Mano a mano con Luis Spahn en el día del cumpleaños 107 de Unión...

“Al ascenso no lo veo accesible, tampoco lejano”

El presidente destacó la actuación del básquet pero hizo una gran diferencia con el fútbol. “Si estuviésemos en Primera, habríamos hecho toda la bandeja sur”. También habló de lo que pasa en Independiente, de Zapata y de la “final” con Instituto.

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Grandes y chicos, hombres y mujeres, todos juntos se congregaron en la sede del club y desafiaron la noche fria que invitaba a quedarse en casa. Sin embargo, fueron muchos los que esperaron las 0 para cantarle el feliz cumpleaños al club de sus amores.

Fotos: Mauricio Garín

 

Enrique Cruz (h)

Volvió de Córdoba y no quiso estar ajeno a un día especial. Luis Spahn arrancó bien temprano, como siempre, y luego de charlar con El Litoral se fue al entrenamiento para estar cerca de los jugadores en una semana especial, porque el viernes llega Instituto y para todo Unión, “es una final”. Pero el presidente tatengue habló de todo en el día del cumpleaños del club. La campaña, la situación de Zapata, la deuda con los jugadores, los problemas económicos, la situación de los clubes en la Argentina y la gran campaña del equipo de básquet, entre otros temas.

—¿Es un buen día para festejar, presidente?

—Siempre es bueno el día de un cumpleaños. Nos toma en un momento de tránsito en la búsqueda de objetivos. El escenario no es muy novedoso en ese aspecto y la concreción o no de esos objetivos moviliza el estado de ánimo de la gente. Desde hace unas fechas, el hincha está un poco más esperanzado que hace algunas semanas.

—¿Es lejano el ascenso?, ¿utópico?

—No lo veo ni lejano ni accesible. Lo veo más factible desde lo real que desde lo numérico, porque sacamos 8 puntos sobre los últimos 12, al equipo lo veo bien y pudimos haberle ganado a Defensa y Justicia. Estamos más sólidos y entendiendo el mensaje de Leo Madelón. También lo veo muy bien al grupo en lo anímico. El día previo al partido con Defensa estuve más de dos horas, luego de la cena, charlando con los jugadores y me dio la impresión de que el grupo está unido y pendiente de conseguir el objetivo. A veces, lo de la unión del grupo es algo que se recita y no se ejercita. Pero no es así con este plantel.

—¿Con quiénes estuviste?

—Con Sánchez, Bruna y otros jugadores. Y la charla se vio reflejada luego, en el partido, donde ví que hay mucha compenetración en el objetivo.

—¿Qué hay de cierto sobre un rumor que indica la posible desvinculación de Zapata?

—Nosotros no generamos el rumor ni la iniciativa. Si Zapata desea rescindir, lo charlaremos con el cuerpo técnico y tomaremos la decisión. Pero no hay nada.

—¿Te defraudó?, ¿esperabas más de él?

—No me gusta decir que si un jugador no logra la titularidad, defrauda. Los planteles son de 27 o 28 jugadores y sólo juegan 11 más 7 que van al banco. Los que hoy no están, podrían estar mañana. Yo albergaba la ilusión de que Zapata sea titular en este equipo. Pero era sólo eso, ilusión. A Sava y a Madelón les dí referencias de jugadores que no jugaban y que, cuando los pusieron, funcionaron.

—El año pasado, Unión era agresivo ofensivamente pero desequilibrado en defensa. Ahora es sólido atrás y no hace tantos goles. En los últimos dos partidos, se pudo ganar con contundencia, pero no la hubo. ¿Es tu mismo análisis?

—Son circunstancias. Pero si nosotros mantenemos el cero, en principio tenemos el empate y creo que lo de los delanteros pasa por falta de confianza. Fuera de lo matemático, lo deportivo nos está dando una ilusión. Estamos mejor. Ahora jugamos una final con Instituto y si le ganamos nos vamos a poner en carrera.

—La semana pasada, Afa habría librado cheques para que los clubes de Primera le paguen un mes de sueldos a sus planteles. ¿Es lo mismo para la B?

—Tenemos la información del gremio de que Unión estaría involucrado en esto.

—¿Y cómo está la situación con el plantel?

—Tenemos un saldo de la planilla de sueldos de febrero, de alrededor del 25 por ciento de los salarios. A los jugadores de ingresos más bajos, no les debemos nada. En pocas palabras, de lo que se gasta por mes, le debemos un cuarto.

—Lo de Independiente ayer fue lamentable, con un partido que tres o cuatro horas antes no se sabía si se jugaba. ¿Seguís pensando que el fútbol argentino se conduce a un laberinto del que no va a poder salir?

—Lo de Independiente puede responder a algunas cuestiones políticas... La situación, de todos modos, es grave. Hay muchos clubes que están atrasados no sólo con el plantel, sino también con su personal. Es evidente que los empleados de los clubes deben tener un grado de tolerancia importante, porque las instituciones no están pagando como debieran y Unión no está exento de esto. Se paga el sueldo en cuotas, por ejemplo. Pero no nos confundamos. Esto de Independiente le pasa a una gran cantidad de clubes, sobre todo en el tema del personal.

—¿Y Unión está cerca de convertirse en Independiente?

—Espero que no. Tuvimos una sorpresa con una caida de 200.000 pesos del cobro domiciliario el mes pasado, porque llegaban los cobradores y la gente no quería pagar por bronca y desazón por la campaña. Le pido al socio que no se deje llevar por la bronca momentánea de un resultado deportivo, porque de esa manera le estamos haciendo un daño al club.

—¿Cómo está el tema de la tribuna?

