La estatuilla más codiciada

“Escándalo americano”, “Gravedad” y “12 años de esclavitud” son las más nominadas para la 86º edición de los premios Oscar que se entregan mañana. Un repaso por las grandes ganadoras de la historia del galardón más famoso de Hollywood.

TEXTOS. JUAN IGNACIO NOVAK ([email protected]). FOTOS. EFE, TÉLAM Y ARCHIVO EL LITORAL.

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Los premios que la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas entrega desde 1929 despiertan la atención del mundo entero.

 

Mañana a la noche se concretará la 86º edición de los premios Oscar, que figura entre los más deseados en la industria cinematográfica. “Gravedad”, de Alfonso Cuarón, “Escándalo americano” de David O. Russell y “12 años de esclavitud” de Steve McQueen (no confundir con el célebre actor fallecido en 1980), las dos primeras con diez nominaciones y la segunda con nueve son las que tienen las mayores chances de llevarse la estatuilla a la Mejor Película.

En otros términos, pugnan por acceder a un galardón que comparten tan solo un puñado de películas, entre ellas varias obras maestras, otras no tanto y algunas a todas luces sin tal estatus. En los párrafos que siguen, un recorrido por algunos de los filmes que ganaron el Oscar, pero a la vez permanecieron por su nivel artístico y su impacto en la historia del cine.

“Sucedió una noche” (1934). Una de las comedias más perfectas jamás filmadas. La química entre sus dos estrellas, Claudette Colbert y Clark Gable es irresistible e irrepetible. Contiene escenas legendarias y diálogos llenos de picaresca, con el estilo de Frank Capra, que elevaron el listón del género. Pero lo que en verdad la hace grande, es su descripción de los Estados Unidos de la Gran Depresión, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Los personajes secundarios que pululan durante toda la historia, desde pícaros buscavidas hasta frívolos millonarios, están tan bien “dibujados” en el guión, que dotan a todo el trabajo de una credibilidad pocas veces vista.

“Lo que el viento se llevó” (1939). Es una de las grandes superproducciones de todos los tiempos y se ubica entre las más conocidas, referencia ineludible de una época. A pesar de que la mirada que proyecta sobre la esclavitud es polémica, esto no le resta grandeza. El productor David O’Selznick, auténtico megalómano, movilizó una enorme cantidad de extras, recreó con puntillosidad los años de la Guerra de Secesión en el sur de Estados Unidos y prendió fuego a los decorados utilizados para el rodaje de “King Kong” para recrear un incendio en Atlanta. También contrató a grandes estrellas de su tiempo para los personajes principales. El esfuerzo le valió la fama eterna para su película.

“Casablanca” (1943). Durante los ‘40 se rodaron muchas películas que buscaron exaltar el valor y resistencia de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. La mayoría quedó en el olvido, pero no es el caso de “Casablanca”, una de las ganadoras del Oscar más admiradas por el público. Ingrid Bergman y Humphrey Bogart estelarizan esta historia de amor ambientada en un Marruecos inverosímil, reproducido en los estudios hollywoodenses. Mientras se mueven entre un impresionante plantel de actores, dejan frases que perviven en el imaginario colectivo de los cinéfilos, una canción inolvidable (“As times goes by”) y construyen una leyenda de celuloide.

“Nido de ratas” (1954). Impresionante drama sobre la delación. Elia Kazan rodó una de las mejores películas del cine norteamericano, dotada de un lirismo inaudito y Marlon Brando realiza una actuación magnífica, rodeado por secundarios de lujo: Karl Malden, Rod Steiger, Lee J. Cobb y Eva Marie Saint. Es cierto, como muchos objetaron, que era una justificación de la actitud del director al delatar a varios colegas ante la comisión presidida por el senador McCarthy, que perseguía a supuestos comunistas en Hollywood. Pero eso no quita gloria a un film que contiene escenas de increíble fuerza dramática, como aquella en la que Brando, se lamenta: “podría haber sido alguien”.

“Ben Hur” (1959). Superproducción de escala épica y desmesurado despliegue, llena de excesos, que marcó la cumbre de un modo de entender el cine que dominó en los años ‘50, ante el avance de la televisión. La historia de Judah Ben Hur, un judío que tras perderlo todo bajo el yugo romano ejerce su venganza, contiene secuencias que más de medio siglo después todavía impresionan: la batalla naval y la famosa carrera de cuádrigas. La solidez de William Wyler para dirigir sumada al carisma de Charlton Heston, que consolidó su jerarquía de estrella, permitieron a la película obtener once premios Oscar, un récord que mantuvo durante casi cuatro décadas hasta que se lo arrebató “Titanic”.

