Ya pasaron 20 años de la muerte de Senna

Aquel trágico 1º de mayo

  • El destino quiso que en la curva “Tamburello” del circuito italiano de Imola, el primer domingo de mayo de 1994 nos dejara para siempre —a raíz de un brutal accidente a bordo de un Williams— el brasileño Ayrton Senna da Silva. Ganó 41 carreras en la Fórmula 1, donde logró tres títulos mundiales. Para muchos, su manejo era “mágico”.
Aquel trágico 1º de mayo
 

Daniel Monticelli

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Cómo olvidarlo si fue uno de los fines de semana más negros de la década de los 90. El Gran Premio de San Marino de 1994 corrido en el circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola, estuvo signado por un destino trágico. Ya el viernes 29 se encendió la alarma cuando el auto de Rubens Barrichello se estrelló fuertemente contra los guardarrails de la variante Bassa, dejando como saldo un brazo roto del brasileño.

Ya, la máxima estrella de la Fórmula 1 Ayrton Senna, había firmado contrato ese año para correr y cumplir un sueño tanto de él como del dueño del equipo, Frank Williams. “Beco” comenzaba a ponerse muy nervioso, porque a su juicio había cosas que no estaban bien y se preocupaba por el estado de su amigo “Rubinho”.

Ese manto negro que tiñe imaginariamente los circuitos del automovilismo y motociclismo continuaba su artera marcha (quienes conocemos la actividad, esto se percibe, se intuye...).

El sábado 30 de abril en la clasificación para la competencia del día siguiente, un joven piloto austríaco, Roland Ratzenberger, perdía su vida después de chocar contra los muros de contención en la curva “Villeneuve” a bordo de un Simtek, auto lento que lo único que hacía era sumar inscriptos en la grilla. Pero vaya nuestro recuerdo, porque nunca debemos olvidarnos de ese deportista que fue otra víctima fatal en Imola.

En se instante Ayrton ya estaba furioso... Dicen que esa noche habló con Adrianne Galisteu, su novia, contándole que se sentía muy mal por lo sucedido. Que si fuese por él ni siquiera correría. Algunos se atreven a afirmar que “los fantasmas aparecían en su cama”, durmió poco y mal.

El domingo 1º de mayo largó la carrera en la pole (la Nº 65 en su campaña), con un Williams modificado hasta en el volante porque Ayrton estaba incómodo y le hicieron varios cambios, sobre todo en la columna de dirección. En la misma grilla minutos antes de la carrera, le dijo al mundo: “El auto es difícil de llevar, se muestra nervioso...”.

Después de la largada hubo un choque entre el portugués Pedro Lamy y el finlandés Jarvi Letho. Restos de autos por todos lados hicieron que ingresara el Safety Car. En la vuelta 5 se dio el vía libre y Ayrton estaba primero, seguido por el Benetton de Michael Schumacher.

Vuelta 7, eran las 14 horas 18 minutos, Ayrton era acosado por el alemán y llegaba a la curva Tamburello. En aquel giro fatídico iba a 310 km/h. y después la eternidad.

El auto chocó contra el muro de cemento, a tan sólo 15 metros de la pista. El neumático delantero derecho sufrió el primer impacto. El Williams rebotó nuevamente hacia la pista, dio media vuelta y regresó a la vía de escape. Siete segundos después de la colisión, el auto era una masa uniforme de metales, destrozado, se detuvo con la parte delantera y el lado derecho, excepto el cockpit, totalmente destruidos.

La cabeza del paulista se movió casi imperceptiblemente dos veces, la primera 1 minuto 58 segundos después del choque... Luego quedó inmovilizado.

Momentos de horror, Ayrton fue colocado en el pavimento y su amigo, el Dr. Sid Watkins, intentaba reanimarlo, pero era en vano. En la pista, donde fue colocado el cuerpo de Senna sobre una camilla, había una enorme mancha de sangre y la gente de rescate tapaba la conmovedora escena con una sábana.

Un helicóptero trasladó al herido hasta el hospital Maggiore de Bologna, pero el destino de Ayrton estaba marcado. Senna, uno de los mejores pilotos que tuvo la Fórmula Uno, caía para siempre. Lo confirmó la Dra. María Teresa Sandri, a las 18:05.

Después, lo conocido: una falla en la barra de dirección del vehículo pudo causar el accidente. Supuestamente Senna había hasta casi obligado a sus técnicos la recomposición de esa pieza. Aún hoy y después de los largos procesos judiciales, no se sabe con exactitud por qué Senna perdió el control de su auto y en qué momento se rompió la columna de dirección. Desde aquel luctuoso suceso, mucha gente dejó de mirar la Fórmula 1 y llovieron las críticas de todo tipo.

En mis viajes a San Pablo me enteré de que “Titonio” el papá de Barrichello, es uno de los que más visita la tumba, va casi todos los días al cementerio de Morumbí, donde descansan los restos de Ayrton. En ese lugar hay un árbol llamado Ipé, que da flores amarillas y una sola placa de bronce, que reza: “Ayrton Senna da Silva 21/03/60 y 01/05/94. Nada puede separarme del amor de Dios”.


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"La muerte de Senna representa también la muerte de parte de mi vida. Yo necesitaba a Ayrton, así como él me necesitaba a mí. Tengo un gran respeto por él. Un respeto que va más allá de nuestras diferencias”.

Alain Prost

Su archirival en la pista , quien estuvo en el sepelio de Senna en San Pablo.