—Estamos evaluando 4 o 5 presupuestos para terminar el tema del hormigón y con otros contratistas estamos analizando lo de las butacas y las escaleras. Hemos sido estrictamente honestos con el dinero recaudado y que el hincha se quede tranquilo que toda la plata recaudada con Independiente, va a ir a parar a la obra.

—Con Unión en primera, ¿se hubiese terminado la obra?

—Me arriesgo a decir que hubiésemos hecho la bandeja sur completa. Los tiempos y los resultados nos jugaron pésimamente. Cuando hicimos el llamado a los socios, hace dos años, perdimos 3 millones de pesos. Al muy poquito tiempo, se empezó a dar la caida del equipo y luego el descenso. Fue un costo muy grande para nosotros, porque 3 millones hace dos años era muchísimo.

—¿Qué opinás del equipo de básquet?

—Es loable y demuestra que, en el deporte, el presupuesto termina siendo una cuestión relativa. La hombría, la actitud y la entrega juegan un papel importante. Estamos haciendo lo de Defensa y Justicia, con un presupuesto limitado pero severo en ambiciones, llevamos un grupo de manera elogiable. La actuación supera las expectativas y las limitaciones de dinero. Estoy contento.

—Sin generar nada en lo interno, este ejemplo del básquet, ¿se puede tomar por el fútbol para que se mejore o algo cambie?

—Todo sirve de ejemplo, pero no significa que los recursos humanos, las personas, respondan igual ante los mismos estímulos. El jugador de fútbol no tiene el mismo contexto que el del básquet. El de básquet no tiene reprobación ante un resultado negativo. Transpolarlo, no creo que sea sano, porque no tienen la misma repercusión en lo anímico y en lo social.

—Mencionabas a Defensa y Justicia, y el presidente decía que tienen sólo 2.000 socios que pagan...

—Tengo un gran aprecio por José Lemme porque ha trabajado en silencio y humildad. Si hay un resultado positivo para algún club que me alegra, ese resultado es el de Defensa y Justicia.

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El dato

Saludo sabalero.

  • En un comunicado oficial, “la Comisión Directiva de Colón saluda en su 107º aniversario a sus pares, hinchas y simpatizantes del club Atlético Unión. Apostando a que la ciudad de Santa Fe necesita instituciones consolidadas e inclusivas, les deseamos un feliz aniversario”.
“Al ascenso no lo veo accesible, tampoco lejano”

Luis Spahn en diálogo con El Litoral. Hizo un balance de la actualidad, tanto en lo deportivo, como en lo económico e institucional. Foto: Guillermo Di Salvatore

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análisis

Enrique Cruz (h)

No hay otra que jugar en Primera

  • El contexto dificultoso del fútbol argentino no es ajeno a Unión. Las últimas dirigencias, casi sin excepciones, debieron gobernar con la inestimable y necesaria chequera presidencial. La imposibilidad del financiamiento propio y los vaivenes deportivos, llevaron al club a aumentar el pasivo, a generar deudas con sus propios dirigentes y a no poder estabilizarse en la primera categoría del fútbol argentino.

En los últimos tiempos, Unión no pudo desarrollar un verdadero proyecto deportivo. Probó diferentes recetas, entre las que se incluye la llegada de un manager (Pumpido). Pareció encontrar un camino cuando con Darío Kudelka se consiguió el ascenso y la campaña de 50 puntos en la A. Esto generó furor en la dirigencia y en la gente, al punto tal que en aquellos últimos días de marzo de hace dos años, se hizo el lanzamiento del “Estadio de la gente”, hoy un proyecto inviable y hasta faraónico para estos tiempos que se viven. Duró poco todo. El tercer año del ciclo Kudelka arrancó con un equipo que se armó casi de cero, con un técnico que perdió fuerza y cinco derrotas consecutivas que lo llevaron a renunciar. Hoy, con el paso del tiempo, se observa más claro que nunca que el final del ciclo de Kudelka se dio mucho antes de aquella quinta fecha.

La falta de consolidación en la categoría y la ausencia de ventas importantes que generen recursos, son los principales síntomas que definen este momento de Unión. Ya no se lo vé al club como una institución que haya echado fuertes raíces en Primera, algo que sí logró entre los ‘70 y ‘80. Tampoco aparecen jugadores que sirvan para marcar la diferencia, adentro de la cancha con su calidad técnica y afuera con su cotización y poder de reembolso para el club.

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En Unión se hizo costumbre cambiar planteles todos los años, con el consiguiente gasto económico y la falta de oportunidades para los jugadores de inferiores. En los últimos cuatro años, el club efectuó más de 50 incorporaciones, de las cuáles no fueron muchas los que dieron réditos.

Está claro que esta política, la de los permanentes cambios y la llegada de jugadores cuya relación costo-beneficio no cierra, se transforma en obsoleta y peligrosa para tesorerías tan necesitadas de recursos.

El presidente de Unión, con su exitoso perfil empresarial, no ha podido dar en la tecla con el aspecto más sensible de la institución que preside: el fútbol. Por ese motivo, sus ambiciones y sus deseos de engrandecer a la institución, tornando viable su economía, han caido en saco roto. Aquellas mieles de hace un par de años atrás, hoy tienen un gusto ácido preocupante.

Para gobernar clubes de fútbol como Unión, se necesita atacar de lleno al verdadero corazón de la institución. Hoy, en el momento de reflexión que brinda un nuevo cumpleaños, se hace indispensable volver a parar la pelota y entender qué es lo que mueve el termómetro de la institución. El propio Spahn lo admite: “Con el club en Primera, la tribuna estaría terminada en su totalidad”. No lo dudo. Ese es el camino. Pero Unión, en los últimos tiempos, supo algunas veces cómo llegar, pero jamás interpretó de qué manera tiene que mantenerse.

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