La experiencia de ser “ser humano”

La experiencia de ser “ser humano”
 

El español sergi torres, respira, sonríe y arremete: “¿Cómo puede ser que mi forma de ver el mundo sea responsabilidad de otro?”. Está convencido de que olvidamos la capacidad de existir en el único instante en el que ocurre nuestra vida. Y recurre a la teoría de Einstein “la energía no se crea ni se destruye, cambia de una forma a otra”, para decir varias cosas.

TEXTOS. ANA LAURA FERTONANI ([email protected]). FOTO. archivo el litoral y LUIS CETRARO.

¿Quién es Sergi Torres? Es un poco complicado de responder sin recurrir a títulos, curriculum, trayectoria... En la web lo presentan como “un impulsor de una nueva forma de pensar”, pero no alcanza. Es una presentación muy pobre que no explica que tantas personas hayan pagado una entrada de 400 pesos para ir a escucharlo durante 4 horas.

Es un tipo joven, que brilla, sonríe, asume su experiencia humana; es un niño que manifiesta su libertad, su amor, la certeza de que todo está bien; y también es un viejo sabio -su alma debe tener cientos de años- que encuentra las palabras justas para transmitir y contagiar su experiencia. Regala máximas para escribir, subrayar (con tres colores) y repetir hasta que se hagan conscientes -o simplemente sean contempladas, que ya es bastante-.

Nació en Barcelona y desde el otro continente llegó a principios de abril a la ciudad. Estuvo en Santa Fe, luego en Córdoba y Tucumán. Su exposición fue en el auditorio de ATE. Allí, a cada rato, todos ríen (reímos) a pesar de la tragedia que ven en ese espejo gigante, el que está parado en el medio del auditorio.

Inaugura hablando del encuentro, esto de mirarnos, de encontrarnos. “...Vas por la carretera y chocas el auto, te bajas y primero nos encontramos, porque nos hemos encontrado, todas las decisiones que he tomado en mi vida me han llevado a encontrarme y tu encuentro con mi coche es el resultado de todas las decisiones que tu has tomado; eso es un encuentro. Nos olvidamos de encontrarnos. Tú me has chocado, yo he sido chocado, qué hacemos con esto. Dónde estamos, cómo me siento, cómo te sientes... Tenemos tanto miedo al encuentro, ¿saben por qué?, porque cuando dos personas se encuentran y se miran, se enamoran”.

“...Ni siquiera nos detenemos a sentirnos, todo lo que implica ser un ser humano. Ser un ser humano en nuestro planeta es ser feliz y sufrir, anhelar y frustrarse, enfermar, sanar, dolor, miedo...”.

SIENDO SIN QUERER

Y lleva al auditorio a otra esfera, a un supuesto planeta con vida, con una especie que vive esa experiencia de vida en ese planeta, una especie que vive siendo lo que es pero sin querer ser eso. “Imaginaos un planeta con millones de seres humanos que están viviendo una experiencia de ser ser humanos sin querer sentir lo que sienten, sin querer ir donde van, sin querer tener lo que tienen y queriendo lo que no tienen y así... Como un árbol lleno de manzanas y todas agrias porque no quisieran ser manzanas... Eso es un ser humano de nuestra época”.

“Un ser humano que no está queriendo ser un ser humano va a estar en conflicto consigo mismo, si está en conflicto consigo mismo va a estar en conflicto con la vida y con todo. Si está en conflicto con todo esa sensación de conflicto es tan sumamente intensa y sumamente insoportable que ese ser va a tener que buscar motivos culpables a los cuales hacer responsables de su conflicto; de esta manera generaremos conflicto, exteriorizaremos conflicto... No asumo lo que siento, entonces voy a encontrar quién es el responsable”. El auditorio ríe, sabe de qué está hablando, es una instancia de introspección.

“Es muy profundo lo que somos y es muy superficial lo que vemos”.

“... Mientras sigamos culpando a nuestros padres por cómo nos educaron, al sistema educativo, a la economía... mientras sigamos culpando, haciendo responsable de mi experiencia a otro, seguiré dormido, tratando de ocupar mi vida sin querer estar en ella ¿Cómo es posible ocupar la vida?”.

