llegan cartas

“Nosotros, los de las calles de tierra...”

DIANA TROSSERO

DNI 13.676.480

Hace muchísimos años trabajo en educación y a pesar de los variados gobiernos que se han sucedido desde entonces, hubo siempre una constante en sus discursos: todos han proclamado el derecho de los niños a recibir educación, la igualdad de oportunidades que todos merecemos, independientemente de los sectores sociales a los que se pertenezca.

Es la educación de calidad el camino primordial para superar las limitaciones de los entornos de procedencia, camino capaz de amplificar los ámbitos sociales y posibilitar la inserción de los jóvenes como miembros útiles de la sociedad a la que pertenecen.

Mi tarea transcurre desde hace más de veinte años en la Escuela Particular Incorporada Nº 1416 Doctor Gilberto Beltramino, que posee los niveles inicial, primario y secundario.

Dicha escuela se halla situada en calle Viñas 8300, barrio Loyola Sur de la ciudad.

A diario concurren a la institución más de cuatrocientos cincuenta niños y jóvenes que más allá de las desigualdades económicas y sociales, manifiestan enormes deseos de progresar, superarse y aprender. La mayoría de estos alumnos proviene de familias con un enorme compromiso con el futuro de sus hijos al que apuestan con esperanzada expectativa, por ello valoran tanto la educación.

Asistir a clases todos los días para alumnos de otras escuelas es sencillo, pero para nuestros alumnos se convierte en un impedimento. La escuela no posee veredas perimetrales, las calles de tierra que se constituyen en acceso hace años están en muy mal estado, pues no se les hace mejorado, razones por las cuales nuestros niños y jóvenes no pueden ingresar los días de lluvia ni muchas veces los días posteriores.

He presentado en más de una oportunidad notas a la Municipalidad gestionando este pedido, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta.

Recuerdo al escribir estas líneas un texto conmovedor elaborado hace algunos años por un alumno de la secundaria referido a las desigualdades que él vivenciaba y que tituló “Nosotros, los de las calles de tierra..”.

Quizás en cuestiones sencillas de resolver con un poco de esfuerzo, podamos demostrar a los sectores más desfavorecidos que todos estamos preocupados por el bienestar común, por superar las brechas que nos separan y por hacer más dignas las condiciones de vida de todos.

Las grandes empresas se construyen sobre pequeños y sencillos logros, en los que personalmente creo.