Se dio lo que se pensaba al principio del torneo

Ya no depende de Colón.

Tiene que ganar y esperar.

Hasta ayer, en Liniers, el destino sabalero estaba en manos del equipo de Osella. Ahora, con la derrota 0-2 ante Vélez, Colón deberá ganarle sí o sí a Olimpo en el Cementerio de los Elefantes y esperar la combinación de los otros resultados. Al perder Colón y Godoy Cruz, más el empate de Rafaela, el que la tiene clara es Quilmes: ganando uno de los dos partidos que le queda —hoy Gimnasia, después River— se salva de la mano de Caruso. Foto: Matías Nápoli

Alberto Sánchez

Enviado especial a Buenos Aires

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Y llegó nomás la última fecha del campeonato. Y para Colón, la agonía tendrá su epílogo el domingo luego de enfrentar a Olimpo, si es que gana y Atlético Rafaela no hace lo mismo frente a Arsenal en Sarandí. Se dio la lógica para el equipo rojinegro. Con la mano en el corazón, allá por enero de este año, muchos colonistas pensaban que no se llegaría a esta instancia con la posibilidad abierta de continuar en la máxima categoría.

Es cierto que el desarrollo y la campaña del elenco de Diego Osella en este torneo han sido tan esperanzadoras que también muchos de esos hinchas hayan soñado con lograr el objetivo antes de la última bola, incluso hasta se ha soñado con la obtención del campeonato, pero las dos derrotas seguidas frente a Estudiantes y Vélez lo han complicado más de la cuenta, lo mismo que los empates ante Belgrano y Rafaela; justamente estos encuentros fueron los cuatro seguidos que componen el sprint final, en los cuales Colón pareció haberse quedado sin combustible.

Dado que estas líneas las estoy escribiendo horas antes del cotejo que por la penúltima jornada jugará Quilmes contra Gimnasia en su reducto del sur, queda todavía la esperanza para los de barrio Centenario de que el conjunto de La Plata, que está peleando la punta, le quite la posibilidad de sumar de a tres a los de Caruso Lombardi.

El compromiso entre “Cerveceros” y “Triperos” comenzaba a las 17.10, momento en que esta edición sale a la venta, por lo que debo esperar para hacer cálculos, los mismos que desde hace varias fechas están haciendo jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas sabaleros. Si Quilmes suma, el rojinegro sólo debe centrarse en ganar, con la esperanza de que la “Crema” no haga lo mismo con Arsenal.

De todos modos, Diego Osella ya está pensando en la dramática final que disputarán sus dirigidos el próximo domingo ante el ya “salvado” Olimpo. Si este mediocre Colón ha sumado impensados 27 puntos en 18 partidos es porque algo tiene; pero hay que tener en cuenta que de los últimos 12 en disputa, sólo cosechó 2, por lo que habrá que revisar muchas cosas de cara a un encuentro tan trascendental como el que se viene en un seguramente repleto Brigadier López.

Daría la sensación de que la receta que tantos resultados le ha dado a Osella ya no surte efecto. Anoche contra Vélez quedó demostrado que no tiene otro remedio que cambiarla. Algo adelantó el entrenador y me parece lógico. La expulsión de Mansilla seguramente será aprovechada para sumar gente con recorrido más directo hacia el arco contrario.

Lo más sensato sería confiar en el “destape” de Curuchet, quien entró bastante bien anoche, aunque luego se apagó y entró en la confusión de todos. Quizás acompañaría a Alario en la delantera para que Luque lo haga en lugar del sancionado Mansilla. Otra alternativa sería la de incluir a Sosa por la banda izquierda, pero es un tanto más lejana, ya que al mediocampista lo seduce más la zona central para atacar, y no los desbordes por afuera del zurdo Luque.

Tras la incuestionable derrota de anoche frente a Vélez, de la que no creo tan importante hablar teniendo en cuenta que lo fundamental es el futuro y no lo que pasó, Osella dijo que la chance de que Colón cumpla con el objetivo está intacta. Basándome en la demostrada capacidad del entrenador para pergeñar partidos ante rivales considerables, como el 2-0 contra Quilmes de visitante; el 3-1 a River de local; los 1-0 a Central y Newell’s en Rosario; y hasta los valiosos empates en cero con Boca y San Lorenzo; es un concepto con el cual coincido plenamente, y al cual no hay posibilidad de negarlo.

