Tras la imputación por corrupción

Sarkozy se considera “víctima de la Justicia”

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Para el ex presidente Sarkozy, se intenta dar de él “una imagen que no es conforme a la verdad”, y la situación “es lo suficientemente grave” como para denunciar una campaña en contra suya. Foto: Agencia EFE

 

Agencias EFE/DPA

El expresidente francés Nicolas Sarkozy dijo estar “profundamente sorprendido” por su imputación por corrupción activa, tráfico de influencias y encubrimiento de la violación del secreto profesional, y aseguró que esos cargos, “grotescos” responden a una instrumentalización de la Justicia.

Con traje y corbata negra y el gesto serio, el político conservador abandonó su silencio y, en la primera entrevista que concede desde su salida del Elíseo, subrayó que el trato recibido parte de una voluntad de humillarle, impresionarle y difamarle.

Quien fuera presidente de Francia entre 2007 y 2012 quiso dejar claro que “jamás” ha cometido un acto contrario al Estado de Derecho y a los principios republicanos, y que, por tanto, no tiene nada que reprocharse.

“Digo a quienes nos escuchan o nos ven que jamás he traicionado su confianza”, afirmó Sarkozy, quien se convirtió en el primer exmandatario obligado a declarar en calidad de detenido.

La Justicia quiere determinar en este caso si creó junto a su abogado, también imputado, una red de informadores que les mantenía al tanto de la evolución de los procesos judiciales que le amenazan.

La decisión de colocarle bajo escucha, medida a través de las cuales los magistrados sospecharon de las filtraciones, se produjo dentro de la información judicial abierta sobre las acusaciones, no confirmadas hasta la fecha, de que el depuesto dictador libio Muamar el Gadafi financió parte de la campaña que le llevó al Elíseo.

“¿Es normal que se hayan escuchado mis conversaciones más íntimas desde septiembre de 2013, que las conversaciones con mi abogado sean escuchadas y difundidas por la prensa, en una clara violación del secreto de instrucción, y que sea colocado en detención preventiva durante 15 horas?”, se preguntó.

Para Sarkozy, se intenta dar de él “una imagen que no es conforme a la verdad”, y la situación “es lo suficientemente grave” como para que dé la cara y diga a los franceses que es víctima de una “instrumentalización política de una parte de la Justicia”.

El Tribunal responde

Por su parte, el Tribunal de Gran Instancia de París respondió hoy a las críticas del ex presidente y defendió la independencia de sus integrantes.

“La independencia jurisdiccional de los jueces es una condición esencial de la democracia”, indicó su presidenta, Chantal Arens, en una breve nota en la que recordó que los jueces instruyen de forma tanto incriminatoria como exculpatoria, y que sus decisiones están sometidas al control de ‘jurisdicciones superiores‘.

Las críticas de Sarkozy habían recibido ya anoche una primera respuesta por parte del propio sindicato judicial, según el cual el político conservador pretende desacreditar “a aquellos cuya profesión es buscar la manifestación de la verdad”, labor en la que no influye, en opinión de ese organismo, el estar sindicado.

La gente le dio la espalda

Mientras tanto, se difundió una encuesta, según la cual un 65 por ciento de los franceses rechazan el regreso del ex presidente francés Nicolas Sarkozy a la política, frente al 33 por ciento que lo defiende.

El trabajo corresponde al instituto CSA para la emisora BFMTV y fue dado a conocer hoy. Entre los seguidores del partido conservador de Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular(UMP), en el que se libra una fuerte lucha de liderazgo, el 72 por ciento defendió su regreso.

La Fiscalía general ha abierto investigaciones contra el ex presidente, entre otros, por sospechas de corrupción. Sarkozy negó el miércoles las acusaciones en declaraciones en la televisión, al tiempo que anunció que en agosto o septiembre decidirá si regresa a la política.

Sarkozy perdió en 2012 las elecciones presidenciales contra Francois Hollande, pero su nombre se volvió a barajar como posible candidato de su partido para las de 2017.

Para el sondeo se encuestó el 1 y 2 de julio -tras conocerse las investigaciones contra Sarkozy- a una muestra representativa de 1.012 personas mayores de 18 años, según CSA.