Debuts, reencuentros y consagraciones

Andrés Ciro Martínez presentó a su hija como cantautora, y se reencontró con Micky Rodríguez sobre el escenario. Eruca Sativa se consolidó como la consagración del festival, con su segundo show en tres días.

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La Vela Puerca, Babasónicos y Ciro y Los Persas, una vez más contundentes. Foto: IAA

 

Ignacio Andrés Amarillo

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En la tercera y última jornada del festival rockero de montaña, se hizo presente Raly Barrionuevo, dueño de una propuesta que quizás guste más en este contexto que en el Cosquín de folclore (tal vez porque es una línea evolutiva de nuestra música, así como el folk anglosajón tuvo la suya), cerró con su versión de “Hasta siempre” (de Carlos Puebla), homenaje al Che en clave de fusión latina (vientos incluidos).

Acto seguido fue el turno de Salta la Banca, la banda que Santiago Aysine fundó tras sobrevivir a Cromañón: las banderas (incluyendo un trapo gigante), remeras amarillas y papelitos tuvieron su temprana fiesta. “Movimiento Independiente Salta la Banca, seremos eternos”, fue la consigna. El set pasó entre “rocanroles sin destino” y temas oscuros, bajo el lema “Libertad a Callejeros”.

“Como un lobo” fue el arranque de Guasones, dueños de un sonido “stone a la argentina” con estribillos gancheros, algo que pega muy bien con la estampa desgarbada del vocalista Facundo Soto. También hubo lo de canción acústica pero rockera (“Pasan las horas”, “100 años”), apoyada en la sección de vientos. Por supuesto, no faltó “Reyes de la noche”.

Dueños del circo

A esas alturas, La Perra que los Parió rockeaba en la carpa circense en la traslación del porteño festival Ciudad Emergente: muchos los descubrieron porque cayeron a ver el segundo show de Eruca Sativa, quienes cerraron aquel encuentro en junio pasado.

“El balcón”, “Para que sigamos siendo” abrieron el set: “No nos alcanzaba sólo con ayer”, comentó Lula Bertoldi, antes de apoyar la causa de Susana Trimarco, una más entre varias bandas en el festival que lo hicieron. Siguieron bien arriba con “Magoo”, entre el groove de los slaps de Brenda Martin y el ritmo infatigable de Gabriel Pedernera. “Tanto tiempo”, “Cómo vas a hacer”, “Antes que vuelva a caer”, “Desátalo”, “Fuera o más allá” y “El genio de la nada” completaron la lista.

Desde la laguna

De los shows de La Vela Puerca y Babasónicos se podrían decir muchas cosas, pero lo cierto es que sus sets se asemejaron bastante a los que los santafesinos vimos una semana atrás en Música en el Río (por cierto, en el escenario temático reggae se presentaron los costarricenses de Un Rojo Reggae Band y fue cerrado por Nonpalidece).

Los uruguayos salieron nuevamente a ganar el escenario serrano, y entre las diferencias con la Costanera santafesina estuvieron la inclusión de “Mi semilla” (en tiempos de legalización charrúa) y la invitación a Panchito Chévez en “El profeta”. Nunca “Va a escampar” tuvo un sentido tan directo (así como el “fue por una lluvia que realmente moje” de Skay el sábado), sobre todo mientras la Cruz del Sur peleaba con las nubes espesas por el dominio del cielo. También llamaron la atención los distintivos de la banda punk alemana Die Toten Hosen en el vestuario de los vientos.

En el caso de Babasónicos, hicieron una lista muy similar, con la misma puesta visual, pero con un plus aportado por una particular buena onda de Adrián Dárgelos, que se mostró sonriente y bailarín durante todo su concierto, aportando al clima distendido, frente a un público que cantó y bailó, pero con la variación en el arriado de las banderas, seguramente por rotación de los asistentes frente al escenario.

Suegro persa

Del show de Ciro y Los Persas hay que empezar por decir que duró unas dos horas con 40 minutos, el más largo del festival por lejos, sembrado de hits de su carrera solista y de Los Piojos, arrancando con “Banda de garage”.

Entre los momentos a destacar estuvo la presentación en sociedad de su hija Manuela Martínez (con una boca y un mentón que denuncian la genética), quien en carácter de “cantautora” mostró su tema “Fotos del ayer” acompañada por toda la banda, con todos los nervios del caso. “Suegro, suegro”, fue el canto de la hinchada.

También el reencuentro de Ciro con Miguel Ángel “Micky” Rodríguez, ex bajista piojoso que estuvo tocando temprano con su banda La Que Faltaba. En primer lugar lo hizo para cantar y saltar en “Ruleta”, y un rato más tarde para compartir “Como Alí”, en medio del descontrol generalizado.

Otro momento peculiar fue cuando el intenso bajista brasileño Broder Bastos se pasó a la guitarra y cantó en portugués un tema en clave de bossa fusión.

Andanada de hits

Luego de una salida con “LVR”, “Mírenla”, abrió la andanada final. El humor estuvo presente, cuando invitó a votar para elegir un tema entre “El balneario de los doctores crotos” y “Muévelo”, para decidirlo con un jackpot en las pantallas. Salió “Bailar pegados”, y Ciro imitó a Guido Kaczka pidiendo tirar de nuevo. Cuando salió “Muévelo”, dos chicas muy bonitas subieron a bailar a la pasarela, seguidas por una enana en peculiares tacos altos.

Otro regreso fue con “Astros” e “Insisto”, seguido por el habitual juego de “es el último tema” y responderse “sí” y “no” con el público con diferentes melodías, para explotar con “El farolito”, con buen solo de piano de Nicolás Rafetta y una versión casi completa de “La rubia tarada” de Sumo adentro. Luego otro tributo: “El viejo”, de Pappo.

La cosa se “empiojó” con “El mendigo de Dock Sud” y “Pacífico”, para volver a la actualidad con “Noche de hoy”, con la consabida lectura de las procedencia de las banderas y la entrada al escenario de Lula Bertoldi para agarrar por un rato la guitarra de Juan Manuel Gigena Ábalos.

Así terminó una nueva edición de un festival con una mística propia, con sus pros y contras, defensores y detractores. Mientras todos se iban en busca de algo para tomar o comer, Gabriel Pedernera y Lula Bertoldi (sí, parecen teletransportarse) cerraban la transmisión de Vorterix. Es que los Eruca Sativa se adueñaron tanto del encuentro que aman que sólo les faltó echarle llave al Aeródromo.