Zárate metió los dos...

El goleador del campeonato.

Con el doblete ante Colón llegó a once gritos con la “V” de Liniers y es casi un hecho que volverá a jugar en Europa. Es el máximo anotador del fútbol argentino, seguido por Carrillo de Estudiantes con 8, Valencia de Olimpo con 7 y Gigliotti de Boca con 7. El arranque de Vélez fue demoledor para Colón en todo sentido: en los primeros 15 minutos metió dos goles y liquidó todo de entrada. Zárate, con apellido goleador. En la imagen, clave el 2-0. Foto: Télam

...Alario no metió ninguno

Pone todo pero no la mete.

El “Pipa” Lucas Alario en una postal de la impotencia sabalera en Liniers, pifiando una pelota cuando le quedó para definir. El trabajo táctico de desgaste y el sacrificio que pone el “9” de las divisiones inferiores es realmente notable, pero le cuesta mucho poder llegar con la pelota a la red. En principio, estaría más y mejor acompañado frente a Olimpo porque en reemplazo de Mansilla expulsado ingresaría Curuchet, con lo cual quedarían tres para atacar junto a Carlos Martín Luque. Foto: Matías Nápoli

7

Remates

Al arco efectuó Colón en todo el partido, 2 en el primer tiempo y 5 en el complemento. Vélez lo hizo 14 veces, 7 en cada período.

2

Tiros de esquina

Ejecutó Colón en todo el cotejo, uno en cada etapa. Vélez lo hizo en 7 oportunidades, 2 en los primeros 45 minutos y 5 en el segundo tiempo.

Bajo la lupa

Montoya (5): No tuvo ninguna responsabilidad en los dos goles de Vélez. Además, debió esforzarse para contener otros tantos remates peligrosos desde media distancia.

Castillo (4): Cabral, Papa y las apariciones de Zárate y Pratto lo complicaron durante todo el partido, tampoco estuvo seguro con la pelota en los pies.

Conti (4): No pudo con la calidad y experiencia de los delanteros velezanos. Responsabilidad compartida con Landa al dejar sólo a Zárate en los goles.

Landa (4): Lo mismo para el segundo marcador central sabalero. No fue la voz de mando de una juvenil defensa que tuvo demasiado trabajo.

Bíttolo (4): Sufrió algo parecido a Castillo, pero con Pérez Acuña y Romero, más los movimientos de la dupla de atacantes del equipo local.

Graciani (4): Sólo una buena jugada al finalizar el primer tiempo enganchando para adentro y rematando desviado. Poco para quien se espera mucho más, lo suplantó Sosa para tratar de generar algo.

Meli (5): Siempre en la suya, batallando a veces contra dos o tres rivales en la media cancha. Con mucho empeño ganó algunas pero perdió más.

Videla (4): Algo similar a lo que le ocurrió a su compañero en la zona central de volantes. Los mediocampistas de Vélez fueron superiores y manejaron la pelota y los espacios.

Mansilla (4): Fue expulsado por doble amonestación, aunque en la segunda falta pareció que el rival se cruzó por adelante y tropezó. Baja importante para el próximo cotejo contra Olimpo.

Alario (4): Marró increíblemente una inmejorable oportunidad al rematar débilmente y al cuerpo del arquero. Hubiera sido importante ese gol, ya que fue a poco de comenzar el complemento.

Luque (4): No pudo hacer prevalecer su velocidad en ningún momento de la etapa inicial. Fue reemplazado por Curuchet al comenzar el segundo período.

Curuchet (5): No cambió mucho, pero por lo menos le dio más dinámica al elenco de Osella. Transcurridos 15 minutos, se contagió con la actuación del equipo en general.

Sosa (4): Con su inclusión, el director técnico colonista intentó darle más fútbol al equipo, pero solamente se quedó en eso, la intención.

Gandín (4): Reemplazó a Bíttolo faltando 15 minutos y sólo sirvieron para que lo amonesten, nada de fútbol del “Chipi”.