En los alimentos procesados

Consumo de sal: recomiendan incorporar etiquetas nutricionales

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Menos sal, más salud. Argentina se convirtió en el segundo país del mundo en aprobar una ley integral, que apunta a disminuir la incorporación de sal en la preparación de alimentos.

Foto: Archivo El Litoral

En la Semana Mundial de Concientización sobre la Sal, las organizaciones internacionales del cuidado de la salud lanzaron una campaña con el eslogan: “Lea la etiqueta, elija menos sal”.

 

De la Redacción de El Litoral

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Reducir el consumo de sal en los alimentos es el camino más efectivo para prevenir la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. “Lea la etiqueta, elija menos sal”, es el eslogan de la campaña lanzada por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS y OMS) para disminuir la ingesta. Dicha campaña se enmarca en la Semana Mundial de Concientización sobre la Sal, que se conmemora del 10 al 16 de marzo.

Este año se destaca la importancia de que se coloquen etiquetas nutricionales en los alimentos procesados para informar a los consumidores sobre el contenido de sal, una fuente de sal alimenticia cada vez mayor en los países en desarrollo y la principal fuente en los países desarrollados. Es así que se resalta la importancia de antes de ingerir “parar, observar y elegir la opción con menos sal”.

En tal sentido Branka Legetic, la coordinadora de la iniciativa para la reducción de sal de OPS y OMS resaltó que la mayoría de las personas no son conscientes de la cantidad de sal que están consumiendo. “Es importante saber cuánta sal tiene ya la comida y, cuando es posible, elegir la opción con menos sal”, recomendó. Para hacer eso, “son indispensables las etiquetas con información nutricional que muestren con claridad el contenido de sal. Esta es una medida regulatoria clave que están adoptando los países, que se fijaron metas para reducir el consumo”, remarcó Legetic.

Ingesta diaria recomendada

Consumir más de 5 gramos de sal por día aumenta el riesgo de presión arterial alta. Dicha patología es el principal factor de riesgo de muerte por ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular y falla renal.

En la mayoría de los países de América, el consumo diario promedio es significativamente más alto de la cantidad indicada. En la Argentina llega a los 12 gramos diarios, 11 en Brasil, entre 8,5 y 9 en Canadá, Chile y en Estados Unidos.

Para reducir estos promedios, cada vez más países de la región han adoptado estrategias a nivel nacional. Argentina se convirtió en el segundo país del mundo (después de Sudáfrica) en aprobar una ley integral con este objetivo. Dicha ley, establece plazos para que la industria de alimentos procesados reduzca la incorporación de sal en sus productos, exige la colocación de etiquetas nutricionales que adviertan sobre los riesgos de excederse en el consumo, limita el tamaño de los paquetes de sal y establece penas por no cumplir con la norma.

En el mismo sentido, el Consorcio para la Reducción de la Sal aprobó, el año pasado, un plan de acción 2013-2018. Entre otras cuestiones, recomienda iniciativas como las de las etiquetas nutricionales y negociaciones con la industria alimentaria para que, voluntariamente, reduzca el contenido de sal en sus productos.

“Para llevar adelante estas acciones se necesita de la colaboración entre los sectores público y privado, con el apoyo de los investigadores científicos, de quienes abogan por los derechos del consumidor y del público en general”, indicó Legetic.