“Lawrence de Arabia” (1962). El británico David Lean ya había demostrado sus grandes virtudes como cineasta en “El puente sobre el río Kwai” (1957). Pero en su monumental película inspirada en la vida del militar y aventurero T. E. Lawrence demostró un dominio de la técnica y de la puesta en escena que aún admiran directores como Steven Spielberg. En una época en la que no existían los efectos digitales, Lean filmó el desierto como jamás se había hecho antes. De tal modo que los amplios paisajes oprimidos por el sol, los profundos ojos azules de Peter O’ Toole y el oasis que emerge en el medio de la arena son fragmentos de profunda belleza.

“El padrino” (1972). La obra maestra de Francis Ford Coppola, que revitalizó el cine norteamericano en los ‘70 tras el agotamiento de los géneros de la década anterior, es una de las películas más famosas de todos los tiempos. La saga de los Corleone se impuso de manera apabullante: escenas como la de la cabeza de caballo entre las sábanas del magnate Jack Waltz, el asesinato de Luca Brasi o el intento de asesinato de Vito Corleone son antológicas. Por no recordar las frases célebres, entre las que sobresale aquella, inquietante: “Le haré una oferta que no podrá rechazar”. Marlon Brando realiza una actuación genial, pero es Al Pacino el que hipnotiza con su contenida frialdad.

“Annie Hall” (1977). Woody Allen había rodado comedias geniales y alocadas: “Robó, huyó y lo pescaron” (1969), “Bananas” (1971) y “La última noche de Boris Grushenko” (1975). Pero fue con esta película triunfadora en los Oscar, protagonizada por Diane Keaton con la que dio el salto hacia sus películas más maduras. Sin desdeñar el humor que lo caracteriza, logra impecables y divertidas reflexiones sobre el amor, el sexo, la vida y la muerte. Y dibuja unos personajes llenos de matices y fobias que luego formarían parte de sus mejores cintas. Fue un paso firme por parte de un director que a partir de entonces realizaría algunas de las obras maestras del cine moderno.

“La lista de Schindler” (1993). Dotado de un talento particular para captar los gustos populares pero también para explotar las posibilidades del arte cinematográfico, Steven Spielberg debió aguardar casi dos décadas y dejar atrás “Tiburón” (1975), “E.T.” (1982), “El color púrpura” (1985) y “El imperio del sol” (1987) hasta que la Academia reconoció su labor. Y su consagración llegó con su biopic de Oskar Schindler, el hombre que salvó a cientos de judíos del Holocausto en la Segunda Guerra Mundial. Es que el filme, desgarrador, angustiante y sincero supuso una de las cotas más altas del cine de los ‘90. Gran calidad artística para una obra clave.

“Titanic” (1997). El conocido suceso del transatlántico que naufragó en 1912 tras colisionar contra un iceberg en su viaje inaugural, le sirve a James Cameron para narrar una historia de amor entre dos jóvenes de diferentes clases sociales, pero sobre todo para reconstruir puntillosamente el barco más famoso del siglo XX. En términos de producción, efectos especiales y puesta en escena, la película marcó un hito. También sirvió a sus protagonistas, sobre todo a Leonardo DiCaprio, para convertirse en superestrella. El éxito comercial fue impresionante y recaudó cientos de millones de dólares en todo el mundo. Los once Oscar, igualaron el récord de “Ben Hur”.

“Chicago” (2002). El género musical tuvo sus momentos brillantes en Hollywood entre el ocaso de los ‘40 y mediados de los ‘60. “Un americano en París” (1951), “Cantando bajo la lluvia” (1952), “Gigí” (1958) ó “Mi bella dama” (1964) son ejemplos. Pero después por muchos años cayó en desuso, salvo excepciones. Y fue la película basada en el famoso espectáculo de Broadway dirigida por Rob Marshall, interpretada por Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones y Richard Gere la que le insufló renovado oxígeno. No solo cosechó buenas críticas y triunfó en los Oscar, también mostró una cautivadora historia sobre dos mujeres de la farándula que van a juicio por asesinato.

“Los infiltrados” (2006). Por más de treinta años la historia de los Oscar y la de Martin Scorsese fueron por senderos distintos. El director fue nominado varias veces, produjo un puñado de obras maestras como “Taxi driver” (1976), “Toro salvaje” (1980) o “Buenos muchachos” (1990), la crítica lo alabó pero no pudo alzar el premio más buscado del cine norteamericano. Hasta que rodó la remake de un filme hongkonés con Leonardo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson. Gran película, pero un tanto alejada de sus mejores registros. Que de todos modos permitió a la Academia saldar una vieja deuda. No solo fue la mejor película del año, Scorsese fue el mejor director.

