Noche de terror en Recreo

Golpe comando contra una familia

• Siete sujetos irrumpieron en la vivienda de un matrimonio. Actuaron armados, a cara descubierta y con chalecos antibalas. Se llevaron dinero y objetos de valor.

Danilo Chiapello

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“El problema es cómo seguir. Tengo los rostros de esas personas en mi cabeza. El ruido de cuando explotaban los vidrios. No podemos dormir..., ni siquiera con pastillas”, dijo Sonia Bar (49) recordando pasajes de la pesadilla vivida hace sólo algunas horas.

La noche del miércoles Sonia junto a su esposo Alfonso Sozio (53) estaban en los preparativos para concurrir a la fiesta del 124 Aniversario de Recreo, a realizarse en el Polideportivo Municipal.

El dato no es menor por cuanto marcaba el retorno a la vida social de este matrimonio que desde hace algún tiempo permanecía con bajo perfil, tras sucesivos tropiezos con la delincuencia.

* Corría 1997 y Alfonso fue víctima de un violento atraco cuando regresaba del Mercado de Productores, donde posee un puesto de compra y venta de huevos. Un automóvil lo interceptó a metros de su domicilio. Los cacos lo sometieron a una golpiza y le sustrajeron la recaudación. El hombre resultó con cortes en su cabeza, que le significaron 9 puntos de sutura.

Pero aquel suceso no fue el único, ni tampoco el último.

Hace un año, la noche anterior a Navidad, Alfonso volvió a ser atacado por malvivientes que lo robaron a la salida de su trabajo en el Mercado.

Vecino rehén

Antes de salir para la fiesta de Recreo, Alfonso se dirigió hasta la galería de la casa para encender un horno pizzero.

Mientras, su esposa Sonia continuaba en el interior del inmueble ultimando detalles con su hijo, de 24 años, el que estaba acompañado por su novia.

Eran las 20.50 cuando las siluetas de varios sujetos aparecieron por la parte de atrás de la vivienda. Segundos después el dueño de casa escuchó la peor de las frases: “¡Abrinos porque lo matamos acá!”

Los intrusos eran cuatro hombres los que traían consigo a un vecino, Amadeo Romero (38) a quien lo tenían encañonado con una escopeta recortada.

Alfonso intentó una reacción y alcanzó a cerrar una puerta. Pero la respuesta de los delincuentes no se hizo esperar.

De inmediato lanzaron un furibundo ataque a golpes de patada y culatazos contra la abertura que terminó destrozada.

Para esta parte, otros tres rufianes se habían sumado a la faena. Todos estaban armados, a cara descubierta y tenían colocados chalecos antibalas.

Semejante alboroto no pasó inadvertido para Sonia que alcanzó a gritar “¿qué está pasando?”. “Nos están entrando”, dijo su esposo.

Queremos plata

La odisea continuó ahora en el interior de la casa.

Alfonso quedó tirado en el suelo sobre un “colchón” de vidrios rotos, lo que le valió algunos cortes que sufrió en sus manos.

El hijo del matrimonio y su novia fueron encerrados en un baño.

Y Sonia fue conducida hasta uno de los dormitorios donde debió buscar y entregar una suma de dinero en efectivo. Se estima que unos 20 mil pesos.

“Los tipos pedían plata”, dijo hoy Sonia en diálogo con este diario. “También nos pedían armas”

Además del dinero en efectivo los ladrones se llevaron una Notebook; una cámara filmadora; relojes; teléfonos celulares y una alianza de oro.

Suena el teléfono

“Creo que no pasó algo peor porque justo comenzó a sonar el teléfono. Eso fue como que los ‘sacó de foco’. Comenzaron a discutir entre ellos. Algunos decían no atiendan porque son los de la alarma. Otros querían atender. Otros decían ‘vamos que se pudrió todo’”.

Lo cierto es que teléfono no paraba de sonar. Entonces los tipos decidieron irse. Fueron unos 15 minutos lo que duró esta pesadilla”, agregó la mujer.

“Cuando se retiraron lo hicieron de modo tranquilo. Se llevaron al vecino como rehén y lo largaron a la altura de La Papelera, cerca del country Los Molinos. Lo tiraron de un auto color oscuro.

Lo que queda

“El problema es cómo seguir”, sostuvo hoy Sonia. “Vos no podes actuar contra 7 personas. Algunos me dicen cómo no reaccionamos. No podés contra todos ellos. No sabés lo que es que te estén amenazando a tus hijos. Yo pensaba en mi otro hijo que estaba por llegar. Entonces les pedía por favor que no nos maten. Según parece, hace dos meses nos estaban estudiando”, sentenció.

Uno de los dormitorios aún conserva el desorden provocado por los delincuentes en la búsqueda de dinero.

El dato

En la mira

• “El problema es el Mercado de Abasto”, opinó Sonia. “Tanto tienen problemas los compradores como los vendedores. El que compra va con plata y el que vende sale con plata. Ellos sabían que ayer no había bancos, era feriado, entonces el puestero está con la plata en su casa. Es la realidad. A muchos no les va a gustar esto que digo pero es la realidad.

A partir de ahora, el Mercado de Abasto tendrá que tomar medidas porque se le van a ir los clientes. Uno ya no sabe qué hacer. Hay robos todos los días.

Lo que ocurre en los alrededores del Mercado es algo increíble. Asaltan a los camiones, a los puesteros, en fin... es tierra de nadie”, sentenció.