Un hecho sin antecedentes en la historia institucional argentina

Boudou se presentó a indagatoria

  • La instancia procesal de hoy, a la que por primera vez se somete un vicepresidente en ejercicio, es crucial para su futuro y para la evolución de la causa Ciccone.
3-DYN09.JPG

El vice fue recibido por militantes en la puerta de Tribunales. El juez Lijo no permitió que ingresen cámaras a la audiencia. Foto: DyN

 

De la redacción de El Litoral

[email protected]

DyN

El vicepresidente Amado Boudou aseguró hoy que estaba “muy tranquilo” antes de ingresar a Tribunales para ser indagado por el juez Ariel Lijo por el caso Ciccone, dijo que las acusaciones en su contra son “patraña” y prometió que iba a “contar toda la verdad”.

“Voy a defenderme y no a acusar”, remarcó el vicepresidente antes de ingresar a los tribunales federales del barrio porteño de Retiro y añadió que son una “falacia, una patraña” las acusaciones en su contra.

Minutos antes, al partir de su departamento de Puerto Madero, el número dos de la presidenta Cristina Fernández expresó que está “tranquilo” y “con mucha confianza” para la indagatoria.

“Podría no haber ido, no presentarme, haber contestado por escrito; pero yo voy a ir, voy a contar la verdad, voy a recibir todas las preguntas y las voy a evacuar”, sentenció el vicepresidente en declaraciones a la prensa.

La verdad está adentro

A las 11.10, el ex ministro de Economía se bajó del auto oficial y fue recibido por un grupo de militantes de distintas agrupaciones que le expresaron su apoyo con carteles y cantitos, gesto que fue agradecido por el vicepresidente con apretones de manos y abrazos.

Bodou también se tomó unos minutos para insistir en su inocencia frente a las decenas de periodistas que lo esperaron en los tribunales de Comodoro Py 2002. Allí expresó que “acá, más allá de las causas políticas, la verdad está en el expediente pero el juez no la quiso ver” y enfatizó que va a volver a pedir que se pueda grabar su declaración y que los periodistas puedan ingresar a la sala.

Además, remarcó que “hoy se va a empezar a saber toda la verdad” sobre la causa en la que se lo acusa por supuesto tráfico de influencias en el salvataje de la ex calcográfica.

El ex titular del Palacio de Hacienda también insistió en que se presentaba frente a Lijo con “mucha tranquilidad, sabiendo que vale la pena” declarar y remató: “Estoy con mucha confianza por lo que he hecho y voy a seguir haciendo por el conjunto de los argentinos”.

Consultado sobre qué estrategia desplegaría durante la indagatoria, Boudou respondió “ninguna” y agregó que va a “contar toda la verdad” porque hoy tiene “la posibilidad de decir la verdad y que se desentrañe todo esto que es una falacia y una patraña”.

“Tengo la tranquilidad de poder decir toda la verdad, y que se termine con todo esto‘, aseveró antes de ingresar a los tribunales y subir tercer piso, donde lo esperaba Lijo para comenzar con la indagatoria.

El dato

Cámaras no

El juez Lijo denegó a Boudou la posibilidad de grabar en video y audio, con equipos propios, la audiencia de declaración indagatoria. Los asistentes que acompañaban al número dos de la Presidencia no pudieron ingresar al despacho del magistrado y debieron retirarse. A la mañana temprano, los abogados de Boudou habían presentado un escrito en el juzgado adelantando que “se procederá a grabar en audio y video la declaración con un sistema similar al que todas las Cámaras de Apelaciones y la Cámara de Casación Penal utilizan en todas las audiencias orales durante la instrucción”.

La pata financiera

La defensa del vicepresidente Amado Boudou pidió hoy una batería de medidas de prueba para determinar la “pata financiera” de la operación de rescate de Ciccone Calcográfica, es decir de dónde provinieron los fondos para levantar la quiebra de la imprenta.

En ese contexto, requirió “la intervención de la Auditoría General de la Nación, organismo presidido por Leandro Despouy”, de extracción radical, para que esclarezca parte de la investigación.

El pedido incluye “pericias caligráficas” de los integrantes de la familia Ciccone (Guillermo Reinwick, Olga Beatriz Ciccone, Graciela Cristina Ciccone, Silvia Noemí Ciccone, Nicolás Tadeo Ciccone) y del ex banquero Raúl Pedro Moneta, quien dice haber aportado capitales a la empresa The Old Fund para el rescate de la imprenta.

Las firmas de todos aparecen en documentos en los que, según la defensa de Boudou, quedaría claro de dónde provinieron los fondos para el levantamiento de la quiebra. Además, el planteo apunta a los supuestos agentes financieros de la operación, y en ese sentido reclama que declaren los empleados del Banco Macro que intervinieron en los depósitos realizados en las cuentas de The Old Fund, luego utilizado para sanear Ciccone Calcográfica.

La defensa del vicepresidente reclamó también “una pericia contable, con intervención del Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema de Justicia, a fin de determinar la ruta del dinero utilizado para el saneamiento”.

El escrito busca, por otra parte, derribar la hipótesis del juez Ariel Lijo sobre la frustración de una operación prevista por la Casa de la Moneda, por decisión de Boudou, para que la fabricación de billetes quedara en manos de la recuperada Ciccone Calcográfica. En ese sentido, pidió que se investigue a la empresa KBA Notasys, que preveía llevar adelante esa operación, para que explique cómo pensaba financiarla, por qué se cayó la operación -que implicaba una importante obra de infraestructura- y, especialmente, “si es posible, mientras se realiza la obra civil, continuar con la impresión de billetes”, es decir “si se podía desmantelar el edificio, construir la nueva infraestructura, instalar la nueva maquinaria e imprimir billetes, todo al mismo tiempo”. Boudou pidió también que se investigue “quién fue el funcionario de la Afip que dio la orden de pedir la quiebra de Ciccone”.