al mArgen de la crónica

Fiesta

La feria taurina de San Fermín arrancó hoy en una Monumental de Pamplona que desde hace décadas es tanto un infierno, por el serio toro y el ambiente de la plaza, como un oasis, por las grandes entradas y la solvencia económica de la organización, en el gran circuito anual del toreo.

Como todos los años, en 2014 la Casa de Misericordia, popularmente conocida como la Meca, organizó un abono en el que se mezclan todo tipo de toreros y ganaderías con un criterio de contratación muy distinto al que manejan las grandes empresas que diseñan el resto de la temporada.

Con una base de 18.000 abonados -es la segunda plaza en aforo de España, después de Las Ventas- y con llenos prácticamente asegurados en las diez tardes de la feria, la Meca se permite diseñar sus carteles al margen de otros intereses que no sean los de invertir los millonarios beneficios de las corridas sanfermineras en servicios sociales de la ciudad.

Contando con esos grandes ingresos, la de Pamplona es la única plaza de España que no ha incrementado el precio de las entradas desde 2008, justo al inicio de la crisis, soportando incluso dos aumentos de IVA.

La Meca dedicará la plaza durante dos mañanas, las de los días 9 y 11, a la promoción de la Fiesta entre niños y jóvenes, con unas lecciones de toreo de salón a cargo de Alejandro Talavante y un tentadero de machos de un hierro regional con la actuación de los novilleros navarros Francisco Expósito, Javier Marín y Toñete.

Y como cada mañana, a las ocho en punto, todas las miradas estarán puestas en los corrales de Santo Domingo. De allí, al estallido del cohete, saldrán los encierros de cada una de las corridas de la feria, que este año serán transmitidos en directo por primera vez para los Estados Unidos.

Comienzan ya ocho días de fiesta total y diez jornadas de toros, que harán de nuevo de Pamplona el centro geográfico y universal de la tauromaquia desde el 5 al 14 de julio, cuando se cante el “Pobre de mí”.