Ucrania en la encrucijada

A horas de la consulta separatista el gobierno de Kiev pide diálogo

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En Lugansk, que será uno de los escenario del referéndum de mañana, la presencia militar es muy importante.

Foto: Agencia EFE

  • El presidente ucraniano se mostró dispuesto a conversar aunque “no con terroristas”, tal como el define a los milicianos prorrusos que promueven el referéndum que podría profundizar la secesión del país. La presencia ayer de Putin en Crimea fue tomada como un acto de provocación.

     

Agencias DPA y EFE

Un día antes de la celebración de un referéndum separatista en el este de Ucrania, el gobierno de Kiev se mostró dispuesto a dialogar, aunque no con “terroristas”, nombre con el que el Ejecutivo se refiere a los prorrusos, quienes por su parte exigieron el fin de la violencia antes de iniciar un diálogo. “Escuchamos a (la cuenca del) Donbás y estamos dispuestos a sentarnos en la mesa de negociaciones”, afirmó hoy en un comunicado el presidente interino de Ucrania, Alexander Turchinov.

El gobierno de Kiev está dispuesto a dialogar con representantes políticos y sociales, afirmó Turchinov en un programa de televisión. El presidente volvió a descartar negociaciones con “terroristas cuyo cometido es destruir el país”.

Turchinov advirtió además a las fuerzas prorrusas del este de Ucrania en contra de una secesión de las regiones de Donetsk y Lugansk, de gran importancia económica. “Sería un paso hacia el abismo”, alertó.

“Quienes apoyan la independencia no entienden que significaría la destrucción de la economía, los programas sociales e incluso de la vida de gran parte de la población en esas regiones”, dijo el presidente interino.

Por su parte, las fuerzas prorrusas del este exigieron de nuevo a Kiev el fin de la violencia como condición previa a cualquier tipo de diálogo.

“Sólo se podrá hablar de algún tipo de negociación cuando quienes tienen el poder en Kiev pongan fin a sus acciones agresivas, retiren a sus tropas y estén dispuestos a un diálogo pacífico”, afirmó a la agencia Interfax Miroslav Rudenko, miembro de la cúpula de la autoproclamada República Popular de Donetsk.

En tanto, tras los violentos combates vividos el viernes, la situación se tranquilizó hoy en Mariupol, ciudad portuaria del sureste de Ucrania y cercana a la frontera con Rusia.

La Guardia Nacional anunció su retirada del centro de la ciudad aunque anunció que se hará todo lo necesario para estabilizar la situación. La policía aseguró que seguirá de servicio tras los “trágicos acontecimientos” del día anterior, cuando tropas del gobierno ucraniano y fuerzas prorrusas se enfrentaron por una comisaría.

Según las autoridades locales, en los enfrentamientos de Mariupol murieron al menos 7 personas y unas 50 resultaron heridas. El ministro de Interior ucraniano, Arsen Avakov, reportó la muerte de un soldado ucraniano y 20 separatistas.

Por otro lado, fuerzas prorrusas retuvieron brevemente en Donetsk a nueve trabajadores de la Cruz Roja Internacional, a los que dejaron en libertad tras comprobar sus intenciones, informó hoy a DPA el portavoz del organismo, Pierre Marquet. Los trabajadores de Cruz Roja -ocho ucranianos y un suizo- llevaban consigo medicamentos y ahora podrán llevar a cabo su misión humanitaria en la región.

Putin en Crimea

El presidente ruso, Vladimir Putin, estuvo ayer en Crimea, en el que es considerado uno de los días más importantes para Rusia, que marca las celebraciones de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en 1945, mientras que en combates en el sureste de Ucrania murieron siete separatistas prorrusos.

Además, casi 50 personas resultaron heridas en la ciudad de Mariupol, cerca de la frontera con Rusia. Originalmente, se había hablado de al menos 20 muertos. También hubo informes de enfrentamientos en Donetsk con varios heridos. Por la noche, se informó de tiroteos en Slaviansk.

