Pequeñas pero imprescindibles

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Ortographia Práctica

Bartolomé de Nágera. 1548 (fragmento).

Enrique José Milani

Nos referimos a las preposiciones constituidas por una o muy pocas letras, de allí su pequeñez. No obstante cumplen una misión importante: la de establecer relaciones, conectar voces, expresiones, a fin de que lo expresado adquiera cabal comprensión. Son términos de enlace por subordinación y como puentes entre palabras cuyas ideas relacionan. Por esto algunos llaman, tanto a las preposiciones como a las conjunciones, partículas de relación sintáctica. Siempre preceden a la segunda de las ideas que relacionan, por esto su nombre “pre-positio”, en latín: posición precedente: a la seis, ante los demás, bajo palabra de honor, con presteza, de madera, etc. A las ya conocidas se les añadieron, últimamente, unas pocas: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, pro, según, sin, so, sobre, tras, versus, vía. Todas son separables, tienen valor en sí mismas y constituyen vocablos españoles, aisladamente consideradas. A y de, antepuestas al artículo “el” originan las contracciones “al” y “del”. Pueden formar palabras compuestas: contrarréplica, antepecho, contraparte, entreabrir, parabién, sobretodo, porvenir. Inseparables, se consideran las latinas, que sólo se emplean como prefijos en las voces compuestas. Ellas son: ad, ab, circum, extra, in (im,ir,i) inter, ex, post (pos), pre, pro, re, semi, sub, súper, trans (tras), tri, uni, vice (vi, viz). Las hay griegas también: a, arch, (arc, arce, arz), neo, poli, proto, seudo (o pseudo). Están también las frases o modos prepositivos o preposicionales. Son dos o más palabras que hacen las veces de preposiciones simples: junto a, a causa de, acerca de, a favor de, por encima de, a fin de, en vista de, detrás de, debajo de, por efecto de, en calidad de, respecto a, etc.

A continuación, nos detendremos en el uso correcto de las preposiciones. 1º) A veces pueden ir dos preposiciones seguidas: de entre los pinos, desde por la mañana, hasta con los opositores, para con sus amigos, por de pronto acudamos, por bajo de la cama, etc. Atención: no deben usarse dos preposiciones unidas por conjunción, o de modo que la 1ª quede sin su término, como en “reloj con o sin cuerda; libros de y para jóvenes, consultó a y obtuvo aprobación del encargado”. 2º) Su presencia cambia el sentido de expresiones similares: “perder un hijo” es quedarse sin él; “perder a un hijo” es desquiciarlo moralmente. “Hoy debe estar”, denota obligación; “hoy debe de estar”, posibilidad; “Lo mandaron castigar”, orden para que se lo castigue; “lo mandaron a castigar” para que alguien castigue a otro. 3º) A veces, su empleo resulta superfluo: “Busco a hombres honrados”, “No acostumbro a beber”, “Debes de obedecer a tus padres”, “Es preciso de que tomes conciencia”. Ídem en las siguientes: “Creo de que, espero de que, me dice de que”. Omitámoslas y se instalará la corrección. 4º) Suelen omitirse indebidamente. Por ej. en: Plaza Congreso, Teatro Colón, corbata calidad superior, delante todos, estoy convencido que ( en los ejemplos, falta “de”); honra tus padres, leo Cervantes, visité el gobernador (falta “a”); fue el día que se decidió su suerte (corresponde “en que”). 5º) A menudo se sustituyen indebidamente unas por otras. Corresponde decir: sentarse a la mesa, buque de vapor, escaparse de la persecución, ejecutar en el piano, distinto de esto o aquello, enchapado en oro, edificio junto al Paraná. Restan aún otras consideraciones sobre el correcto empleo de estas minúsculas palabras, que esperamos tratar en futuro artículo.