familia. Escoltado por su hijo Osvaldo, su esposa Violeta y su hija María Laura durante la jornada de elección de autoridades en Sydney, Australia. En Santa Fe, se quedaron las mellizas María Paula y María Soledad que completan la familia Ferrero. Foto: Facebook / Osvaldo Ferrero

El dato

Personal

Osvaldo Ferrero egresó del Colegio Nacional y comenzó la carrera de abogacía en la Universidad Nacional del Litoral pero no concluyó sus estudios. Durante su juventud jugó al rugby y fue nadador en el club El Quilla. Se dedicó al comercio y fue funcionario de Defensa Civil desde 1982 hasta que se jubiló. Paralelamente, se desempeñó como voluntario de Cruz Roja hasta alcanzar la vicepresidencia internacional.