“Sin lugar para los débiles” (2007). Desde “Sangre fácil” (1984) Joel y Ethan Coen dejaron su impronta en el cine. Tienen admiradores y detractores, tan apasionados los unos como los otros. Pero jamás pasaron desapercibidos, con películas como “Educando a Arizona” (1987), “De paseo a la muerte” (1990), “El gran Lebowski” (1998), “El hombre que nunca estuvo” (2001) y sobre todo la genial y oscura “Fargo” (1996). En “Sin lugar para los débiles”, ofrecen un catálogo de los mejor de sus obras, con un villano de lujo: Javier Bardem, de peinado inverosímil y crueldad intolerable. Estos hermanos que reinventaron los géneros clásicos, se conservan entre los pocos autores del cine comercial.

“The artist” (2011). Emotivo homenaje al cine mudo, a esta película dirigida por Michel Hazanavicius le cabe a la perfección el adjetivo “entrañable”. Rodada con una fotografía en blanco y negro, los actores Jean Dujardin y Bérénice Bejo, ofrecen actuaciones memorables que emulan a los intérpretes del Hollywood de los ‘20. Al igual que “Cantando bajo la lluvia”, se reconstruye el pasaje del cine mudo al sonoro y se narra cómo afectó a aquellos que no pudieron adaptarse. En el filme, esto se muestra con nostalgia y cierta melancolía. Al final, los personajes asumen el nuevo desafío con convicción, en un final tan emotivo como el de “Cinema Paradiso” (1988).

LOS NOMINADOS DEL AÑO

En la categoría “Mejor Película”, competirán en esta edición de los Oscar: “Escándalo americano”, “Capitán Phillips”, “Dallas Buyers Club”, “Gravedad”, “Ella”, “Nebraska”, “Philomena”, “12 años de esclavitud”, “El Lobo de Wall Street”.

Por la estatuilla al Mejor Actor pugnarán Christian Bale, Bruce Dern, Leonardo DiCaprio, Chiwetel Ejiofor y Matthew McConaughey. Para el premio a la Mejor Actriz, Amy Adams, Cate Blanchett, Sandra Bullock, Judi Dench y Meryl Streep. Para Mejor Director, figuran entre los candidatos David O. Russell, Alfonso Cuarón, Alexander Payne, Steve McQueen y Martin Scorsese.

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Jean Dujardin en “El artista”, un emotivo homenaje al cine clásico.

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Marlon Brando en “El padrino”, la obra maestra de Francis Ford Coppola.

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Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en la clásica escena de la descomunal “Titanic”.

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Josh Brolin en “Sin lugar para los débiles”, la corrosiva obra de los hermanos Coen.

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Ingrid Bergman y Humphrey Bogart en “Casablanca”, una de las películas más famosas de la historia.

CURIOSIDADES

• La más nominada como Mejor Actriz es Meryl Streep, que lleva 15 nominaciones desde 1981 y otras tres como Mejor Actriz de Reparto, lo que le hizo acumular 18 nominaciones. Así, es la persona más nominada en la historia de los premios.

• “El Padrino II” y “El Señor de los Anillos: el Retorno del Rey” son las dos únicas secuelas que ganaron el Oscar a la Mejor Película. Otras secuelas nominadas “Las campanas de Santa María”, “El Padrino III”, “El Señor de los Anillos: las Dos Torres” y “Toy Story 3”. “Infiltrados” el único remake que ganó el Oscar a la Mejor Película.

• John Ford ganó cuatro veces el Oscar al Mejor Director. Otros dos directores, Frank Capra y William Wyler lo ganaron en tres oportunidades.

• Daniel Day-Lewis es el único actor que ganó tres Oscar al Mejor Actor. Hay ocho actores que ganaron dos: Spencer Tracy, Fredric March, Gary Cooper, Marlon Brando, Dustin Hoffman, Tom Hanks, Jack Nicholson y Sean Penn.

• Seis actores ganaron el premio al Mejor Actor y al Mejor Actor de Reparto: Jack Lemmon, Robert De Niro, Jack Nicholson, Gene Hackman, Kevin Spacey y Denzel Washington.

• Walter Brennan con tres victorias es el más premiado de la categoría de Mejor Actor de Reparto. Otros seis ganaron en dos ocasiones: Anthony Quinn, Peter Ustinov, Jason Robards, Melvyn Douglas, Michael Caine y Christoph Waltz.

• Cate Blanchett (nominada este año) ganó un Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por interpretar a una ganadora del Oscar: fue en 2004 por su papel como Katharine Hepburn en “El aviador”.

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