Por el retraso de las lluvias

Alerta en Somalia

Agencia EFE

El retraso de las lluvias, el aumento del precio de los alimentos y el conflicto armado amenazan la seguridad alimentaria durante los próximos meses en Somalia, donde 857.000 personas se encuentran en situación crítica por la falta de comida, alertaron hoy expertos vinculados a la ONU.

Estas personas necesitarán ayuda humanitaria urgente el próximo junio, advierte un estudio de la Unidad de Seguridad Alimentaria y Análisis de Nutrición para Somalia (FSNAU).

La seguridad alimentaria podría deteriorarse especialmente en las regiones agropecuarias somalís del Shabelle Medio y la Baja Shabelle, así como en el noreste, donde abundan las áreas de pastoreo.

Unos 203.000 menores de 5 años se encuentran extremadamente malnutridos, y 51.000 de ellos con elevado riesgo de morir, reveló este organismo, dirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la organización estadounidense Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna.

La estación de lluvias, que suele comenzar a mediados de marzo, se ha retrasado a mitad de abril el noroeste de Somalia y todavía no ha llegado a muchas zonas del noreste y el centro del país.

Además, la escasez de precipitaciones en las dos últimas décadas han llevado al agotamiento de las fuentes de agua dulce para el consumo humano y animal.

Los dos ríos principales para la agricultura de regadío, el Juba y el Shabelle, se encuentran actualmente por debajo de sus niveles normales para esta época del año.

Los hogares más pobres en las zonas agrícolas han comenzado ya a abastecerse de existencias de cereal de la temporada anterior.

“El mes de mayo sigue siendo crítico. Si las lluvias fallan, junto a la inseguridad permanente, veremos empeorar la crisis -alimentaria- en el sur y noreste de Somalia, alertó el asesor técnico jefe de FSANU, Daniel Molla.

Junto a los factores meteorológicos, los desplazamientos recientes por la ofensiva militar contra la milicia radical islámica somalí Al Shabab y las restricciones comerciales han obstaculizado la actividad agrícola en áreas del sur.

El embargo impuesto por los insurgentes en zonas controladas por el Gobierno federal somalí han provocado un aumento de los precios de bienes de primera necesidad.

Somalia se encuentra todavía inmersa en un prolongado y complejo conflicto armado que enfrenta a tropas de varios países africanos y el Ejército somalí a Al Shabab, que quiere instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.