Por primera vez

Retrocedió la siembra directa en la Argentina

  • La técnica arrancó en los 90. Creció hasta ocupar el 94% del área agrícola. Hoy esa cifra es del 92%.

De la redacción de El Litoral

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El motor que empujó a la Argentina en los últimos 15 años está algo gastado y requiere de un urgente ajuste. La soja transgénica, el herbicida glifosato y la siembra directa formaron un combinado ideal que aporta cada año 30.000 millones de dólares a la economía. Desde hace un tiempo, sin embargo, este equipo encuentra rivales cada vez más fuertes en las malezas resistentes. Hay un dato que muestra la crisis en toda su dimensión: por primera vez en la historia cayó la superficie agrícola bajo siembra directa.

Un informe de los técnicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que acaban de concluir un Relevamiento de la Tecnología Agrícola Aplicada en la campaña agrícola 2012/13, detectó que la aplicación de la técnica de la siembra directa había descendido de 94% a 92% del área ocupada por los seis principales cultivos. No sería relevante si no fuera la primera vez que sucede. Desde que se introdujo en el país, en el ciclo 1977/78, la Siembra Directa nunca dejó de crecer.

Como se sabe, la siembra directa se popularizó en el país desde 1998, justamente porque existía la dupla previa. Esta técnica consiste en abandonar el arado, la famosa “labranza cero”. Antes de su difusión, los productores removían el suelo sobre todo para erradicar todo tipo de malezas. Pero esa práctica tenía consecuencias graves, pues favorecía la erosión de los campos.

“Es un retroceso que algunos lotes se vuelvan a mover para poder controlar las malezas. Pero la mayoría de esos casos es por falta de conocimientos. En el apuro por resolver un problema, algunos productores vuelven a la prehistoria, hacen lo que hacían hace 15 años”, reconoció Martín Marzetti, gerente de la Red de Conocimiento de Malezas lanzada por Aapresid, la entidad que impulsó la siembra directa en el país.

Según el técnico, existen tratamientos efectivos con otros herbicidas que se complementan con el glifosato. Pero, claro, el tratamiento resulta ser bastante más caro y complejo. Por eso, hay chacareros que vuelven a mirar con cariño su viejo arado.

“Ahora hay que poner más técnicos por hectárea”, recomendó Marzetti, quien se quejó porque en todos estos años las empresas e instituciones del sector “bajaron la guardia” y recién ahora se pusieron a buscar los repuestos necesarios para un motor que muestra sus primeros síntomas de fatiga.

Abrirán exportación

El gobierno argentino “dará autorizaciones para exportar trigo del ciclo 2014/15 cuando finalice la cosecha del cereal”, según declaraciones del ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela.

“En cuanto termine la cosecha y sepamos fehacientemente el volumen total cosechado, ahí estamos en condiciones de hacerlo (autorizar exportaciones)”, dijo a Reuters el ministro Carlos Casamiquela tras el acto de presentación de un plan oficial de desarrollo alimentario 2020.

“Los volúmenes de cosecha previstos en la anterior cosecha no tuvieron nada que ver con la realidad. En determinado momento, se estaba previendo una exportación mayor que el consumo interno. Eso hizo que los precios (internos) subieran exageradamente”, aseguró el ministro.

Para las autoridades, la superficie triguera de la nueva campaña tendrá un área de siembra de 4,5 millones de hectáreas en el ciclo 2014/15, desde los 3,65 millones de la campaña anterior. Casamiquela remarcó lo que ya había adelantado el ministro de Economía tras la reunión con la Mesa de Trigo: “No hay ningún interés del gobierno de no exportar lo que exceda el consumo argentino”,

dijo Casamiquela.