“... Hemos olvidado la capacidad de existir en el único instante en el que ocurre nuestra vida, sin objetar la forma en la que ocurre... ¿Por qué negar una experiencia si ya está ocurriendo? Vemos al mundo mal, que le falta tal, tal y tal cosa, pero tú eres un ser humano, tú eres consciente de eso. Si eres consciente significa que tienes la capacidad de ponerlo, pero no lo pones porque crees que eso que ves es responsabilidad de otro. ¿Cómo puede ser que mi forma de ver el mundo sea responsabilidad de otro? Nuestro punto de vista es distinto, por eso es que nuestra experiencia es distinta. El mundo que vemos no tiene nada que ver con nuestra experiencia, es lo que tenemos que empezar a mirar”.

“Al pensar que los demás son culpables o responsables de lo que sentimos nos sentimos vacíos, necesitamos que el otro actúe de una forma concreta para que siga produciendo en mí la sensación de que yo creo que me produce esa persona”.

“ME DOLÍA SER HUMANO”

“Estuve muchos años de mi vida odiándome. Me dolía ser un ser humano, me dolía aprender las tablas de multiplicar, no quería hacerlo y me suspendían, y me sentía un inútil y cuando descubrieron que mi cerebro era disléxico aún más, y cuando me di cuenta de que no podía alcanzar los ideales humanos -sé bueno, compórtate-, me di cuenta de lo miserable que era. Intenté buscar una carrera, una novia, algo que yo pudiera hacer, la sal y la pimienta en mi vida... Buscaba esa sensación de ‘nadie me comprende’, y no me daba cuenta cuánto dolor generaba en mí mismo eso y era tan insoportable que generaba dolor en los demás porque pensaba que eran ellos lo que no me amaban, no me comprendían, no cumplían mis expectativas”. El auditorio está atento, sabe de qué habla, sabe de ese vacío, de los culpables, de las limitaciones.

“No sé nada, no sé ser feliz -sigue Sergi- no sé estar en paz ni asumir la responsabilidad de mi experiencia y a cada instante se produce un encuentro que posibilita que emerja, que aprenda de eso... Debería aprender de la vida en lugar de pasarme la vida intentando decirle a mi vida cómo tiene que ser”.

“Yo soy una forma de vida, estoy dentro de esta circunstancia, cuando niego o rechazo algo o alguien siento vacío, porque a quien estoy rechazando es a mí mismo”.

“... A veces, uno tiene la sensación de no soportar lo que vive, pero es mentira porque lo estás viviendo”.

“Si yo tomo la decisión de quitarme la vida no es porque no soporto mi vida sino porque pienso que no la puedo soportar, y me quito la vida porque no soy consciente de que el pensamiento es mío, creyendo que soluciono algo; pero somos conciencia, sigues con esa idea en tu mente porque somos conciencia”.

CAMBIA DE FORMA

Y trae a Einstein (Albert), y de vez en cuando lo vuelve a traer: “La energía no se crea ni se destruye, cambia de una forma a otra. Significa que eres eterno, ¿nadie ha considerado esa ley? No tienes nada que temer; nada empieza, nada termina, sólo cambia de forma. Respeta la forma, asúmela, asúmete y observa, nosotros nos entrometemos, interferimos en la vida tratando de cambiar la forma. ¿Cuánto tiempo de mi vida yo deseé ser más alto (todos ríen) ¿saben cómo duele? y no es la altura, es lo que yo pienso acerca de mi experiencia”.

“¿Alguien recuerda ese momento en su vida en que decide ser adulto? Es un día que apenas nadie se acuerda, porque es el día más doloroso de nuestra vida, porque uno decide abandonar esa pureza, esa inocencia, vivir la vida abierta para entrar en un mundo que te exige que seas una buena persona, es decir que dejes de ser tú, tú creativo, alegre, feliz a que pases a conseguir ser feliz, a conseguirlo con trabajo, carrera, familia... Estamos decidiendo olvidar que hemos nacido para ser felices, que por muy mal que estén las cosas todo va a ir bien... Es sólo una perspectiva, pero poder verla y reirnos es maravilloso”.

“Todos sentimos las mismas cosas de diferentes maneras, todos tenemos miedo, creemos que estamos separados los unos de los otros, y estamos unidos, todos formamos parte de la misma conciencia o, si querés, de la misma especie”.

ENAMORAMIENTOS

“Hay una gráfica que habla del enamoramiento y dice que al principio es alta y luego baja. Lo que quiere decir es que cuando yo me enamoro pongo las expectativas en la otra persona y a medida que veo que no la cumplen me harto de esa persona. Ésa es un opción, cuando tú crees que te enamoras del otro, otra vez me siento enamorado de existir, enamorado de ser; amo la vida, no me gusta a veces la forma cómo ocurre”.

