Los efectos de la abdicación

Felipe VI iniciará su reinado en un marco difícil

  • Las dos grandes formaciones políticas españolas, el Partido Popular de Mariano Rajoy y el Partido Socialista, cerraron filas en torno a la monarquía.
  • Pero los miles de manifestantes que exigieron un referéndum en favor de una república, dejaron en claro que la situación dista de ser unánime.
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El Rey Juan Carlos y el Príncipe de Asturias participaron hoy del primer acto oficial juntos después de que se anunciara ayer la abdicación en favor Felipe VI. Foto: Agencia EFE

 

Redacción de El Litoral

Agencia EFE

Horas después de que el rey Juan Carlos de España renunciara al trono en favor de su hijo, el príncipe Felipe, la bandera republicana ondeaba ya en algunos balcones del centro de Madrid como preludio a las manifestaciones en las que miles de personas exigieron el lunes un referéndum sobre la monarquía. Las protestas seguirán en paralelo al proceso legal y político que culminará con la proclamación del nuevo monarca.

La abdicación del hasta ahora único rey de la España democrática que surgió tras la muerte del dictador Francisco Franco desempolvó la “bandera tricolor”, como se conoce la enseña de la Segunda República Española (1931-1931), con franjas roja, amarilla y morada.

Con ella y con consignas republicanas, las protestas antimonárquicas tomaron el lunes las plazas en las que hace tres años irrumpieron los indignados: la Puerta del Sol, en Madrid; la Plaza de Catalunya, en Barcelona; o la del Mercado, en Alicante.

No se acercaron a las cifras de entonces. Pero que miles de ciudadanos salieran a manifestarse contra la monarquía y a favor de la república en ese día histórico para España muestran que Felipe VI iniciará su reinado en una situación difícil.

Las dos grandes formaciones políticas, el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y el Partido Socialista (PSOE), cerraron filas en torno a la monarquía. Pero esa postura dista de ser unánime.

En uno de los balcones de la sede histórica del Ayuntamiento de Madrid, en el centro de la capital, ondea la “bandera tricolor”. Es el despacho de Izquierda Unida (IU). “Es una manera más de exigir la convocatoria de un referéndum”, dijo una concejala a medios españoles. “No se nos ha preguntado por la monarquía”.

Una institución cuestionada

El republicanismo -y el antimonarquismo- se vieron impulsados por los mismos factores que precipitaron a la Corona en la peor crisis de imagen de su historia, tras haber sido durante décadas una de las instituciones mejor valoradas; la mejor, incluso, en los años 90.

El comportamiento poco ejemplar del rey Juan Carlos cuando en los peores momentos de la crisis se fue de lujosa cacería a Botsuana; su relación con la noble germanodanesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein; el proceso judicial por corrupción contra su yerno, Iñaki Urdangarin; y la imputación de su propia hija, la infanta Cristina, hundieron la valoración de la Corona.

Suspende en las encuestas desde 2011, el año en el que irrumpió en España el movimiento de los indignados, y este mayo recibía una nota de 3,72 sobre 10 en la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, estatal).

Hace unos meses, una treintena de intelectuales -entre ellos la escritora Rosa Regás y el ex director de “Le Monde Diplomatique” Ignacio Ramonet- presentaban en Madrid un manifiesto que pedía la Tercera República en España.

Los resultados de las elecciones europeas del 25 de mayo supusieron la subida de formaciones republicanas muy críticas con el sistema. Y mostaron que el republicanismo se ha convertido en España en una opción real. “Referéndum ya”, exigen.

“Los españoles tenemos derecho a decidir nuestro futuro, por eso queremos votar”, dijo Pablo Iglesias, el profesor universitario líder de Podemos, el partido de izquierdas nacido hace cuatro meses que en los comicios europeos se convirtió en la cuarta fuerza.

Tras la subida al trono de Juan Carlos, hace 39 años, el mítico líder del Partido Comunista Santiago Carrillo acabó definiéndose como “juancarlista”. IU, la tercera fuerza política de ámbito nacional y en la que se inserta el PCE, es otra de las que exigen un referéndum, convencida de que con él llegaría la Tercera República. Su líder, Cayo Lara, se manifestó el lunes en la Puerta del Sol.

Compromís, un pequeña partido de izquierda, registró el lunes en el Congreso de los Diputados una proposición para que se vote en referéndum quién ocupa la jefatura del Estado.

No tiene ninguna posibilidad de salir adelante, habida cuenta de la holgada mayoría absoluta del PP de Rajoy y de la postura oficial del PSOE, el principal de la oposición. Pero es un gesto más que visibiliza una opción que cobra fuerza.