Más que amor, un áspero encontronazo

Más que  amor, un  áspero encontronazo

La talentosa actriz Margarete Tiesel, en una escena de la película “Paraíso: amor”, de la cual es protagonista, bajo la dirección del austríaco Ulrich Seidl.

Foto: Archivo El Litoral

 

Laura Osti

“Paraíso: amor” (Paradies: Liebe, 2012) integra la trilogía de historias compuesta por Paradies: Glaube (2012) y Paradies: Hoffnung (2013), protagonizadas cada una de ellas por tres mujeres diferentes durante sus vacaciones.

El realizador de esta trilogía es Ulrich Seidl, un guionista, productor y director de cine austríaco. Su estilo es marcadamente documental y basa sus escenas en hechos de la vida cotidiana que cualquier persona puede comprender y en los que se presentan con crudeza los momentos y detalles que componen el mundo íntimo, privado de los personajes, con sus grandezas y sus debilidades.

Con un gran cuidado por el encuadre, siempre guiado por un criterio cuasi pictórico, ensamblando planos fijos (muy sugerentes) con otro tipo de escenas en las que la acción predomina, Ulrich persigue con su cámara a la protagonista de “Paraíso amor”, la austríaca Teresa (Margarete Tiesel), en sus vacaciones en Kenia.

Teresa es una mujer cincuentona, solitaria, madre de una hija adolescente y maestra de discapacitados. En su rostro se adivina que no es feliz y que lleva sus tareas como una pesada carga, así como a su propio cuerpo, abundante en carnes y torpe en los movimientos.

Evidentemente, la mujer ha decidido tomarse un respiro de sus obligaciones y parte hacia Africa, adonde la espera un grupo de amigas, para pasar unas vacaciones en uno de los paraísos fomentados por el turismo especialmente dirigido a clientes como ellas, que esperan disfrutar de playa, sol, naturaleza y un poco de contacto humano provisto por la abundante oferta que prácticamente las acosa en las calles.

El lugar es, evidentemente, un destino dedicado al turismo sexual para viajeros provenientes del centro europeo. Más que nada, mujeres entradas en años y en carnes, a quienes la soledad parece haberlas vencido. Así se la ve a Teresa, resignada a una vida sin amor, pero igualmente necesitada de algo que se parezca a un poco de afecto.

El relato de Seidl elude las explicaciones, su cámara se dedica a mostrar, ofreciendo al espectador toda la información que pueda captar, sin procesarla, sin juzgar, sin interpretar, de modo que los estados de ánimo de Teresa serán los que marquen el tono de las situaciones y el desarrollo de la historia.

Así se podrá ver el contraste brusco entre las dos culturas y cómo se establece un intercambio donde cada una de las partes intenta obtener lo que necesita: de un lado, placer sensual, y del otro, dinero para mantener a la familia.

Pero Teresa no es una cliente del todo convencida, ella parece buscar un contacto humano, no renuncia al afecto y a la intención de establecer lazos un poco más profundos. Sin embargo, la realidad le impondrá sus reglas, a las que sus amigas están mejor adaptadas que ella.

“Paraíso: amor” es un film cruel, inquietante, que no intenta en ningún momento edulcorar lo que muestra. Y si por momentos resulta un poco chocante al desnudar la degradación humana y la decadencia moral-existencial de los personajes, no deja de lado la preocupación estética, conformando una propuesta que no intenta ser un entretenimiento sino una invitación a pensar en cuestiones que pueden resultar incómodas.

El trabajo actoral de Margarete Tiesel es excelente y está muy bien acompañada por el grupo de actrices que interpretan a las otras turistas maduras en busca de aventuras africanas. Mientras que el director apela a la oferta local tal como es para los personajes masculinos de raza negra que interactúan con las europeas.

excelente

“Paraíso: amor”

  • “Paradies: Liebe” (Austria-Alemania-Francia, 2012), hablada en alemán, inglés y swahili. Dirección: Ulrich Seidl. Guión: Ulrich Seidl y Veronika Franz. Fotografía: Wolfgang Thaler y Ed Lachman. Edición: Christof Schertenleib. Diseño de producción: Andreas Donhauser y Donate Martin. Elenco: Margarethe Tiesel, Peter Kazungu, Inge Maux, Dunja Sowinetz, Helen Brugat, Gabriel Mwarua, Josphat Hamisi, Carlos Mkutano. Duración: 120 minutos. Calificación: apta para mayores de 18 años