llegan cartas

Colón: la rabia y el valor

Roberto Casabianca

DNI: 6.250.460

Después de haber leído las declaraciones y testimonios de la Comisión Sumarial constituida en el Club Atlético Colón y como integrante del Tribunal de Honor en donde avalé todas las sanciones que aplicara aquélla, no me queda ninguna duda de que la Comisión Directiva presidida por Germán Lerche produjo la tragedia más grande de la historia de la institución.

De lo actuado por la Comisión Sumarial y del informe producido por la Comisión Investigadora más la documentación recogida y las declaraciones leídas se infiere que el estatuto ha sido sistemáticamente violado y no de manera esporádica.

Con tristeza y dolor, quienes participamos de estas labores hemos concluido en la necesidad de sentar un precedente, ya que las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y en que, sin duda, el terrible daño que ha sufrido nuestra institución debe servir para hacernos comprender que sólo el cumplimiento irrestricto de la Ley y del Estatuto pueden mantenerla y salvarla, teniendo en cuenta que Colón debe ser un proyecto colectivo con la participación de todos sus estamentos, y de manera muy especial la de sus socios.

Únicamente así podremos estar seguros de que nunca más se producirán acciones que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo entero.

El estado de situación en que la CD actual encontró al club nos hizo reflexionar en diciembre pasado y recordar -entre un grupo de amigos- al “Facundo” de Sarmiento quien, refiriéndose a la derrota de Quiroga en la Batalla de la Tablada dice: “En la Tablada, había dejado todo: armas, jefes, soldados, reputación; todo, excepto, la rabia y el valor”. Colón fue en este semestre un ejemplo de lo que no debemos perder: “la rabia y el valor”.