Le esperan difíciles desafíos

Costa Rica elige mañana a su presidente

b_2076078.jpg

Una gran sonrisa del favorito Johnny Araya durante su campaña. En caso de convertirse en el presidente de esta nación le esperan numerosos desafíos. Foto: Agencia EFE

 

Agencia DPA

El presidente que resulte electo en los comicios de este domingo en Costa Rica, o en una probable segunda ronda en abril, se enfrentará a difíciles desafíos, como el embate del narcotráfico, una creciente desigualdad, un enorme déficit fiscal, corrupción y un aumento de la pobreza y el desempleo.

“Hay medidas de orden impostergable, como el combate a una creciente desigualdad”, advirtió el más reciente informe sobre el estado de la nación, que realiza todos los años un grupo de expertos ligados al mundo académico.

El narcotráfico se viene infiltrando con gran fuerza desde hace más de una década. Y es que por su posición geográfica estratégica al estar ubicada prácticamente en el “ombligo” del continente, Costa Rica se convierte en un puente utilizado por carteles colombianos y mexicanos para el trasiego de cocaína.

Operaciones de lavado de dinero y crecientes acciones de violencia, que incluyen crímenes en señal de venganza, mantienen en vilo a las autoridades.

Injusticia y déficit

Pero los retos no quedan allí. Aunque en dos ocasiones Costa Rica fue declarada por el índice “Happy Planet” como el país más feliz del mundo, esa algarabía no se ve reflejada en muchos casos en la distribución de los ingresos y oportunidades, pese a una gran apertura comercial del país, incremento de las exportaciones y firma de sonados tratados de libre comercio.

El informe también advirtió sobre la creciente inequidad en los ingresos, al alertar que fue el único país, de once de Latinoamérica estudiados, cuyo coeficiente Gini (que mide la desigualdad) aumentó en el período 2001-2011. El estudio destacó que el país centroamericano camina en sentido contrario a la tendencia latinoamericana.

Otra pesada carga para el nuevo gobierno será combatir un enorme déficit fiscal, que en el 2013 representó el 5,4 por ciento del Producto Interno Bruto, y podría ascender al 6 por ciento en 2014 si no se adoptan medidas de contención, según alertó hace poco el Ministerio de Hacienda. Se trata de un gran problema en un país donde las mismas autoridades admiten que la evasión fiscal se convirtió en un verdadero “deporte nacional” y donde la palabra “impuestos” causa alergia en muchos sectores de la población.

Pero están sobre el tapete otros duros retos. La pobreza y el desempleo vienen en incremento. La tasa de personas sin trabajo se ubica actualmente en un 8,5 por ciento, mientras la pobreza ronda el 20 por ciento.

Un informe previo realizado en 2012 ya había advertido que Costa Rica nunca había tenido tantos pobres. Además de esos obstáculos, el nuevo gobernante se encontrará a un país burocrartizado, con desarticulación entre sus instituciones y exceso de leyes, que muchas veces parecen convertir a la pequeña nación en un país prácticamente ingobernable.