Capítulo 1

El Mundial da para todo

Enrique Cruz (h) (Enviado Especial a Belo Horizonte)

  • El tema de los idiomas no va conmigo, definitivamente. De inglés casi nada y el portugués, que es un idioma más entendible, me resulta muy complicado. Comparto este viaje con colegas que tienen cierta noción. El de Misiones, por una cuestión de cercanía a este país y porque acostumbra veranear por estas tierras, se defiende. Y el de Olavarría, se “avivó” y se preparó para la ocasión: hizo un curso acelerado de portugués y me confesó que sólo le faltaron los últimos dos capítulos, pero que se trajo los libros y audios para terminarlos acá, cosa que dudo porque los tiempos son tiranos y escasean. Pero lo habla bastante bien. Cosa que se valora.

Eso sí, lo que es universal, más que el mismo idioma, es la avivada para sacar una diferencia. Un empleado común y corriente gana unos 800 reales de sueldo promedio en Belo Horizonte, pero quisieron sacarnos 500 reales por día para alquilar un auto con chofer. Más de 2.000 pesos diarios, lo cual constituye lisa y llanamente un verdadero disparate por más que se trate de una limousina con chofer de guantes, galera, un par de botellas de champagne y hasta un par de “garotas” para pasar un buen rato... ¡Las cosas que se le pasarán por la cabeza al lector!... Ya lo sé.

La cuestión es que partiendo de los 500 reales se inició el clásico, tradicional y siempre bien ponderado “regateo”. Pues bien. ¿En qué terminó todo?, en que el precio bajó a 250 en cuestión de segundos nada más. Pero no todo terminó allí. Un “parroquiano” se ofreció a mejorar el precio. Y grande fue la sorpresa que llegamos a 120, casi cinco veces menos del valor que habíamos partido.

Eso sí, hablaré poco portugués y tendré problemas para entender o hacerme entender. Pero no voy a dejar la bolsita con la pata-muslo de pollo adentro de la mochila por más de quince horas, como hizo el amigo de Olavarría. Y lo más lindo de todo es que se justificó diciendo que no había echado olor. Eso no me va a pasar jamás, porque no tengo la mínima idea de cómo cocinar una pata-muslo.