El lugar que lo vio nacer

En Margarita, el “Chino” no perdió

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Desde pequeño. Muchos ya piensan en “acomodarse” con el futuro suegro. Juan Nicolás, un precoz vecino de Margarita, hizo punta... “¡Vamos Chino Todavía!”, se escuchó en toda la región.

Foto: Agencia Reconquista

Es la “patria” chica de Marcos René Maidana, la que se extraña, la de tantísimos sueños hoy convertidos en realidad para este deportista de 30 años. Allí, junto a su pueblo, Diario El Litoral reflejó todo el color local de una localidad que, durante la pelea, estuvo paralizada.

 

Gustavo Capeletti

Agencia Reconquista

La intensa y copiosa lluvia que cayó sobre todo el norte santafesino parecía no poder tocar el suelo de Margarita en la noche del sábado. Es que el calor popular que emanaba de cada rincón de este pintoresco pueblo, seguro una de las futuras ciudades de la región por su proyección demográfica y empuje productivo, parecía conjurar los efectos del diluvio.

Desde varios días antes de la pelea más esperada por el universo boxístico, sobre todo el latino, el clima que vivía la localidad era de marcada expectativa y ansiedad.

Cámaras de canales nacionales, el aire de las radios de todo el país y las columnas de diarios del territorio argentino referenciaron a lo largo de toda la semana a Margarita como la cuna del gran campeón, Marcos René “Chino” Maidana.

Comunicadores locales, vecinos y amigos de la infancia del “Chino”, cuando no algún familiar residente en este terruño, ganaron notoriedad por el hecho de describir desde anécdotas vividas con el púgil hasta las características que hacen de Margarita un “flor de pueblo”.

Con todo ese escenario conmovedor para la vida tranquila de los lugareños, llegó la medianoche del sábado, el momento en que el hijo pródigo debió saltar al ring para pelear con el mejor del mundo, Floyd Mayweather.

En el bar de la terminal de ómnibus la gente pudo seguir las alternativas del combate de la manera acostumbrada: picada o cena, algún trago y los nervios como denominador común.

Pero el epicentro indudable del fervor popular se instaló en el gimnasio cubierto del Club Centro Social Sarmiento. Allí, la comuna local dispuso una pantalla gigante para proyectar en vivo lo que pasaba en el ring del hotel MGM Grand de Las Vegas.

Apenas el Chino salió de su camarín rumbo al ring, la gente explotó de algarabía.

Cánticos de apoyo fueron entonados a coro con la seguridad de que retumbarían en el corazón de Marcos, a miles de kilómetros de aquí, pero tan unido a su gente como siempre.

Los primeros rounds se vivieron casi íntegramente de pie. El local arremetía contra su rival y las manos que entraban pintaban un posible desenlace rápido. Después de la mitad de pelea, el aliento no cesaba a pesar de que se percibía que la parada se volvía difícil. Con el fallo adverso de los jurados, el clamor se hizo aún más fuerte.

“Podía haberle ganado tranquilamente, sólo faltó algo de puntería. Pensar que se enfrentó a Mayweather en Las Vegas y que terminó de pie, sin apuros y esperando las tarjetas para ver quién ganó; eso es algo que refleja la hazaña del Chino”, refirió Juan Gabriel Duarte, periodista radial y televisivo del seno local y amigo de Marcos Maidana.

“Se merece la revancha, por momentos se lo llevó por delante al mejor de todos, ¡Vamos Chino querido!”, festejó Fabián, uno de los tantos que eligió no quedarse en casa para ver la pelea.

A esa altura, las tarjetas de la derrota poco importaban, todos se fueron del estadio pensando que “si hay próxima pelea, seguro le gana porque el Chino aprende y mejora”.

El pueblo volverá mañana a su parsimonia habitual, a la espera del regreso de su ídolo máximo, y para hacerle sentir con un recibimiento que será masivo que, acá en Margarita, el “Chino” no perdió.