En Buenos Aires

Falleció Miguel Brascó

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El recordado escritor en una de sus últimas visitas a Santa Fe.

Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

El escritor, abogado y crítico gastronómico Miguel Brascó falleció ayer de un paro cardiorrespiratorio tras permanecer internado durante más de tres semanas después de haber sufrido un ACV, según confirmó su familia.

Brascó, especialista en vinos, se destacó también como dibujante y poeta, además de su labor periodística como creador de la revista humorística Leoplán y sus participaciones en el canal Gourmet.

Nacido el 14 de septiembre de 1926 en la ciudad santafesina de Sastre, el crítico gastronómico estaba internado en la clínica Colegiales tras sufrir un ACV el pasado 16 de abril.

Brascó, que solía llevar moño en su indumentaria y cuestionaba el “macaneo” sobre los componente del vino, comenzó como crítico literario en la década del 60 cuando se hizo cargo de la sección buen vivir en la revista Claudia.

El sommelier Fabricio Portelli recordó en declaraciones televisivas que “Brascó es el ejemplo del bon vivant. Vivía almorzando y cenando afuera y cuando estaba en su casa cocinaba. Siempre que descorchaban un vino pensaba cuál era la intención del vino. Preguntaba por qué se cobraba a tal precio. Era un defensor de la gente, decía que cada uno era un experto”, aseguró.

En una nota publicada en Nosotros, la revista de El Litoral, en diciembre de 2010, Estanislao Giménez Corte consignaba que detenerse en la biografía de Brascó da la agridulce sensación de que uno no ha hecho nada o, lo que es lo mismo, que él hizo todo. Nacido en 1926, se doctoró en Derecho en España, estudió letras, se dedicó a la poesía (es el autor de la letra de “Santafesino de veras”); trabajó en teatro, fue traductor, hombre de radio y publicista. Publicó las primeras tiras de Mafalda, fue director de Ego, Diners y Status; condujo programas de TV; se destacó en el humor, en el dibujo ... y la lista podría seguir. Actualmente, escribía una columna en La Nación, hacía degustaciones y estaba a la espera de la publicación dos novelas. Una de ellas, “Los leopardos son cosa del atardecer”, ya terminada.