En víspera del aniversario Newtown

Nuevo tiroteo en escuela de EE.UU.

Un joven de 18 años ingresó a una escuela secundaria de Colorado y realizó varios disparos contra los alumnos que allí se encontraban. Tras herir a dos estudiantes, se suicidó. Se renueva el debate por la legislación sobre venta y uso de armas.

Nuevo tiroteo en escuela de EE.UU.

Los jóvenes se reúnen con sus familiares fuera del colegio,

luego de que uno de sus compañeros abriera fuego contra los estudiantes y se suicidara. Foto: Agencia EFE

 

Redacción de El Litoral

Agencias EFE/DPA

Al menos dos jóvenes resultaron heridos en un tiroteo en una escuela secundaria de Colorado provocado por otro estudiante que se suicidó después, en un suceso que se produce en la víspera del aniversario de la masacre en la escuela de primaria de Newtown que conmocionó a todo Estados Unidos.

Según informó el sheriff del condado de Arapahoe, Grayson Robinson, el presunto autor del tiroteo en la escuela de secundaria del mismo nombre fue identificado como Karl Halverson, de 18 años y estudiante del propio instituto que ingresó al edificio armado con una escopeta y que buscaba a un profesor en particular.

Éste, al escuchar su nombre, salió de inmediato de la escuela, en una acción que Robinson defendió como una “decisión táctica muy sabia” puesto que tenía como objetivo tratar de alejar al agresor de los demás estudiantes.

Sin embargo, un estudiante resultó herido grave de bala y fue sometido a cirugía en un hospital local. Aunque en un principio se reportó que ese estudiante, que no ha sido identificado, se había enfrentado al agresor, el sheriff indicó en una segunda comparecencia ante la prensa que sencillamente se encontraba “en la zona del tiroteo” y que fue alcanzado por una bala.

Un segundo estudiante resultó también herido de bala, pero su lesión es leve y recibió el alta médica en el día de ayer, según explicó Robinson.

Un triste final

Según explicó la policía, el sospechoso fue hallado por la policía dentro del edificio “con una herida auto infligida” que al parecer le causó la muerte, aunque todavía no se ha cerrado la investigación.

Tampoco se conocen las causas del ataque, puesto que según el sheriff no hay constancia hasta el momento de que se hubieran lanzado amenazas previas a la escuela o al profesor al que buscaba el agresor. Se está estudiando la relación entre el agresor y el profesor amenazado, dijo el sheriff.

Imágenes aéreas de la escuela poco después de que se conociera del nuevo tiroteo mostraron a jóvenes y algunos adultos saliendo ordenadamente del edificio, con las manos en alto, hacia la zona de deportes del instituto, donde agentes los cacheaban en busca de armas antes de dejarlos partir.

Distritos vecinos anunciaron el cierre de todas las escuelas por precaución, mientras que las autoridades locales llamaron a los padres de los estudiantes del Arapahoe High School a congregarse en una iglesia cercana al instituto para reunirse con sus hijos.

El nuevo incidente armado se produce justo un día antes del primer aniversario de la masacre en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, donde un joven, Adam Lanza, asesinó a 20 niños y seis adultos antes de suicidarse. Previamente había matado también a su madre.

Además, la escuela de secundaria de Arapahoe, donde estudian 2.200 menores, está a unos 15 kilómetros del también tristemente famoso instituto Columbine, donde en abril de 1999 dos estudiantes masacraron a 12 compañeros de estudios y un profesor.

El mismo problema de siempre

En espera de una regulación federal sobre la venta y uso de armas de fuego, algunos Estados de EE.UU. tomaron la iniciativa y aprobaron 109 leyes al respecto.

Y al cumplirse un año de la matanza de la escuela primaria de Newtown, donde murieron 20 niños y seis adultos, y a sólo horas después de un nuevo tiroteo en un colegio de secundaria en Colorado, casi dos tercios de estas nuevas leyes estatales facilitan el acceso a las armas y el resto lo dificulta.

La gran actividad de los estados contrasta con la parálisis federal, para frustración de Barack Obama que tras el suceso de Newtown, pidió nuevamente un mayor control de la venta de armas. En realidad, la batalla legal sobre las armas se ha disputado en el ámbito estatal y prácticamente cada estado ha promulgado al menos una ley sobre armas en el último año.

“Nacionalmente las leyes sobre las armas no son más duras. Sí lo son en algunos estados. Pero, por otra parte, otros han liberalizado sus leyes este año”, afirma el profesor de Ley Constitucional de la Universidad de Denver David Kopel, experto en control de armas.

Hoy, 17 estados tienen una regulación más permisiva con las armas que hace un año, otros 12 han endurecido sus leyes y nueve más han aprobado leyes en ambos sentidos, aunque con un predominio de las que protegen el derecho a poseerlas, consagrado en la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense.

La matanza de Newtown, la segunda mayor por un solo tirador en la historia de EE.UU., después de la del instituto Virginia Tech de Blacksburg en abril de 2007, donde murieron 33 personas, marcó un punto de inflexión en la opinión pública del país.

Una semana después del tiroteo, el 49% de los estadounidenses consideró más importante vigilar el acceso a las armas que proteger el derecho a poseerlas, una postura defendida por el 42%, en una encuesta del Centro de Investigaciones Pew, y fue la primera vez durante la presidencia de Obama en que se daba prioridad al control.

Sin embargo, Arkanasas permitió llevar armas de fuego al lugar de trabajo, Montana prohibió a las aseguradoras preguntar a los pacientes por la posesión de armas y otros nueve estados aprobaron leyes que favorecen la introducción de armas en las escuelas.

Texas, el estado más activo en cuanto a legislación sobre armas, promovió doce nuevas leyes, once de ellas favorables a su uso.

Es más, en Nelson (Georgia), una localidad de poco más de 1.000 habitantes, se convirtió en obligatorio tener un arma de fuego en cada casa, con su correspondiente munición, para “proteger la seguridad y el bienestar general de la localidad y de sus habitantes”, según el gobierno municipal.

En el otro lado de la balanza, California, Nueva York, Maryland o Conneticut, aprobaron las restricciones a las armas más importantes. Y en Colorado también se endureció el acceso a las armas.

A diferencia de los parlamentos estatales, el Congreso federal ha sido incapaz de acordar una regulación sobre las armas de fuego.

“Tendremos que unirnos y tomar medidas significativas para prevenir más tragedias como ésta, sin importar la política”, anunció Obama, entre lágrimas, momentos después del tiroteo de Newtown.

Doce meses más tarde, una normativa federal significativa al respecto, continúa pendiente.