No pudo ganar ante rivales más accesibles

A Colón le conviene que le inclinen la cancha

Luego de una mini racha positiva de cuatro triunfos (River y Central entre ellos), el equipo de Osella sólo sumó dos unidades producto de sendos empates de local frente a Godoy Cruz y Gimnasia, quienes vinieron a defenderse.

Con la cancha inclinada

Así le conviene jugar a Colón

Está visto que si lo atacan, se siente más cómodo. Al Brigadier llegaron Godoy Cruz y Gimnasia y el elenco de Osella sólo pudo empatar jugando mal.

Foto: Luis Cetraro

Alberto Sánchez

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Repasando los números de Colón en las siete fechas disputadas del presente campeonato, no quedan dudas que el saldo es positivo. Luego del traspié del debut ante Racing en Avellaneda, logró sumar 14 puntos, producto de cuatro triunfos y dos empates. Esto no hizo más que revertir la crítica situación en la que se encontraba hace un mes, luego del 0-3 contra el elenco de “Mostaza” Merlo.

Claro, es que llegó el “livianito” Argentinos Juniors al Brigadier López y se lograron las primeras tres unidades gracias a aquel “nucazo” de Graciani ante la tibia salida de Migliore. Luego, el sabalero visitó al necesitado Quilmes, y en cinco minutos resolvió favorablemente un partido “chivo” (goles de Graciani y Landa). Hasta ahí, lo del elenco rojinegro ya era para destacar, todo en medio de los problemas institucionales que originó la vergonzante gestión de Lerche y compañía.

Y le tocó el turno al River de Ramón. Siempre candidato, por el peso específico de su historia y de sus jugadores. Pero se encontró con un Colón decidido a hacer del orden y el utilitarismo, los bastiones de una victoria heroica, dado que el Millonario lo dominó en muchos pasajes del cotejo, pero no tuvo el oportunismo como para definir en “las 18” lo que generó fuera de ellas. Tercer encuentro consecutivo en el que se sumó de a tres, increíble para la mayoría.

Pero no todo terminó ahí. Colón fue a Rosario para enfrentar a Central. Sin exagerar, el conjunto de Miguel Ángel Russo habrá tenido la pelota 80 de los 95 minutos en un Gigante abarrotado de hinchas locales. Sin embargo, los Canallas fueron los integrantes del puñado de hombres que enmudecieron a 40.000 gargantas a orillas del Paraná.

Y si lo hecho contra River fue heroico, lo realizado en Rosario fue una hazaña, aunque la “forma” de conseguir otros tres puntos no haya convencido a los de “afuera”. Pero a esa altura eso no importaba demasiado, el objetivo es permanecer en primera y la única manera de lograrlo es sumar, sea como sea.

Las mieles del triunfo superan la manera de conseguirlas. La estrategia prevalece sobre el sistema de juego, y aferrarse al orden y al oportunismo se convirtió en una religión. Hasta que Godoy Cruz llegó al Centenario y se disfrazó de Colón, lo mismo que hizo ayer Pedro Troglio y su Gimnasia. Las cosas se emparejaron y fue justamente lo que menos le convino a los Osella’s boys.

La explicación es lógica y el mismo técnico rojinegro lo ha repetido varias veces: “Somos un equipo previsible”. A eso hay que agregarle la mediocridad y las pocas posibilidades de recambio en una plantilla tan “corta”. Entonces pasa lo que pasó en las dos últimas presentaciones: Colón se enfrentó a su reflejo. Como si en la mitad de la cancha hubiesen instalado un gran espejo; y a niveles parejos, partidos horribles (como el de la víspera).

Justamente lo que menos le conviene a este oportunista e incómodo equipo de Osella es que le planteen una estrategia similar. A Colón le conviene que le “inclinen la cancha”, que sea dominado por su ocasional adversario, de ese modo podrá aprovechar algún oportuno contraataque y luego aferrarse a la ventaja.

El próximo rival es San Lorenzo en el Bajo Flores. El azulgrana es el actual campeón, está peleando la punta en serio (Colón también está en los puestos de vanguardia pero la mira la tiene en el promedio), y además participa en la Libertadores. ¿Podrá Colón aprovechar estas circunstancias? Dependerá en gran parte de que el conjunto del “Patón” Bauza le haga el favor de “inclinarle la cancha”.

Acá gana Colón

Presión en la mitad de la cancha

Ezequiel Videla aprieta a un rival mientras Jacobo Mansilla y más atrás Mariano Bíttolo achican los espacios, hasta ahí todo bien, todo se complica unos metros más arriba, sobre todo si lo esperan. Foto: Luis Cetraro

Acá pierde Colón

Alario en soledad

En varias ocasiones, el delantero rojinegro debe pelear en inferioridad numérica ante defensores rivales, es lógico que las posibilidades de generar alguna situación de gol sea prácticamente nula. Foto: Mauricio Garín

Bajo la lupa

Montoya (5):

Solamente debió trabajar descolgando los centros que Gimnasia envió al área. En la única jugada de peligro para su valla no pudo evitar atajar el remate de Pereyra que pegó en el vertical derecho.

Castillo (5):

No tuvo ningún delantero visitante que se haya estacionado por banda; sin embargo, no pudo transformarse en salida clara por derecha.

Alcoba (5):

Empezó impreciso en las salidas, equivocándose en las entregas; mejoró con el correr de los minutos y casi se convierte en héroe, si su cabezazo a un minuto del final no se hubiese ido afuera.

Landa (5):

Gimnasia fue muy débil a la hora de atacar, pero fue el más criterioso de la defensa colonista. Resolvió bien tanto de arriba como de abajo.

Bíttolo (5):

Llegó con lo justo física y futbolísticamente para este partido luego de la lesión. Troglio eligió atacar por su lado con Bou, pero neutralizó bastante bien su lateral.

Graciani (4):

Jugó hasta los 35 minutos del primer tiempo, hasta que se fue reemplazado por Sosa. No estaba jugando bien, pero la variante pareció apresurada.

Meli (5):

La entrega de siempre en la mitad de la cancha. Si no se hubiera equivocado tanto en las entregas, se hubiese convertido en la figura del equipo.

Videla (6):

Con poco, el cordobés terminó siendo el más regular. El sacrificio acostumbrado junto a Meli, asistió a Curuchet en una contra desperdiciada por el atacante.

Mansilla (5):

Como la mayoría de sus compañeros, alternó buenas y malas jugando en el medio campo. Al salir Bíttolo, debió bajar unos metros para marcar el lateral izquierdo.

Alario (4):

Es el primer defensor de Colón, pero solamente eso. Lamentablemente debe jugar siempre de espaldas al arco y con un marcador pegado a sus riñones. Por sus características físicas, se le complica.

Luque (4):

Muy empecinado en tirar la pelota hacia adelante y ganar en velocidad, pero los rivales ya lo conocen y no lo dejan prosperar. A veces hasta parece demasiado individualista.

Sosa (5):

Ingresó por Graciani en la primera etapa y aún siendo zurdo, se instaló por derecha. Fue el único que intentó tener la pelota unos segundos más.

Curuchet (4):

Sigue demostrando que no está pasando un buen momento. Desaprovechó un par de contraataques eligiendo mal la resolución de la jugada.

Comachi (-):

Sólo ocho minutos en cancha, muy pocos como para poder calificar su actuación.