tribuna ciudadana

Lo que debe movilizarnos

Marianela Alegre y Luis Martínez (*)

Saber que cientos de ciudadanos de nuestra provincia de Santa Fe crean eventos en Facebook, organizan actividades, maratones, arman puestos para recolectar firmas, piden y obtienen reuniones con diputados, haría pensar en una sociedad comprometida con revertir el grave problema de la exclusión social que estamos viviendo. Pero no en el caso de la creación de hospitales públicos para mascotas, que es tema de tratamiento para los medios de comunicación, los municipios y los diputados provinciales, ya que no sólo un bloque (100 % Santafesino) presentó la propuesta sino que recientemente representantes de quienes impulsan su tratamiento se reunieron con varios diputados.

¿El tema de la zoonosis es una problemática que debe preocuparnos como sociedad?

Creemos que sí. Vemos que nuestro municipio lleva a cabo distintas acciones, con importantes inversiones. Durante 2012 se realizaron 1.119 castraciones caninas y 558 castraciones felinas, llegando así a un total de 1.677; 954 tratamientos curativos contra la sarna y 201 desparasitaciones de cachorros, en un trabajo de descentralización territorial que abarcó 32 lugares distintos en nuestra ciudad. Sin mencionar las innumerables tareas que organizaciones sociales realizan cotidianamente.

Este análisis, en principio, demuestra que no existe una ausencia de políticas públicas al respecto, aunque se pueda mejorar.

¿Qué es lo que hace entonces que tantos ciudadanos “militen” por la creación de hospitales públicos para mascotas como una necesidad social, los medios de comunicación la difundan, los intendentes y diputados acompañen o impulsen? Un argumento es que muchos ciudadanos no pueden acceder a una atención veterinaria para sus mascotas. Basta darse una vuelta por los barrios santotomesinos que no tienen acceso a los veterinarios, y ver que tampoco tienen acceso a los médicos, ni a las escuelas, ni al transporte público, ni a la urbanización, ni a las plazas. Una vuelta por esos lugares, así genéricamente, creemos que harían que se replantee el orden de prioridades que debe solicitársele o exigírsele a un Estado, al seleccionar en qué políticas públicas invertirá los recursos de todos los ciudadanos.

Que los impulsores del proyecto no puedan ver más que el problema -cierto- que plantean. Que un grupo de ciudadanos desconozca su ciudad, vaya y pase; pero que los legisladores, ante una presentación de esta índole, no puedan dar una respuesta que haga saber que el Estado tiene políticas públicas que lleva adelante en materia de zoonosis y control de la población canina, y que las prioridades por el momento son otras, estos legisladores que avalan, que callan, es, por lo menos, preocupante.

No juzgamos el proyecto, que es loable, para otro país, o por qué no para el nuestro, en otro momento y bajo otras circunstancias que deseamos fervientemente lleguen pronto.

¿Por qué la sociedad no se moviliza por otros temas? ¿Por qué no preocupa de la misma forma aunar esfuerzos para que todos podamos vivir en barrios dignos? ¿Por qué no se ve que en donde los perros deambulan sarnosos también hay niños descalzos y malnutridos? ¿Será porque nos dicen diariamente que para que nuestras mascotas estén sanas tenemos que alimentarlas con carne en sobrecitos, con alimento balanceado de calidad para que el pelo les brille, que les tienen que dar suplementos dietarios para que en la vejez sus huesos estén fuertes?

¿Será porque las instituciones que trabajan en la temática y los gobiernos nos proponen que nos reunamos en los patios y que decidamos castrar a nuestras mascotas para que no sufran pariendo y amamantando camada tras camada? Esto también díganselo a las madres-niñas que paren mientras todavía están amamantando al niño que sostienen en sus brazos. Quizás no nos damos cuenta de otras realidades porque pocos hablan de ellas y otros pocos quieren interesarse en conocerlas.

Desde Comunidad impulsamos una sociedad que organice actividades, caminatas, maratones, volanteadas, armen puestos para recolectar firmas, pidan y obtengan reuniones con concejales, intendentes y diputados, para discutir la ración que reciben nuestros niños en los comedores escolares y comunitarios; que se preocupe y ocupe para que nunca falte la leche en polvo en los centros de salud; que se movilice hasta los huesos porque una niña, niño o adolescente tenga que caminar más de 2 kilómetros por el campo para educarse.

(*) Grupo Comunidad, Santo Tomé