Admiten que el problema es la inflación, no los formadores de precios

La crisis iguala los discursos

A los temores públicos de los opositores por los efectos del ajuste se le suman voces del oficialismo. Lo que dicen aliados K como Scioli o Sapag se parece mucho a lo que expresan Massa o De la Sota.

De la redacción de El Litoral

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Los gobernadores de Córdoba y Neuquén, José Manuel de la Sota y Jorge Sapag, respectivamente, coincidieron en mostrarse preocupados por la “creciente inflación”. El cordobés hace años que enfrenta al kirchnerismo desde dentro del peronismo, mientras que el neuquino, líder de su propia fuerza provincial, es considerado un fiel aliado K.

Por otra parte, también expresaron posiciones parecidas otros dos rivales políticos: el diputado nacional y jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, que reclamó hoy un “plan integral” que ataque dicha problemática y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, que le pidió a su propio gobierno “recuperar la movilidad del aparato productivo”.

Acaso como un efecto inesperado de la crisis cambiaria y los efectos del ajuste económico por vía de la devaluación del peso, las coincidencias entre unos y otros, dentro y fuera del oficialismo, llegaron incluso a comprender al otrora todopoderoso ministro de Economía (de Carlos Menem y de Fernando de la Rúa) Domingo Felipe Cavallo, que alertó sobre una posible “explosión inflacionaria”.

Bonaerenses

Massa mantuvo un encuentro con su equipo económico en Tigre, tras el cual reclamó un “plan integral que ataque la inflación y defienda a la pyme, la clase media y los trabajadores”. El líder del Frente Renovador aseguró que “no alcanza con hacer diagnósticos y decir que están las cosas mal, es tiempo de soluciones y por eso juntamos a nuestro equipo económico social”.

“Tenemos un equipo sólido con capacidad de mirar integralmente la económica”, agregó tras el encuentro del que participaron Aldo Pignanelli, Marco Lavagna, Daniel Arroyo, Ignacio de Mendiguren, José Eseverri y Miguel Peirano.

En tanto, Daniel Scioli advirtió hoy que “hay que recuperar la movilidad del aparato productivo” y “sostener fundamentalmente” el “empleo y la estabilidad social, económica y productiva”.

“En los momentos más sensibles sé que es donde más tengo que poner ese temple, esa prudencia, también esa firmeza, pero sobre todas las cosas que la provincia de Buenos Aires pueda contribuir a este momento del país”, afirmó el mandatario en declaraciones a Radio Mitre.

De Córdoba a Neuquén

Las opiniones del gobernador cordobés tuvieron como escenario su discurso ante los legisladores de su provincia, en el acto de inauguración del 136º período de sesiones legislativas ordinarias de Córdoba,

De la Sota afirmó hoy que “todos los argentinos sentimos hoy una creciente inquietud por las complicaciones económicas que nos aquejan” y detalló que “el inicio del año y estas últimas semanas están signadas por una creciente inflación”.

“Se pone en riesgo el salario y el trabajo, empiezan a faltar productos básicos, los precios cambian de un rato al otro, y se entra en una locura generalizada. Sabemos cuánto dañan las recurrentes crisis de la economía a los que menos tienen y más necesitan”, alertó el cordobés.

Mientras, su par patagónico, el gobernador de Neuquén -Jorge Sapag- advirtió que los actuales “son momentos difíciles para la Argentina” y señaló sin medias tintas que “el enemigo común es la inflación”.

El aliado del gobierno nacional expresó que la Casa Rosada “toma las medidas que puede: recurre a todas las políticas monetarias, cambiarias y de controles de precios a su alcance (...) Pero, sin lugar a dudas, la gran solución de los problemas de la Argentina pasa por las reservas del Banco Central”, que se redujeron a la mitad en los últimos dos años.

Sapag dijo que “es necesario que haya más exportaciones, más liquidación de divisas y más inversiones extranjeras en la Argentina para tener dólares en el Banco Central que soporten la masa monetaria que está circulando”.

“Acelerando...”

• El gobernador kirchnerista Maurice Closs (Misiones) aseguró que “Argentina vive un momento complejo y eso no lo puede dudar absolutamente nadie”, y expresó que si, tras las devaluación, “todos le pedimos lo máximo a la macroeconomía, todo esto se puede terminar acelerando”.

Tras la polémica que generó con sus declaraciones comparando la situación presente con la que precipitó la salida de Raúl Alfonsín de la Casa Rosada, el mandatario comentó: “Tuve una comunicación con el jefe de Gabinete, le expliqué mi postura”.

“Me respondió (Capitanich) que evidentemente había algunos que, con la manera de comunicar lo que yo digo, estaban queriendo poner paralelos con el año 2001. En la conferencia de prensa hay una cosa que digo con absoluta claridad: el escenario es tan distinto al 2001, que en el 2001 había una desocupación enorme, entonces la inflación demoró en producirse porque hubo una devaluación que primero generó empleo”, insistió.