Ladrones de madrugada

Robaron en la agencia de viajes Barbaglia

Boqueteros violentaron una reja y rompieron un blíndex. Se llevaron una caja de seguridad con dinero. Los comerciantes reclaman mayor seguridad

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Danilo Chiapello

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Fue un golpe al estilo “boquetero” lo ocurrido en la agencia de turismo Barbaglia.

Mediante una hábil faena, autores ignorados ingresaron al local ubicado en La Rioja 3044 y se hicieron de un considerable botín de dinero en efectivo.

El primer paso del atraco fue violentar los barrotes de una reja por donde hicieron el espacio como para que pase una persona. Acto seguido rompieron el blíndex del negocio.

Terminada esta parte el o los cacos se ganaron al interior del negocio donde provocaron un gran desorden, aunque sin causar mayor alboroto.

Quedó en claro que el objetivo principal de los malvivientes fue una caja de seguridad existente en el lugar, la que lograron desempotrar de una pared para finalmente llevársela.

Sumaron a su botín el dinero que encontraron en los cajones de los escritorios, los que fueron requisado por completo.

Matías Barbaglia (31), titular de la empresa, fue quien se encontró con la desagradable sorpresa en las primeras horas de ayer cuando llegó al lugar para comenzar una nueva jornada de trabajo.

“Apenas vi la reja doblada y los vidrios rotos me di cuenta de que algo muy feo había pasado”, dijo esta mañana en diálogo con El Litoral.

El empresario conjeturó que quienes concretaron el robo “sabían lo que buscaban porque fueron directamente a la caja fuerte”.

Consultado sobre el monto que se llevaron los ladrones Barbaglia calculó que cerca de 25 mil pesos había en el lugar. “Dejar ese dinero aquí fue un error mío”, explicó, “pero lo hice pensando que a primera hora debía pagar a unos proveedores de turismo”.

Más adelante el comerciante sostuvo que “todo esto te deja una sensación muy fea, porque te das cuenta de que en cualquier momento te puede pasar.

Entre las consecuencias que tuvo este hecho, además de las materiales, se deben consignar los efectos que causó a nivel humano”.

En este sentido Barbaglia relató que “después de lo ocurrido me quedé a dormir dentro del negocio. Así pude darme cuenta de que esta zona (La Rioja al 3000, entre 4 de Enero y Urquiza) durante la noche es un desierto. “No pasa nadie. Ni autos ni personas. Tampoco vi algún patrullero. Entonces entendí que los ladrones tuvieron toda la tranquilidad del mundo para actuar”, sentenció.