En medio de duras críticas de Occidente, Putin asistió desde un barco anclado en la bahía de Sebastopol a un desfile de diez buques de guerra, así como 70 aviones de combate y helicópteros en el 69 aniversario de la victoria. La televisión estatal rusa transmitió en vivo los festejos en la ciudad portuaria de Crimea.

En un breve discurso en el puerto de Sebastopol, Putin dijo que con la anexión de Crimea a Rusia se había recompuesto “una verdad histórica”. Su visita fue evaluada por analistas como una demostración de poder frente al gobierno en Kiev y Occidente ante el grave conflicto que vive Ucrania por la multiplicación de los movimientos separatistas prorrusos. Los separatistas se preparan para decidir este domingo su futuro en un referéndum, a pesar del pedido del mismo Putin de aplazarlo. Más de tres millones de personas en las zonas prorrusas de Donetsk y Lugansk votarán si apoyan una separación del resto de Ucrania.

“Aún nos queda por delante mucho trabajo, pero con su ayuda superaremos todas las dificultades, porque estamos juntos y eso significa que somos más fuertes”, subrayó Putin, sin mencionar el conflicto en Ucrania.

Se trata de la primera visita de Putin a Crimea desde la anexión de esta república autónoma ucraniana a Rusia el pasado 18 de marzo, no reconocida internacionalmente. Ya antes de la llegada de Putin a Crimea, el primer ministro en funciones de Ucrania, Arseni Yatseniuk, había calificado la eventual visita del presidente ruso, no anunciada oficialmente, como una “provocación”. Poco después, Ucrania calificó la visita como una “abierta falta de respeto”, de acuerdo con una declaración del Ministerio del Exterior en Kiev.

El secretario general de la Otan, Anders Fogh Rasmussen, calificó de “inoportuna” la asistencia de Putin a los festejos que se realizan en Crimea.

Rasmussen subrayó durante una visita a Tallin, la capital de Estonia, que Crimea sigue siendo territorio ucraniano según el derecho internacional y que la visita de Putin se produjo sin la invitación del gobierno en Kiev.

El ex primer ministro danés también subrayó que se sigue sin constatar una retirada de tropas rusas de la región fronteriza con Ucrania. Putin, por su parte, elogió la actuación de la población de Sebastopol durante la Segunda Guerra Mundial. “Incluso cuando nuestras tropas abandonaron provisoriamente la ciudad, Sebastopol no se rindió”, dijo. “El ejemplo de Sebastopol demostró al mundo que donde las personas están dispuestas a luchar por su país, su dignidad y su libertad, el enemigo no avanza”.

La población de Crimea decidió el 16 de marzo, en un controvertido referéndum, la anexión a Rusia. El 18 de marzo, Putin firmó el tratado sobre para la incorporación del territorio a la Federación Rusa.

Las autoridades locales ucranianas reconocieron hoy su impotencia frente a esta consulta popular convocada para este domingo en regiones del este del país para decidir sobre una posible escisión.

No hay suficientes unidades de intervención para evitar la celebración del referéndum convocado por los activistas leales a Moscú, comunicó hoy la alcaldía de la ciudad de Donetsk.

Por motivos de seguridad, no se intentará evitar que los separatistas levanten sus “oficinas electorales” en locales como escuelas.

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Provocativa

  • Estados Unidos afirmó que la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Crimea fue “provocativa e innecesaria”. “Crimea forma parte de Ucrania, y no reconocemos los pasos ilegales e ilegítimos emprendidos por Rusia a ese respecto”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

La portavoz afirmó que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, habló con el ministro del Exterior ruso, Serguei Lavrov, en la mañana de ayer, pero no mencionaron la visita de Putin a Crimea. Kerry habló con el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, sobre qué medidas tomar para reducir la violencia. Yatseniuk le brindó una actualización de la situación de seguridad y los preparativos para las elecciones.