“Cuando puedo asumir que si yo me expreso completamente en mi vida y a veces eso significa sentir dolor, esa esencia que hay detrás de ese dolor, hay algo que me sigue manteniendo vivo, y si me lanzo a esa conciencia, sentir esa paz y ese amor, cuando me encuentre contigo no tendré expectativas de que tú me llenes. La clave está en que yo pueda asumirme a mí mismo”.

“... La imagen del romanticismo es melancólica, es un amor que pasa a ser un anhelo, un anhelo muy dulce, que en el estómago nos sienta amargo. No he visto personas más tristes que los grandes románticos porque anhelan un amor que no encuentran porque no lo buscan en ellos. Algo que ya uno tiene no lo tiene que conseguir, ni mendigar, ni encontrarse con la sensación de imposibilidad y frustración... La vida es simple, la forma en que la vivimos es muy compleja”.

“Nos aferramos a la perspectiva, creyendo que la perspectiva es lo que es real y no lo es; sólo es un punto de vista”.

POR MI CULPA

“Hemos aprendido que no hay que ser codiciosos, lujuriosos, iracundos, envidiosos, soberbios, perezosos y comilones (siete pecados capitales), en definitiva no hay que ser humano. Quién de aquí no ha intentado no ser esto cuando estamos siéndolo... La pereza, es una de mis preferidas, te sientes perezoso, cómo se siente un perezoso, culpable; que siente el iracundo después de la ira, culpa; el comilón, se come todo y después del acto pecaminoso, culpa, culpa, culpa. Detrás de la culpa hay miedo, miedo a ser así, a existir de esa forma. Para no ser perezoso tienes que ir en contra de la regla, acabar con la pereza, acabar con la ira. Pero la energía no se crea ni se destruye, no se puede, cuanto más rechazo la pereza más perezoso voy a ser. Dos emociones dentro de mí van a estar echando la culpa una a la otra, con la sensación de que ahí no pinto nada, no puedo con ello. Esa sensación de que no puedo hacer nada para evitarlo, porque sigues luchando para evitar algo que es inevitable, no puedes evitar sentir lo que ya sientes”.

“Una de las emociones más dolorosas es tratar de no sentir lo que sientes en ese momento. Lo más simple es sentir lo que uno siente en este mismo momento, no tiene que buscarlo, evitarlo, protegerte, aumentarlo, ya lo tienes ahí. No hay cosa más hermosa que ésa, cuando empezamos a asumir nuestra experiencia presente empezamos a dar libertad a nuestras emociones, empezamos a entrar en un estado en el que observamos lo que sentimos en lugar de sufrirlo. Observo mi culpa y me doy cuenta de que ese observar es mi conciencia, y mi conciencia observando mi pereza y mi culpa, está en paz de observar porque lo permite, no lucha. Y cuando la conciencia está en paz eso se transforma, mi pereza empieza a transformarse. Para conseguir esto uno tiene que ser muy perezoso, tiene que abrirse a sentir esto y empezamos a abrirnos”.

Presentación

Sergi Torres nació en 1975 en Barcelona. Con sólo 3 años se preguntaba “¿Qué he sido antes de ser Sergi?” A los 21 años experimentó su primera gran vivencia en la que descubre que la realidad es sólo un producto de la mente, un gran espejo tridimensional. A los 28 se sintió guiado por la vida a extender, compartir y ofrecer a otros la misma invitación que se le ofreció a él.

Según Sergi, cada instante de nuestra vida nos lleva al encuentro genuino con nuestro ser. Así es como, en forma de conferencias, cursos, talleres y también a través de su libro “Un Puente a la Realidad”, Sergi propone un cambio de mentalidad respecto al mundo de una forma cercana, asequible, práctica y aplicable en nuestras vidas.

Está dedicado siempre a redescubrirse a sí mismo a través de su propia experiencia, observando, aprendiendo y comprobando que tomar la responsabilidad de todo cuanto ocurre y el perdón son las únicas herramientas que nos ofrece el encuentro.

“Estamos completamente adaptados a una forma de vivir que respira miedo de forma constante y que encuentra su alimento en todo lo que acontece en nuestras vidas. Actualmente, temer está justificado, sin embargo, amar de forma incondicional no. A pesar de esto, amar es lo único que nos hace felices y nos mantiene en paz y armonía con todo el universo”.

La experiencia de ser “ser humano”

“Debería aprender de la vida en lugar de pasarme la vida intentando decirle a mi vida cómo tiene que ser”, dijo sergi torres.