Habrían provocado un centenar de muertos

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

Las autoridades francesas tienen pruebas, en parte obtenidas por los servicios secretos estadounidenses y británicos, de que las fuerzas de Bachar al Asad han llevado a cabo estas últimas semanas ataques químicos con cloro en diversos puntos de Siria, reveló hoy “Le Monde”.

Francia cuenta con los elementos de prueba de la utilización de cloro en forma de gas químico por el ejército sirio desde hace al menos una quincena de días, según varias fuentes no identificadas por “Le Monde”, que subraya la voluntad de los responsables de silenciar esa información para evitar verse obligados a intervenir.

Las fuerzas de Asad -de acuerdo con esas fuentes- han utilizado esa sustancia contra “poblaciones civiles y combatientes” y se calcula que han provocado “un centenar de muertos”, una cifra muy inferior a las 2.000 víctimas mortales que se atribuyen, sólo en Alepo, a los ataques con barriles de explosivos utilizados en esa ciudad desde enero.

Los servicios de espionaje occidentales interceptaron comunicaciones en las que se ponía en evidencia la preparación de esas operaciones con el agente químico y la cadena de mando política y militar: desde el más alto nivel jerárquico de las autoridades sirias hasta los militares encargados de ejecutarlas.

Además, espías estadounidenses recuperaron “trozos de vectores” utilizados para propagar el gas de cloro y que fueron entregados a los franceses para su análisis en un laboratorio dependiente de la Dirección General del Armamento habilitado para ese tipo de certificaciones.

En paralelo, los británicos también han transmitido a los franceses una parte de las muestras recogidas en supuestos puntos de ataques químicos.

El diario francés alude a un informe del Centro de Documentación de las Violaciones en Siria para localizar los objetivos de las tropas de Asad: las provincias de Hama e Idlib, al noroeste de Siria, así como localidades de las afueras de Damasco.

El pasado 14 de abril, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, afirmó que desde el 25 de octubre de 2013 las tropas del presidente sirio habían utilizado armas químicas en Siria en 14 ocasiones, pero no presentó pruebas.

Para “Le Monde”, el silencio sobre las pruebas de ataques químicos recientes que están en manos de las autoridades de París, Londres y Washington, tiene que ver porque eso supondría confirmar que Asad no ha respetado la “línea roja” que esos tres países le habían impuesto para evitar una intervención.

Estas informaciones llegan a unos días de que el próximo 30 de junio venza el plazo para que Siria entregue la totalidad de su arsenal químico, y menos de un año después del bombardeo con gas sarín que se estima que causó unos 1.500 muertos en las afueras de Damasco.

Resultado previsible

Mientras tanto, el cómputo de los sufragios en los comicios presidenciales sirios, celebrados ayer, comenzó en los distintos centros de votación del país, otorgando finalmente un tercer mandato de siete años al actual jefe del Estado, Bashar el Asad, que por primera vez concurrió a los comicios junto a otros dos candidatos, cuya participación se considera meramente simbólica.

La gran afluencia a las urnas de los 9.601 colegios electorales abiertos desde las siete de la mañana en Siria -1.563 se encontraban en la capital-llevó al comité electoral a prorrogar la votación hasta las doce de la noche. En algunos colegios de Damasco, Latakia y otras localidades en manos de Asad, se veían largas colas de votantes que habían pasado controles de seguridad establecidos para evitar atentados.

Aunque no se produjeron grandes incidentes, en el centro de la capital siria cayeron varios proyectiles sin causar víctimas, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un hecho habitual desde que hace tres años empezó la guerra, que ha causado al menos 162.000 muertos y casi diez millones de desplazados y refugiados. En Alepo murieron al menos 11 personas por el impacto de misiles disparados por grupos rebeldes contra barrios controlados por las fuerzas gubernamentales, según el OSDH.

Los rebeldes, la oposición política en el exilio y potencias europeas, así como países árabes del golfo Pérsico, habían calificado estos comicios de “farsa” para consolidar a Asad en el poder, reforzado ya por las victorias de su Ejército sobre el terreno en los últimos meses. “Es una trágica farsa”, aseguró el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius.