Llegan cartas

Demasiados errores

CARLOS FEDERICO TORRES

DNI 7.883.177

Bajo el título “Errores demasiados gruesos”, el 4 de febrero del año pasado remití un correo electrónico a ese diario, a fin de llamar la atención acerca de los importantes errores en los que incurre el señor Manuel Adet en sus comentarios sobre el tango, el hermoso género musical que nos identifica en el mundo.

No me pareció oportuno volver sobre el tema hasta hace unos minutos, cuando terminé de leer su publicación sobre el inolvidable cantor Jorge Maciel, uno de mis preferidos.

Sus errores acerca de la discografía, tratándose de un especialista en el tema, son poco menos que asombrosos.

Veamos los incurridos en este comentario:

1º) El tango “Por una muñeca” no lo grabó Jorge Maciel. El cantor de don Osvaldo Pugliese que intervino en esa grabación fue el Negro Miguel Montero y el registro se realizó para el sello Odeon el día 29 de octubre de 1954.

2º) “Pasional” tampoco perteneció jamás a su repertorio. Fue éxito de la orquesta de Pugliese pero con la voz del “Flaco” Alberto Morán.

3º) “Muchachos” tampoco es un tango grabado por Jorge Maciel. Quizás haya querido referirse a “Muchacha”, un tango perteneciente a Luis Rafael Caruso y Riel Sánchez que Jorge grabó como cantor de Pugliese el 26 de octubre de 1956, también para el mencionado sello Odeon.

Yo sinceramente no conozco ningún tango que se titule “Muchachos”, sí conozco “A los muchachos”, grabado por Ángel Vargas con la orquesta de Eduardo del Piano; “Pa' la muchachada”, grabado por la orquesta de Pugliese pero también con Miguel Montero; el mundialmente conocido “Adiós muchachos” y el que cito en el punto siguiente, pero “Muchachos” como única palabra en el título no lo recuerdo (no digo que no exista, desde ya) y menos que Maciel lo haya tenido en su repertorio.

4º) A otro tango que cita como un éxito de Maciel lo titula “Así era ella”. En realidad el título es “Así era ella... muchachos” (pertenece a Eduardo Cabodevilla y Ángel Di Rosa). Pugliese y Maciel lo grabaron para el sello Phillips en octubre de 1966 (este sello solo consignaba el mes de grabación, nunca daba el día exacto).

Y finalmente, comento que el nombre y apellido real de Jorge Maciel era Carlos Pellegrino y no Carlos Pellegrini. Es decir no era exactamente tocayo de aquel visionario estadista de la generación del ochenta que entre otras cosas nos dejara el legado de la creación del Banco de la Nación. Esto puede corroborarlo en “El anuario del tango” de Raúl Outeda y Roberto Casinelli, pero además me lo dijo hace muchos años atrás la misma hija del cantor en una reunión en la que tuve ocasión de conversar con ella.

Como decía hace poco más de un año atrás, si el objetivo de estos comentarios semanales es permitir que la generalidad de los lectores tangan un mayor conocimiento de este hermoso género musical, se debe cuidar que no se deslicen errores que en buena medida impiden concretar esa inquietud.

Sobre el pedido de las Madres Solidarias para abrir un centro

BERNARDO BERTONE

Ciudad

Escribo esta carta a propósito de la nota publicada en el diario El Litoral con fecha 26 de febrero de 2014, referida a la falta de respuesta del gobernador Bonfatti a la solicitud de Madres Solidarias para la apertura de un centro de rehabilitación para adictos a las drogas.

¿Cuáles son las otras prioridades en el presupuesto de la provincia de Santa Fe que han impedido la apertura del centro de rehabilitación que solicitan Madres Solidarias?

Me pregunto si estas prioridades incluyen hospitales monumentales, que han costado mucho más de lo presupuestado en los inicios, o viajes a China, India y Medio Oriente para presuntamente realizar tareas que podrían hacer nuestros representantes diplomáticos.

También me pregunto si el gobernador entiende que el tráfico de drogas se combate no solamente usando las fuerzas de seguridad para frenar la oferta, sino también frenando la demanda, ayudando a los adictos que desean curarse, pero no tienen los medios económicos para hacerlo.

Hay un amplio grupo de adictos a las drogas que no tienen recursos económicos para acceder a un tratamiento que les permita rehabilitarse.

Por último, me pregunto si será capaz el gobernador de usar sus conocimientos profesionales y acompañar a Madres Solidarias en su propuesta de trabajo voluntario para rehabilitar a personas de bajos recursos adictas a las drogas.

Agradecimiento sincero

MARÍA ALEJANDRA ALASIO

DNI 14.113.891

A través de El Litoral quiero hacer público mi agradecimiento a los doctores Aníbal Gastaldi, profesional y amigo del alma, Ernesto Blumenfeld, por su franqueza y calidez, y Fabián Ortiz por la dulzura y amor con que atendieron a mi madre, quien con gran entereza sobrellevó hasta el final una penosa enfermedad. Gracias, sólo gracias por permitirme darle mi amor hasta el último día.

Gracias a Raúl Flamenco por haber tramitado el certificado de discapacidad con tanta celeridad y por su calidez en momentos durísimos. Gracias a toda mi familia, mis compañeros de trabajo, mis amigos porque sin ellos no hubiera podido seguir adelante.

Gracias a Fernando de Mirgi por enseñarme que el círculo de la vida se cierra y hay que aceptar lo que Dios manda. Gracias a Gladis, Naty y Silvia que me ayudaron a cuidar a mi mamá y gracias a Germán, Ramiro, Felipe y Yamila por abrazarme cuando perdía el rumbo. Gracias a todos por permitir que mi mamá tuviera una muerte digna, gracias por dejarla ir, ahora Dios la abraza para siempre.

Capacidad e ingenio

JOSÉ M. CHARTIER

DNI 6.191.112

Capacidad e ingenio son dos palabras reales y constructivas, que juntas conllevan muchas cualidades y mucho mérito para quien en la vida y en el andar, según dónde esté ubicado, pueda manejar las dos, consiguiendo un beneficio para todos sin miramientos posesivos. Yo les pido a todos los que tienen el privilegio de conducción que las sepan valorar y utilizar, no en beneficio propio sino de la humanidad. ¡Qué reconocimiento maravilloso para quien disponga de un lugar donde ejercer ese don de posesión!

Hoy veo con dolor todo lo que está pasando a nuestro alrededor, no lo catalogo como desidia, sino como falta del uso de la capacidad para poder llegar con buen criterio de conocimiento, para hacer de este lugar un paraíso. Sólo falta, como recalco, “la capacidad y el ingenio” que permanecen dormidos en un rincón de nuestra mente.

Con esto yo sé que no conseguiré nada, porque el ciudadano sólo sirve para pagar impuestos; no se lo escucha.